El miedo a envejecer

El miedo a envejecer
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 29 mayo, 2018

Woddy Allen, con su habitual humor e inteligencia dijo: “La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.” Esa frase nos da una dimensión muy real de lo que significa envejecer y de lo poco natural que es luchar contra el paso del tiempo y el miedo a envejecer.

En los últimos años se han extendido mucho las cirugías estéticas, mediante las cuales se intentan borrar las arrugas y las consecuencias de los años por simple miedo. Pero, ¿y si nos aceptáramos tal y como somos y disfrutáramos de cada momento en lugar de pensar tanto en nuestro aspecto?

Es evidente que hay que cuidarse, comer sano y hacer deporte, pero hemos visto a actores y actrices cambiar tanto su cara para evitar envejecer que parecen otra persona, han perdido totalmente su identidad. ¿Por qué tenemos tanto miedo a envejecer?

“Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.”

-Georg Christoph Lichtenberg-

Hay un momento en el que caminamos por la calle y un adolescente nos pide algo dirigiéndose a nosotros como “señor” o “señora”. En un segundo todo cambia, porque somos conscientes del paso del tiempo y de que ya no somos los jóvenes que pensábamos, a pesar de que mantengamos nuestro espíritu juvenil intacto.

Gerascofobia: el miedo a envejecer

Mujer con miedo a envejecer mirándose a un espejo
Una fobia es un temor irracional que puede llegar a afectar a nuestra calidad de vida y provocar un cuadro significativo de ansiedad. Las personas que sufren gerascofobia tienen miedo a envejecer y viven atemorizadas por el deterioro que sufren debido al paso de los años.

Esto sucede porque en muchos casos, la vejez se asocia a aspectos negativos como las enfermedades, la pérdida de movilidad, el cambio de apariencia y las arrugas en la cara, y, en general, al empeoramiento del estado de salud.

La gerascofobia suele empezar a desarrollarse a los treinta años, cuando empiezan a aparecer algunas señales del paso del tiempo, y puede llegar, en determinados casos, a producir cierta ansiedad.

Como causas de este miedo a envejecer tan irracional, podemos considerar varias, como relacionar la vejez solo con aspectos negativos. Se olvida el aprendizaje y la sabiduría que nos dan el paso de los años.

Otra causa de este miedo puede ser la imagen que transmiten los medios de información o el valor que existe en nuestra cultura en relación a la juventud. Y una de las causas más importantes, quizás sea el miedo a estar solos e indefensos durante los últimos años de nuestra vida.

Razones para no tener miedo al paso de los años

No cabe duda de que el paso de los años nos aporta una experiencia y una sabiduría que no se pueden adquirir de otra forma. Hablamos de elementos positivos que merecen un reconocimiento por el gran valor que tienen y que son precisamente los que debemos valorar al cumplir años.

A continuación, os proponemos algunas razones para no tener miedo a envejecer y para que sepamos ver el lado bueno de esa época dorada:

El valor de la sabiduría

A medida que cumplimos años, adquirimos experiencias y habilidades que nos permiten afrontar de otra forma los altibajos de la vida. La sabiduría que nos aporta el paso del tiempo, nos permite tomar decisiones, asumir miedos y mantenernos serenos ante situaciones complicadas.

“Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.”

-Facundo Cabral-

Aprender a saber quién eres

Con la experiencia que adquirimos a lo largo de nuestra vida aprendemos a saber quiénes somos, a conocernos y a gestionar nuestros defectos y nuestras virtudes.

Aprendemos a ser más auténticos porque dejamos atrás el miedo a lo que dirán o pensarán otras personas. Conocerse en profundidad es uno de los trabajos más complicados que realizaremos a lo largo de nuestra existencia, pero también uno de los más gratificantes.

Sentirte cómodo

Cuando somos jóvenes nos importa mucho nuestra apariencia, lo que decimos y lo que hacemos. Pero, con el paso de los años aprendemos a querernos y valorarnos, a vivir en paz con nosotros mismos. Nuestra autoestima se hace sólida y nos respetamos profundamente a nosotros mismos para llegar a sentirnos más cómodos.

“La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.”

-Galileo Galilei-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.