El esfuerzo cubre de valor a los sueños
El esfuerzo, el empeño que ponemos en conseguir lo que queremos, es lo que le da valor a nuestros sueños. Porque cuando lo damos todo, cuando nos encontramos en ese momento en el que estamos dispuestos a perder sin que esto detenga nuestros pasos, entonces estamos preparados para llegar hasta donde nos propongamos.
Sin embargo, hay muchas barreras que tendremos que sortear. Piedras camufladas de errores, de conformismo, de miedo… Muchas ocasiones en las que saborearearemos la oportunidad de volver atrás, a nuestra zona de confort. Esa que nos llama a cada instante mientras busca justificar que regresemos a ella con cada problema que intuimos en el horizonte.
Dejar que tus miedos, que tus inseguridades y que por sistema lo que los demás digan te importe es un claro preliminar de un fracaso anunciado.
El esfuerzo que te recompensa
Seguro que has escuchado en más de una ocasión la típica frase que dice así: “si cuesta, es que vale la pena”. Este es un enunciado que pronunciamos, a veces sin darnos cuenta, con el fin de dar ánimos e impulsar a otros a no rendirse. Porque si cuesta, si te está haciendo sudar, si pone a prueba tu capacidad es que estás dando lo mejor de ti. Cuando las dificultades hacen acto de presencia no te están queriendo decir que no vales nada, ¡qué vuelvas para atrás porque no sirves! Todo lo contrario, te están retando…
La actitud respecto a las dificultades va a depender de que las veamos como un reto o como una amenaza.
Nadie que haya alcanzado sus sueños te dirá que fue fácil. Hay mucho miedo que estará presente, muchas personas que intentarán hacerte desistir de que continúes. A veces, tú mismo darás pasos hacia atrás cuando las dudas te asalten igual que si fueran un ejército en guerra, de si darás la talla o de si te quedará muy grande lo que persigues.
Todo esto es un reto. Si fuese tan fácil conseguir lo que quieres todo esto no tendría valor alguno. Estaría al alcance de cualquiera, pero esto no es así, ¿verdad? Solo unos pocos consiguen alcanzar cumbres altas.
Muchas personas dejan su trabajo estable por ir en busca de lo que realmente los llena y les hace feliz. Otras, se lanzan a la aventura con muy poco dinero en sus bolsillos. Puede que fracasen, que se den de bruces con una realidad mucho más dura de lo que esperaban. Sin embargo, esto no los para y, aunque así fuese, están felices de haberse arriesgado, de haberlo intentando.
Nunca sabrás de hasta dónde puedes llegar, de lo que eres capaz o de si lo que está en tu mente se hará realidad si no te pones en marcha
A veces se gana, otras se aprende
Pase lo que pase, siempre aprenderás y esto puede considerarse una victoria. Porque has conseguido algo que muchos no son capaces de lograr: crecer. Con cada error del que has aprendido, has crecido; con cada fracaso que te ha dado incluso más fuerzas para perseverar en lo que anhelas, te has fortalecido. Ningún esfuerzo es en vano, siempre te aportará algo positivo.
Aunque pierdas, aunque ganes, el esfuerzo habrá cubierto de valor tus sueños, pues te ha brindado muchas cosas positivas que ahora podrás utilizar para continuar hacia adelante, nunca para volver hacia atrás. Piensa en la última vez que te sentiste tan bien por haber conseguido una meta a la que considerabas que era imposible llegar.
Esa sensación, ese bienestar que te embriagaba, no lo experimentarías si no hubieras tenido que llorar, que gritar de frustración, que estresarte, que ver otras salidas cuando todas las puertas se te cerraban en las narices. Te has puesto a prueba, has estado dispuesto a perder y esto te ha hecho valorar cada paso que has dado.
Nada será perfecto ni irá sobre ruedas la primera vez que intentes algo. Pero si lo haces, si pruebas, esto estará teniendo un resultado en tu vida. Aunque ahora no lo veas, aunque ahora no lo aprecies.
Te invitamos en este momento a reflexionar sobre todo esto con este vídeo que habla del miedo, del conformismo, del pánico al error y de todo eso a lo que, seguramente, te has tenido que enfrentar en más de una ocasión.
La próxima vez que persigas una de tus tantas locuras, no te hagas pequeño ante todos esos muros que se elevarán ante ti para que no huyas de esa zona tan cómoda en la que te encuentras. Un lugar seguro, pero poco emocionante. Ten presente el feedback positivo que de alguna manera siempre obtienes cuando lo das todo, de sortear cada dificultad y de ponerte a prueba. El esfuerzo y lo que los disfrutes pondrán en valor a tus sueños sobre el camino que estás recorriendo.
Imágenes cortesía de Conceptual