Día de la mujer: sin nosotras se pararía el mundo

¡Feliz vida mujer! Porque aunque durante siglos la sociedad se ha empeñado en creer que la mujer no es nada, una mujer puede serlo TODO.
Día de la mujer: sin nosotras se pararía el mundo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 08 marzo, 2022

Decía Rubén Darío que sin las mujeres la vida es pura prosa. Sin embargo, somos algo más que simple poesía porque sin nosotras el mundo se quedaría quieto. Porque estamos en todas partes, trayendo vida, creando, produciendo, liderando, secando lágrimas, dando el pecho, inspirando, limpiando, curando vidas y corazones, innovando… Todo ello es lo que debe recordarnos el día de la mujer.

“Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” es el lema elegido para conmemorar un año más este 8 de marzo. Ahora, más que nunca, se espera despertar conciencias. Las mujeres libran a diario su batalla personal en las calles, en las redes sociales y en cualquier escenario en el que hacer valer sus derechos, denunciar las desigualdades y demandar la necesidad de un avance en todos los sentidos posible.

Valiente es destacar y triunfar siendo mujer en medio de un mundo de hombres.

Hace unos años, Frances McDormand nos brindaba un emotivo discurso tras ganar su Óscar recordándonos que las mujeres tienen mucho que contar. Actrices, productoras, guionistas… todas ellas tienen fabulosos proyectos en mente, pero financiar las ideas de una mujer no es algo habitual. El mundo sigue teniendo una medida estándar, la masculina, y nos hemos acostumbrado tanto a ella que casi no concebimos otra posibilidad, otra mirada capaz de darnos cosas igual de excepcionales.

Sin embargo, ahí estamos, esperando oportunidades, siendo competentes, pero sin poder destacar tanto como nos gustaría. Educamos, producimos, desarrollamos proyectos y seguimos siendo parte de este motor que mueve el mundo, pero conteniendo el aliento ante la brecha salarial, ante un techo de cristal que es casi de metacrilato y ante una sociedad que arrastra todavía los lastres de un pasado férreamente patriarcal.

Paremos de nuevo el mundo en el día de la mujer

Mujer con un papel por el día de la Mujer

El mensaje de que sin la mujer el mundo se quedaría quieto, apareció por primera vez en el 24 de octubre de 1976, en Islandia. Fue un momento histórico, una fecha memorable y una inflexión para este país que a día de hoy lidera a cualquier otro en materia de igualdad de género. De hecho, hace unos años aprobaron una ley donde se obliga por ley a proteger la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

No obstante, todo tuvo su origen en esa fecha de 1975 en la que el 90 % de las mujeres de Islandia decidieron, sencillamente, no ir a trabajar ni ejercer cualquier otra labor: tareas del hogar, cuidado de hijos o familiares dependientes, estudio en colegios y universidades… Más de 25 000 mujeres acudieron a una plaza de Reikiavik para clamar por sus derechos. Cinco años después, este país eligió a la primera mujer presidenta: era Vigdis Finnbogadottir.

Cada año después de esta fecha, y aprovechando el día de la mujer, se busca repetir la misma movilización. Se espera que todas las mujeres secunden la huelga en sus trabajos, que se detenga el consumo, que no se lleven a cabo labores de cuidado y atención, y que también el mundo estudiantil acuda a la protesta. El mundo se quedará este 8 de marzo un poco más quieto, un poco más huérfano sin la presencia femenina en sus entornos habituales, pero a su vez estará obligado a escuchar sus voces, sus demandas.

¿Qué objetivos busca el paro del 8 de marzo en el día de la mujer?

Mujeres manifestándose

El día de la mujer y sus movilizaciones se centran en visibilizar las discriminaciones existentes en cuatro sectores muy concretos. Son los siguientes:

  • Mundo laboral: se reclaman condiciones laborales justas sin brecha de género. A nivel mundial se estima que por cada dólar que gana un hombre, la mujer, realizando el mismo trabajo en el mismo puesto, recibe 77 céntimos. Asimismo, factores como el acoso sexual en el trabajo o el hecho de que existan varios países en los que el marido puede prohibir que la mujer trabaje, son aspectos a los que poner voz.
  • El otro escenario es el doméstico, reivindicándose la necesidad de repartir de forma igualitaria las tareas del hogar, así como el cuidado de personas dependientes. No podemos olvidar que en el 80 % de los casos, la atención de familiares dependientes recae en el sexo femenino.
  • Huelga de consumo. Este es un ámbito más que merece mayor visibilidad, reclamándose el fin de la publicidad sexista así como acabar con la “tasa rosa”, ahí donde todos esos productos destinados a la mujer (maquinillas de afeitar, compresas, así como servicios o productos pensados para la mujer) tienen un coste mayor.
  • Huelga estudiantil. Los colegios, institutos y universidades reclaman también que todo espacio educativo sea un ámbito de igualdad y equidad.

Un aspecto que debemos considerar sobre el día de la mujer es que todas estas reivindicaciones no son exclusivas del género femenino. Cualquier persona, independientemente de su género, tiene pleno derecho a sumarse a las movilizaciones de este día.

Porque toda voz se escucha mucho mejor si parte desde la concordia, desde un espacio de conciliación donde defender la igualdad de oportunidades para todos y la necesidad de construir un futuro mejor.

No descuidemos el papel de la mujer en nuestra sociedad. Porque nuestras madres y nuestras abuelas merecen que demos continuidad a lo que ellas iniciaron. Ellas, que despejaron nuestros caminos de piedras doblando codos y espaldas sin quejarse ni un solo día, nos permitieron avanzar con mayor comodidad sintiéndonos siempre arropados e inspirados por su labor.

Tampoco podemos olvidar a nuestras generaciones del mañana, a esos niños y niñas del futuro que lo merecen todo. Trabajemos en un mundo sin más techos de cristal, recordando a su vez que también nosotras debemos liberarnos de nuestros suelos de cemento tomando conciencia de que sí podemos y sí merecemos alcanzar nuestros sueños.


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