El estrés en los profesores: aprendiendo a cuidar a nuestros maestros
Hay quien podría pensar que el estrés en los profesores solo repercute en ellos mismos pero nada más lejos de la realidad. A todos nos pasa que, cuando sentimos agobio y malestar, nuestro desempeño laboral se ve afectado. Esto adquiere especial relevancia si pensamos en el alcance de que la función de los maestros se vea afectada, pues son ellos quienes proporcionan gran parte de la educación a nuestros pequeños.
Por ello, es importante tener en cuenta qué podemos hacer nosotros para que el estrés en los profesores deje de ser un problema, ya que hay diversos factores externos que influyen y que nosotros podemos modificar para cuidar a unos profesionales que desempeñan una de las labores más importantes que hay.
“El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuándo se detiene su influencia”.
-Henry Adams-
El problema del estrés en los profesores
Se han llevado a cabo numerosos estudios sobre el estrés laboral en diversas profesiones. Respecto a los maestros, en la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo en España (2007) se encontró que el 54,2% del colectivo docente percibía estrés laboral. Teniendo en cuenta que esto es más de la mitad de los docentes españoles, el porcentaje es, cuanto menos, desalentador.
En la misma investigación, los resultados arrojaron que el 19,6% de los maestros consideraba que el trabajo afectaba negativamente a su salud. Pero no solo eso, porcentajes similares indicaron que también presentaban problemas para dormir, sensación de cansancio, dolores de cabeza y que se sentían tensos e irritables.
En la siguiente Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo en España (2011), se vio que un 33,9% de los profesores encuestados manifestaban sobrecarga laboral, de manera que tenían que prolongar su jornada laboral sin recibir compensación a cambio. Por desgracia, estos datos se corresponden con los encontrados en otros estudios del estilo.
“Si tienes que poner alguien en un pedestal, pon a los maestros. Son los héroes de la sociedad”.
-Guy Kawasaki-
Así, Gil-Monte (2012) manifiesta en su investigación que en torno al 50% de los docentes presentan niveles de estrés altos o muy altos. Pero no sólo eso, también ha encontrado que estos elevados niveles de estrés en los profesores predicen problemas de salud tanto física como mental. Por último, la insatisfacción y la presión en el trabajo correlacionan con sintomatología somática, depresiva y ansiosa.
¿Qué genera más estrés en los profesores?
Pero, ¿qué es lo que genera estrés en los profesores? ¿Son factores internos o externos? Respondamos a estas preguntas. Diversos estudios han encontrado que las principales fuentes de estrés en los profesores tienen que ver con los alumnos y sus familias. Así, por parte de los primeros es un estresor importante su falta de interés y de motivación, así como los problemas de disciplina en el aula.
En cuanto a las familias de los niños, supone un factor de gran estrés en los profesores la falta de reconocimiento de su trabajo por parte de los padres, así como la escasa colaboración o el poco apoyo que se aporta, en ocasiones, a su labor en la educación de los niños y adolescentes.
Es aquí donde podemos poner nuestro granito de arena para contribuir a que el estrés en los profesores disminuya. Como sociedad en general, y como familiares de alumnos en particular, debemos tomar conciencia de lo dificultosa que es su labor en ocasiones. Es importante tener en cuenta que ellos son los profesionales de la educación, por lo que es interesante llevar a cabo en casa las directrices que nos indiquen en las tutorías o reuniones.
“La profesión del educador contribuye más al futuro de la sociedad que cualquier otra profesión”.
-John Wooden-
En ocasiones estas pautas pueden ser difíciles, pero es relevante tenerlas en cuenta para que todo vaya a mejor. No sólo el clima del aula, también la convivencia en casa y la vida en general de los pequeños. Que los profesores estén motivados y vean que reconocemos su labor va a contribuir a que ellos sientan menos estrés y a que ejerzan mejor su función laboral.
Imágenes cortesía de Tra Nguyen y Lonely Planet.