El factor P de la psicopatología ¿en qué consiste?
El factor P de la psicopatología nos propone una hipótesis tan polémica como interesante. Según los psicólogos Avshalom Caspi y Terrie Moffit, existiría una dimensión capaz de explicar la tendencia de una persona a sufrir o no algún trastorno mental. Sería como una tendencia latente con una base biológica que haría que un niño, por ejemplo, desarrollara un trastorno límite de la personalidad o un trastorno negativista desafiante.
Los estudios realizados, así como los datos genéticos, parecen ser hasta el momento muy consistentes. Ahora bien, aunque a grandes trazos podamos sacar la conclusión de que buena parte del universo psicopatológico humano estaría quizá en el ADN, hay matices importantes. Al factor P se le añade también la historia familiar del individuo, es decir, el contexto social, la educación y hasta el historial clínico de los padres.
Asimismo, esta hipótesis también resulta interesante por otro aspecto. A la hora de realizar un diagnóstico mental es común concebir los trastornos como entidades independientes. Sin embargo, algo que se ha visto a lo largo de todas estas décadas es que hay una elevada comorbilidad. Es decir, cuando alguien sufre un trastorno de conducta alimentaria siempre hay muchas más condiciones detrás.
Puede haber una depresión, ansiedad y hasta un trastorno obsesivo-compulsivo. Por tanto, este factor nos propone que una parte de las condiciones mentales son comórbidas, recurrentes y forman parte de un continuo.
El factor P de la psicopatología y su implicación clínica
El factor P de la psicopatología surgió como analogía del factor G de la inteligencia propuesto por Charles Spearmanen 1904. Este último constructo definía la inteligencia general de la persona, la que tendría además un componente hereditario y que se mantendría estable en el tiempo. Los psicólogos Avshalom Caspi y Terrie Moffit, por su parte, nos propusieron algo similar en el campo de la psicopatología.
Así, en un estudio realizado en la Universidad de Duke (Estados Unidos) y el King’s College London nos definen muy bien esta hipótesis que ha ido cogiendo fuerza y relevancia con el tiempo. A saber, existe evidencia de que muchos trastornos son comórbidos, es decir, se relacionan unos con los otros, surgen juntos, tienen origen genético y son estables en el tiempo.
Conozcamos más aspectos para entender la trascendencia del factor P.
El problema de los diagnósticos en psiquiatría
A la hora de realizar un diagnóstico en psicología usamos el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Este sistema se basa en una idea y es ver los trastornos mentales como entidades independientes que tienen categorías distintas. Algo que se aprecia con frecuencia es que un paciente puede cumplir varios criterios, con lo que rara vez se evidencia un solo trastorno psicológico.
Es interesante saber, por ejemplo, que a la hora de hablar de las condiciones psicológicas infantojuveniles, los podemos categorizar en trastornos internalizantes o externalizantes (Achenbach et al, 1983; Quay et al., 1987).
Así, dentro de los primeros estarían desde la depresión, las fobias, los problemas de sueño, etc. En el grupo de los externalizantes tendríamos desde el el trastorno negativista desafiante (TND), el trastorno explosivo intermitente (TEI) al tr astorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) …
Es decir, a la hora de entender la psicopatología infantil ya se percibía que existen muchas condiciones psicológicas relacionadas y que forman parte de un continuo. Lo mismo sucede con muchos diagnósticos de trastornos de personalidad; en estos se sabe que hay también una gran comorbilidad con diagnósticos del estado de ánimo.
El factor P de psicopatología y la tendencia a desarrollar un trastorno
El factor P de psicopatología no solo nos propone la hipótesis de que buena parte de los trastornos psiquiátricos están relacionados entre ellos. También nos revela que es posible identificar la predisposición de las personas a desarrollar algún trastorno psicológico. ¿Y de qué manera podemos saber, por ejemplo, que nuestros hijos tienen ese riesgo?
El departamento de epidemiología médica y bioestadística de Estocolmo (Suecia) llevó a cabo un interesante estudio al respecto del factor P de psicopatología. Se llevó a cabo un análisis del genoma para descubrir lo siguiente:
- Hay un mismo marcador genético que evidencia la aparición de la esquizofrenia, los trastornos bipolares, esquizoafectivos, los trastornos de atención e hiperactividad e incluso la mayor tendencia de desarrollar conductas adictivas.
- ¿Quiere decir esto que si nos hicieran un análisis genético al nacer sabrían si vamos a sufrir una adicción a las drogas o un trastorno bipolar? La respuesta es no, pero sabríamos si tendríamos un mayor riesgo. Aunque hay que considerar además, factores sociales, familiares, educacionales, etc.
La variable del maltrato infantil la más determinante
El factor P de psicopatología nos es interesante por otra cuestión relevante. Trabajos de investigación, como el realizado en el Centro de psiquiatría del King’s College de Londres, inciden en la relevancia del trauma infantil como desencadenante de buena parte de los trastornos del ánimo, personalidad, ansiedad, trastornos de conducta, mayor riesgo de conductas delictivas, etc.
Una vez más, aunque la genética sea un elemento importante, el haber sufrido maltratos en la infancia constituye un elemento decisivo para constituir el factor P y con él la probabilidad de sufrir uno (o varios) problema psicológicos. Como vemos, esta hipótesis y este modelo para entender los trastornos psicopatológicos, es altamente interesante.
Aún más, se espera que en los próximos años aparezcan más trabajos al respecto para mejorar un poco más los diagnósticos y sobre todo los tratamientos y abordajes psicológicos. Estaremos pendientes.
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- Caspi, A., Houts, R. M., Belsky, D. W., Goldman-Mellor, S. J., Harrington, H., Israel, S., Meier, M. H., Ramrakha, S., Shalev, I., Poulton, R., & Moffitt, T. E. (2014). The p Factor: One General Psychopathology Factor in the Structure of Psychiatric Disorders?. Clinical psychological science : a journal of the Association for Psychological Science, 2(2), 119–137. https://doi.org/10.1177/2167702613497473
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