El lavado de cerebro: técnicas de persuasión coercitiva
Varias son las películas que nos hablan del lavado de cerebro, como las que muestran como los comunistas en Vietnam lavaban el cerebro de los soldados estadounidenses. Sin embargo, lejos de la dramatización de estas películas, el lavado de cerebro se entiende mejor si lo llamamos persuasión coercitiva, la cual consiste en influir, obligando. Este tipo de persuasión es el más fuerte e invasivo, generalmente practicado por sectas, estados totalitarios, organizaciones terroristas y secuestradores, entre otros.
Lavar el cerebro de una persona o, más correctamente, ejercer la persuasión coercitiva, no es sencillo. Para que un individuo cambie todo su sistema de creencias, su forma de pensar, sentir y actuar, hay que usar varias técnicas. Estas técnicas de persuasión coercitiva se pueden dividir en cuatro tipos: las técnicas de tipo ambiental, las de tipo emocional, las de tipo cognitivo y las que inducen estados disociativos.
Técnicas de tipo ambiental
Este tipo de técnicas intervienen sobre el entorno o medio ambiente del sujeto controlándolo o manipulándolo. Su cometido es debilitar las resistencias para facilitar la persuasión. Algunas de las técnicas de persuasión coercitiva de tipo ambiental se exponen a continuación:
- Aislamiento: sirve para dar mayor eficacia a la persuasión y consiste en encapsular al sujeto del mundo psíquico, del social y del físico. En otras palabras, aislarlo completamente.
- Control de la información: El control y la manipulación de la información constituyen una forma de aislamiento. Con menos información, la consecuencia va a ser que tenga menos alternativas a la hora de elegir y un pensamiento menos crítico.
- Creación de un estado de dependencia existencial: consiste en hacer que la existencia de una persona dependa de otra persona, por lo general un líder. Su práctica consiste en satisfacer las necesidades primarias y secundarias hasta crear una dependencia total.
- Debilitamiento psicofísico: un debilitamiento físico se asocia a un debilitamiento psicológico, lo que, a su vez, conlleva un debilitamiento de la capacidad de resistencia a las técnicas de persuasión.
“Como se trata de lo superfluo, se recurre a mecanismos de propaganda, de marketing y de persuasión para inducir a las personas a consumir y a hacerlas creer que lo superfluo es necesario y una fuente secreta de felicidad”.
-Leonardo Boff-
Técnicas de tipo emocional
Las motivaciones están condicionadas emocionalmente, por lo que si se logra influir en las emociones, estas influirán en las motivaciones y, a la vez, en los comportamientos. A continuación se exponen dos técnicas de persuasión coercitiva de tipo emocional:
- Activación emocional del gozo: consiste en conmover agradablemente. Se usa para atraer a los adeptos, para captarlos.
- Activación emocional del miedo, la culpa y la ansiedad: mediante el uso de premios y castigos se instauran respuestas emocionales de miedo, culpa y ansiedad. Estas emociones fomentan la dependencia y la sumisión.
Técnicas de tipo cognitivo
Este tipo de técnicas de persuasión coercitiva están mediatizadas por las anteriores técnicas. Un sujeto debilitado físicamente y con sentimiento de culpa es perfecto para realizar una persuasión cognitiva. En adelante se describen algunas de estas técnicas:
- Denigración del pensamiento crítico: consiste en mostrar la invalidez de seguir sus propios pensamientos. Cada vez que estos sufren, se los reprime o denigra.
- Uso de la mentira y el engaño: consiste en distorsionar la realidad y la información mediante la ocultación, la mentira o el engaño.
- Demanda de condescendencia: instaurar el pensamiento grupal o conformarse con lo que el grupo decide es otra de las estrategias. En otras palabras, desarrollar un hábito de conformidad y sumisión.
- Identificación con el grupo: la identidad tiene que hacerse colectiva de modo que cada individuo pierde su personalidad y adopta la del grupo. Esta presión puede hacer que los individuos se desindividualicen, pierdan aquellos factores identitarios que los distinguen.
- Control de la atención: manipulando la presentación de estímulos se puede controlar la atención hacia los puntos de persuasión.
- Control sobre el lenguaje: controlando el lenguaje se puede disminuir la libertad. Suprimiendo palabras se pueden evitar determinadas preguntas o valoraciones.
- Alteración de las fuentes de autoridad: una vez se han derribado todos los principios de autoridad de una persona, se expone una autoridad total. Esta figura de autoridad recoge todo el poder y los demás están sometidos a ellos.
“Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: armas o lógica. Fuerza o persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas”.
-Ayn Rand-
Técnicas de inducción de estados disociativos
La disociación se corresponde con estados de trance que surgen de la intensificación de una experiencia. Estos estados llevan a la pérdida momentánea de la conciencia y de la identidad, y son más probables en ambientes totalitarios. Además, estos estados de conciencia hacen más vulnerables a los adeptos, por lo que se les puede dirigir limitándoles las opciones posibles y reduciendo su capacidad para evaluarlas.
En fin, la persuasión coercitiva, también conocida como lavado de cerebro, consiste en manipular el ambiente para debilitar a los sujetos. A partir de ahí, la persuasión cognitiva y emocional van a cambiar su forma de pensar y sentir para, finalmente, llevarlo a estados de trance en los que es más fácil persuadir.
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- Rodríguez-Carballeira, Á. (1992). El lavado de cerebro. Psicología de la persuasión coercitiva. Barcelona: Editorial Boixareu Universitaria.