Deprax, ¿para qué se utiliza y cuáles son sus efectos secundarios?

A pesar del paso del tiempo, este medicamento continúa siendo una opción en el tratamiento de algunos casos de depresión.

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 11 mayo, 2022

Deprax es un medicamento antidepresivo de segunda generación. Su principio activo es la trazodona y se utiliza para tratar la depresión crónica, el insomnio y los estados de ansiedad. Así, y aunque la ventaja de este psicofármaco esté sin duda en su acción, más o menos rápida, no podemos dejar de lado esos efectos secundarios que, como siempre, deben tenerse en cuenta.

La trazodona (cuyo nombre comercial en España es Deprax) lleva casi 60 años entre nosotros. Fue descubierta y desarrollada comercialmente en Italia en 1961, cuando se intentaba buscar otra alternativa terapéutica, otro fármaco de los llamados de segunda generación que actuara como inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). El resultado fue esta cápsula, generalmente de color rosado, tan recetada hasta no hace mucho.

El fabricante suele señalar en el prospecto su principal beneficio: su efectividad durante primera semana de administración. Asimismo, también se le añade otro hecho que buscaban en cierta época muchos pacientes, a saber, usar un fármaco antidepresivo que no favoreciera el aumento de peso.

Por otro lado, a estas supuestas virtudes cabía destacar una más, una que hizo del Deprax uno de los medicamentos más vendidos durante los años 70 y 80: era uno de los medicamentos más económicos.

Ahora bien, algo que se evidenció en aquellos primeros años fue uno de sus principales efectos secundarios: la hipotensión ortostática (bajada de tensión cuando la persona se pone en pie). Poco a poco, se descubrió que la trazadona era mucho más efectiva y segura en dosis más pequeñas. Ese ajuste ha permitido que hasta el día de hoy nos siga ayudando con efectividad en el tratamiento de diversas condiciones.

Deprax ¿para qué se administra?

Algo que nos dicen los neurólogos y psiquiatras es que el cerebro es mucho más complicado de lo que pensamos. A día de hoy seguimos sin saber cómo actúan realmente los antidepresivos, y no siempre se puede prever tampoco qué tipo de fármaco es el más adecuado al 100% para cada paciente.

Así, el Deprax, a pesar de llevar en nuestro mercado casi seis décadas, continúa teniendo defensores y detractores. Hay quien advierte de sus efectos secundarios, a menudo imprevisibles. Sin embargo, no faltan estudios que nos revelan su gran eficacia en diferentes trastornos.

Veamos ahora en qué condiciones clínicas se suele recetar el Deprax.

• Depresión clínica con o sin ansiedad.
• Insomnio crónico.
• Preocupación excesiva.
• Fibromialgia acompañada de serios problemas para conciliar el sueño.
• Pesadillas y otros trastornos del sueño.
• Esquizofrenia.
• Alcoholismo.

Asimismo, cabe señalar que el Deprax ha evidenciado según varios estudios, una gran utilidad en pacientes con estrés postraumático. Todas aquellas personas que mostraban insomnio, pesadillas y una elevada ansiedad asociada a un trauma, muestran por término medio una buena mejoría con este fármaco.

¿Cómo actúa el Deprax?

Tal y como hemos señalado el Deprax es un fármaco de segunda generación es decir, actúa como antagonista e inhibidor de la recaptación de serotonina. Ahora bien, lo que diferencia a este medicamento del Prozac, por ejemplo, es que estamos ante un compuesto químico de la familia de la fenilpiperazina.

Esto se traduce en algunas ventajas y en otras desventajas. El beneficio está en que es un inhibidor del receptor 5-HT. Esto significa que su acción para tratar la ansiedad y la depresión es alta.

Ahora bien, lo que hace también es bloquear los receptores adrenérgicos alfa y las proteínas transportadoras de la serotonina. Todo ello puede derivar en una gama de efectos secundarios muy amplia, aunque de escasa gravedad.

¿Cómo se administra el Deprax?

Las dosis de Deprax dependerán de cada paciente, por lo que se deben seguir estrictamente las instrucciones de administración indicadas por el médico tratante.

Por lo general, la dosis recetada es de 100 a 150 mg al día vía oral, dividida en varias tomas después de las comidas o como única dosis antes de dormir. No obstante, la dosis puede aumentar gradualmente hasta un máximo de 400 mg al día.

Los incrementos en las dosis variarán en función del caso y hasta que el médico haya identificado el mejor efecto para el paciente. De allí la importancia de la asistencia profesional.

Por su parte, a la hora de suspender el tratamiento con Deprax, el médico reducirá gradualmente la dosis hasta que ésta sea lo suficientemente baja como para que el paciente deje de consumirlo. Esto es muy importante, ya que el fármaco no se debe suspenderse de forma repentina, ya que puede provocar nauseas, dolor de cabeza y sensación de malestar general.

Efectos secundarios del Deprax

Hay pacientes que toman Deprax sin evidenciar efecto secundario alguno. Otras personas, en cambio, suelen mostrar algún problema, alguna alteración que por lo general, puede deberse a otras condiciones (determinadas enfermedades, interacción con otros fármacos o alimentos, etc.).

Así, algo que conviene tener en cuenta es que este fármaco no es recomendable en personas con problemas hepáticos, cardíacos o renales.

Además, no puede tomarse en combinación con otros sedantes, fármacos para el corazón, antibióticos, anticoagulantes o incluso fármacos de la medicina natural como la hierba de San Juan. Debemos seguir al pie de la letra cada indicación de los facultativos.

Veamos ahora cuáles son los principales efectos secundarios.

• Retención de líquidos.
• Estreñimiento o diarrea.
• Boca seca.
• Erupciones y picazón en la piel.
• Sudoración y temblores.
• Sensación de confusión, inquietud…
• Taquicardia.
• Dolor de cabeza.
• Visión borrosa.
• Pérdida de apetito y pérdida de peso.
• Síntomas parecidos a una gripe.
• Sensación de somnolencia o sueño, cansancio.
• Náuseas, vómitos o indigestión.
• Dolor en las extremidades, espalda, músculos o articulaciones.
• Pesadillas.

Si el paciente empieza a experimentar cualquier tipo de efecto secundario, lo ideal es que consulte a su médico; incluso si se experimenta algún otro síntoma inusual que no haya sido nombrado anteriormente.

Contraindicaciones y recomendaciones

De manera general, el Deprax  está contraindicado en personas que tengan antecedentes de problemas cardiacos, renales o hepáticos.  Así mismo, tampoco se recomienda su uso en niños y adolescentes, pues no hay aún suficiente evidencia acerca de la forma en la que el medicamento puede afectar la maduración cognitiva y el desarrollo en los niños.

Por otra parte, se recomienda evitar su uso en mujeres embarazadas pues, aunque parece no afectar el desarrollo y crecimiento del feto, aún es pertinente llevar a cabo más investigaciones acerca de sus efectos en el desarrollo posnatal. Por esta razón, también se recomienda que las madres lactantes suspendan su uso o, en caso de que esto no sea posible, valorar la posibilidad de no amamantar al bebé.

Además, teniendo en cuenta que este fármaco puede causar sedación y mareo, no es rec omendable que luego de usarlo se realicen actividades que demanden concentración y reflejos, como conducir, manipular maquinaria pesada o realizar cálculos complejos.

Para concluir, cabe mencionar que en la actualidad disponemos ya de fármacos más novedosos, seguros y con menor sintomatología secundaria. Sin embargo, opciones como el Deprax siguen siendo habituales en la práctica psiquiátrica por una razón: cuando lo que tenemos son pacientes con depresiones concomitantes, es decir, que van acompañadas de ansiedad, insomnio, pesadillas y malestar psicológico, este medicamento es de los más efectivos.