Once maneras de ser un buen amigo
Durante la adolescencia y la juventud es fácil pensar que siempre tendremos buenos amigos. Pero, con el paso del tiempo y entrada la adultez, es normal que nuestro círculo de amistades se reduzca a unas pocas personas. Allí, nos percatamos que el establecimiento y mantenimiento de una amistad no siempre es tarea fácil y que muchas veces necesitamos ser un buen amigo para poder tener buenos amigos.
Una verdadera amistad requiere que pongamos en practica, de manera constante, una serie de dinámicas que hacen que el vínculo sea genuino y satisfactorio. Pues, los buenos amigos no llegan a nuestra vida sin que pongamos de nuestra parte. Es por ello que, a continuación, mostramos algunas claves que nos permitirán establecer vínculos ejemplares.
¿Qué significa ser un buen amigo?
Antes que nada, debemos tener en cuenta que una la amistad verdadera refiere a una relación afectiva basada en la confianza, la honestidad, el respeto, el cariño, el apoyo y la incondicionalidad.
Por ello, un buen amigo es aquel que nos quiere profundamente, se preocupa por nosotros de forma desinteresada, desea nuestro bienestar a toda costa y nos apoya cuando más lo necesitamos.
Es por ello que resulta dificil no solo conseguir a alguien así, sino también serlo con los demás.
Características de los buenos amigos
Los buenos amigos se reconocen a simple vista y, por lo general, presentan los siguientes rasgos:
- Se muestran auténticos con sus amigos, no pretenden ser alguien que no son.
- Muestran su afecto con detalles que saben que le gustarán a su compañero.
- No hablan mal de sus amigos a sus espaldas.
- Dedica tiempo de calidad a sus amigos.
- Se comunica constantemente con sus amigos.
- Ofrece su apoyo en las buenas y en las malas.
- Conoce muy bien a sus amigos.
- Sabe escuchar y respetar la perspectiva de su compañero, así no esté de acuerdo. En otras palabras, es empático.
11 maneras de ser un buen amigo
Dicho lo anterior, si quieres ser un buen amigo es importante que pongas en marcha las siguientes acciones.
1. Escúchalos activamente
Los buenos amigos saben escuchar y se toman el tiempo para comprenden la situación del otro. Si bien parece fácil, no siempre es así. Pues, la mayoría de las personas solo esperan a que el otro termine de hablar para poder decir lo que piensan, sin esforzarse por comprender cómo se puede estar sintiendo aquel y qué puede estar pensando.
Asimismo, es común interrumpir antes de que el otro termine de hablar, monopolizando así las conversaciones y no dejando espacio para que el otro se exprese.
Por tanto, cuando un amigo nos hable de sus asuntos, enfoquémonos únicamente a escuchar e intentar comprender todo lo que nos está diciendo. Y si no entendemos algo, preguntemos.
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2. Ofréceles apoyo
Un buen amigo también ofrece su apoyo en todo momento, especialmente en los momentos difíciles. Esto implica hacerle saber al otro que estamos dispuestos a ayudarlo en lo que necesite, siempre y cuando esté en nuestra manos.
Además, si nos comprometemos a ayudarlo con algo en específico es importante que cumplamos nuestra palabra. Y si al final no podemos cumplir, debemos hacérselo saber y explicarle la situación.
3. Aprende a pedir perdón y a perdonar
Ningún ser humano es perfecto, así que es normal que nos equivoquemos en nuestras relaciones y, sin querer, lastimemos al otro. En estos casos, es importante que reconozcamos nuestros errores y pidamos disculpas.
Para ello, es vital que seamos sinceros, expliquemos el malentendido e intentemos reparar la situación según sea el caso. Pues de nada sirven las disculpas vacías.
Asimismo, si fue tu amigo el que cometió el error, debemos darle la oportunidad de disculparse y perdonarlo.
4. Sé auténtico
Por su parte, si queremos ser un buen amigo, debemos ser sinceros con nosotros mismos y mostrarnos tal cual como somos. Si aparentamos ser una persona diferente, tarde o temprano se darán cuenta de nuestra verdadera esencia y lo más seguro es que se sientan engañados.
Recordemos lo que decíamos al inicio, una buena amistad se construye sobre la sinceridad, y si ésta no está presente desde el inicio, estaremos creando un engaño.
5. Dedícales tiempo de calidad
En la adultez es dificil hacer un espacio para pasar tiempo con los amigos, especialmente por la cantidad de deberes a la que nos enfrentamos en el día a día. Sin embargo, es necesario que siempre apartemos un tiempo para compartir con ellos.
No tiene por qué ser todos los días, pero si procurar mantener una constancia en los encuentros. Esto no solo ayudará a mantener la amistad fortalecida, sino también nos ayudará a fomentar momentos de ocio y disfrute, vitales para nuestro propio bienestar.
6. Evita hablar de ellos a sus espaldas
Hablar mal de los demás y esparcir rumores sobre ellos no es propio de los buenos amigos. Estos actos violan la confianza, la confidencialidad y la fidelidad en toda relación, así que evítalos a toda costa.
Asimismo, evita que otras personas digan cosas malas o infundadas sobre tu amigo. Hasta que hayas podido escuchar su versión de los hechos, toma los comentarios que no lo apoyen como rumores y chismes. Y si alguien dice algo que te sorprenda y no parece acorde con las acciones de tu amigo, responde diciendo algo como: Lo conozco y eso no parece correcto.
7. Respétalos
Ser un buen amigo también requiere ser respetuoso con los valores, creencias y decisiones de los demás, así no estén en consonancia con los nuestros.
Si quieres que tu amigo confíe en ti, debe sentirse cómodo expresando sus opiniones con las que es posible que no estés de acuerdo. En cambio, si tu amigo considera que echarás por tierra lo que te comunica, su amistad no será valorada.
Ten en cuenta que a veces tus amigos te dirán cosas que te resulten aburridas, incómodas o molestas. Pero, si los respuestas, le darás la oportunidad para expresarse sin juzgarlos. En estos casos, puedes mostrar tu discrepancia, pero siempre guardando el respeto hacia ellos y hacia su punto de vista.
8. Sé detallista
Los pequeños detalles también son muestra de una verdadera amistad, ya que les recuerda que son importantes para nosotros y que le guardamos mucho afecto. Entre ellos esta recordar sus cumpleaños, regalarles cosas que le gusten, invitarlos a planes que puedan disfrutar, llamarle o visitarle cuando están enfermos, etc.
9. Evita excluirlos
Un buen amigo no permite que sus amigos se sientan excluidos. Por tanto, si empiezas a salir con otras personas o tienes una nueva pareja, evita hacerlo a un lado. Esto no significa que los incluyas en todos tus planes, sino que recuerdes que ellos están allí para ti y que, de vez en cuando, es importante reservar un espacio para compartir con ellos.
10. Dale su espacio cuando lo necesite
Una buena amistad no significa que estemos todo el tiempo con nuestros amigos, pues también es importante que cada quien tenga su espacio. Por tanto, si alguno de ellos te manifiesta que quiere estar solo o compartir con otras personas, debemos tomar distancia y respetar su espacio.
Lo menos que debemos hacer es ofendernos o demandarles su atención. Recuerda que ellos también tienen una vida, en donde deben atender asuntos personales y compartir con otros seres queridos.
11. Acepta a tu amigo tal como es
Por último, si queremos que nuestras amistades prosperen, no debemos tratar de cambiar a los amigos ni hacer que vean el mundo desde nuestra perspectiva. Recuerda que todos somos seres únicos y nuestros amigos deben sentirse cómodos mostrando su verdadera esencia. Los buenos amigos de verdad se quieren profundamente a pesar de las diferencias.
Para concluir, recalcamos que una buena amistad no nace de la noche a la mañana y que estas acciones deben mantenerse en todo momento si queremos ser un buen amigo.
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- Spencer L, Pahl R. Rethinking Friendship: Hidden Solidarities Today. Princeton: Princeton University Press; 2018. https://doi.org/10.1515/9780691188201