El bilingüismo: ventajas y condiciones
Desde el punto de vista de la psicología del aprendizaje, el bilingüismo es muy positivo, pero no siempre ha sido así. Hasta la década de los años 60, se pensaba que entorpecía el desarrollo intelectual de los niños. Se creía que estos tenían que ir traduciendo simultáneamente todo lo que escuchaban y leían a los dos idiomas y con ello perdían tiempo y esfuerzo.
Se ha comprobado que lejos de perjudicar el aprendizaje, incluso lo beneficia. Las ventajas del bilingüismo son manifiestas. Y no solo en los más pequeños, sino también en los adultos, ya que aprender una nueva lengua frena el deterioro cognitivo.
El surgimiento del bilingüismo
Algunos de los factores que han contribuido de manera más determinante al auge del bilingüismo son de tipo histórico y cultural. En concreto, los relacionados con la apertura y el establecimiento de nuevas fronteras entre países como los siguientes:
- La expansión territorial de ciertas naciones o culturas. Fue el caso del latín, cuya propagación aumentó exponencialmente el número de hablantes bilingües en esta lengua milenaria.
- La unificación política por consenso para facilitar la comunicación de lenguas francas. Por ejemplo, el inglés, establecido como lengua científica por excelencia.
- Las situaciones postcoloniales también contribuyeron a que los colonizadores impusieran su lengua a los pueblos conquistados, que tuvieron que adoptar un habla no nativa.
- La inmigración. Las personas migrantes deben aprender otro idioma, el de su nuevo país destino.
- El cosmopolitismo ha propiciado el aumento de intermediarios o comerciantes bilingües.
La importancia de la madre
La relación que surge entre la madre y el bebé es el prototipo de intercambio comunicativo por excelencia. Durante meses, la madre interpreta las señales que su hijo le envía (lloro, grito, risa, señalización). Y las traduce en palabras y en toda una gama de intenciones.
Poco a poco, el adulto se va convirtiendo en un espejo para el bebé. Cuando la madre emite un sonido, el pequeño lo reproduce. Cuando ella hace un gesto, él trata de imitarlo. Así, se va desarrollando un intercambio lúdico que contribuye a que el bebé vaya comprendiendo y ampliando el conocimiento del mundo de forma progresiva e ilimitada.
Por tanto, la interacción entre la madre y el niño es la que determina tanto la aparición del lenguaje como el nivel del mismo en el pequeño. Los tipos de interacción comunicativa que se producen entre ambos van modificándose y evolucionando a medida que el niño va creciendo.
Tipos de bilingüismo
Hay dos variables clave en el desarrollo del bilingüismo en los niños. Por un lado, el contexto en el que se desarrolla y por otro, el momento madurativo en el que se encuentra el infante. Según esto, se distinguen dos tipos de bilingüismo:
- Simultáneo: los dos sistemas lingüísticos se aprenden al mismo tiempo. Por norma general, se alcanza cuando los padres hablan en dos idiomas cotidiana e indistintamente.
- Sucesivo: es aquel por el que el niño solo tiene acceso a una la lengua durante su infancia, la lengua materna. Una vez dominada, aprende un segundo idioma, por ejemplo, inglés en la escuela.
El bilingüismo correcto es muy difícil de conseguir. Siempre hay una lengua que está un poco más desarrollada y tiene un peso mayor que otra. Cuanto más semejantes sean la lengua materna y la extranjera, más rápido y eficaz será el aprendizaje de ambas.
Factores y condiciones del bilingüismo
Se han realizado estudios a bebés de 6 meses (Nazzi y cols, 2009) con técnicas de filtrado para corroborar la precocidad infantil del bilingüismo. Las conclusiones han sido sorprendentes: con medio año, los bebés ya son capaces de distinguir la lengua materna (la de su madre) de una segunda lengua.
No quiere decir que sepan discriminar los detalles fonéticos del idioma, pero sí que pueden distinguir la información prosódica (entonación, ritmo…). Esto convierte a los bebés de 6 meses en políglotas en potencia. No obstante, esta habilidad va mermando con la edad, ya que fruto de la evolución, va desapareciendo al no considerarse como una destreza necesaria para su supervivencia.
Bilingüismo positivo
Según Mariscal, se deben dar una serie de circunstancias sociales, cognitivas y lingüísticas para que el bilingüismo sea positivo para el niño:
- Alcanzar un nivel de conocimiento alto y suficiente en dos idiomas, fruto de un contacto previo entre ambos.
- Buen desarrollo de la lengua materna y aprendizaje de un segundo sistema lingüístico en la escuela.
- Expectativas altas y actitudes positivas de los padres y profesores hacia el niño, en lo que respecta a su desarrollo integral.
- Existencia de un buen prestigio social de ambas lenguas.
Ventajas cognitivas del bilingüismo
Según numerosas investigaciones, los niños que manejan dos lenguas indistintamente tienen más desarrolladas la corteza prefrontal y dorsolateral, relacionadas con las funciones ejecutivas. Esto hace que sean más rápidos y eficientes en determinadas tareas en las que necesitan de estas habilidades superiores.
Además, suelen discriminar mejor los estímulos del ambiente y desechan con más facilidad el ruido en la clase. Por tanto, se concentran con más facilidad en las lecciones. También suelen poseer una mayor reserva cognitiva, es decir, un mecanismo de control cerebral que les permite “amortiguar los efectos de la edad” y retrasar su deterioro intelectual.
Como se ha podido observar, las ventajas de ser políglota no solamente se limitan al terreno lingüístico. Manejarse en un ambiente intercultural de manera eficaz en dos lenguas es fruto de haber sabido aprovechar las oportunidades adaptativas que nos brinda la naturaleza.