El ostracismo en la pareja, ¿en qué consiste?
Existe una forma de maltrato psicológico en las relaciones sentimentales que podríamos denominar como ostracismo en la pareja. En la Antigua Grecia, para castigar a aquellos considerados como peligrosos, se les sometía a un destierro y aislamiento. Esta exclusión acababa convirtiéndose en una dura condena para la persona, pues sin la protección y la consideración del pueblo, no sobrevivía.
En el terreno de la pareja, desgraciadamente, a veces podemos encontrarnos con este ostracismo. Suelen ser parejas en las que el pilar fundamental de la comunicación brilla por su ausencia. Normalmente es uno de los miembros el que lleva a cabo el ostracismo hacia el otro. Esta indiferencia incluye comportamientos como ignorar a la pareja, no atender sus necesidades comunicativas o emocionales o hacerle el vacío durante un tiempo sustancial.
Para que se lleve a cabo una correcta comunicación, esta debe gozar en su composición con tres elementos básicos: un emisor, un receptor y un mensaje. En este tipo de relaciones basadas en la frialdad emocional, hay un mensaje y un emisor, pero no existe receptor.
La persona que ejerce el ostracismo no está dispuesta a comunicarse con su pareja, se niega a escucharla e intenta acallarla por medio de conductas características, como no coger el teléfono o marcharse del hogar en el que conviven.
“A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada”.
-J. K. Rowling-
Señales de que estás sufriendo ostracismo en la pareja
Podemos saber si nuestra pareja está ejerciendo el ostracismo atendiendo a diferentes señales. Son las siguientes:
- Negación a mantener una conversación sobre algún tema conflictivo. Es normal, incluso saludable, que las parejas discutan. La clave reside en cómo se gestionan las discusiones. Cuando existe ostracismo en la pareja, lo que ocurre es que hay un miembro que quiere dialogar para solucionar el conflicto o llegar a un acuerdo, pero el otro no secunda su actitud. Se puede dar incluso el caso de que el miembro que quiere hablar se quede hablando solo, como si lo hiciese con la pared, mientras el otro le ignora. Podemos imaginarnos el daño que esta situación, repetida en el tiempo, puede generar en la autoestima de la víctima.
- Ignorar las preguntas o responder con monosílabos. Es muy frecuente que la persona que lleva a cabo el ostracismo responda con monosílabos, extinguiendo las manifestaciones de atención que le hace el otro. El objetivo es que el otro termine cansándose y deje de hablar. El problema es que esto genera un gran malestar en la pareja que no se resuelve y se va acumulando.
- Evitar todo tipo de contacto, físico y visual. La víctima no se siente querida en estas situaciones, sino al revés: siente un rechazo muy amargo, de hecho puede aparecer la idea de que produce asco en el otro. Esto repercute directamente en la autoestima, ya que la persona puede acabar creyendo que no merece afecto o contacto, que no es deseable o atractiva, etc.
- No acompañar a eventos sociales. Es cierto que cada uno debe poder conservar su esencia en el seno de la pareja, pero también es verdad que la pareja está para corresponder y apoyar. Si tu pareja jamás te acompaña a un evento, reunión, cita, etc., es probable que no esté teniendo en cuenta este tipo de necesidades.
- No obtener apoyo incondicional. Muy unido al anterior. Se supone que la pareja es una entidad que existe para otorgar y recibir amor y apoyo. Si tu pareja anula tus planes, tus sueños o tus proyectos, no te acompaña, no te da aliento o motivación al respecto, no te está apoyando de forma incondicional.
- No mostrar afecto. A pesar de todo lo que pueda ocurrir -dentro de unos límites- la pareja se quiere. Esta realidad debería ser un pilar para buena parte de lo que se construya. Se puede discutir, pero siempre con afecto, respecto e intentado alcanzar acuerdos que beneficien a los dos.
¿Qué siente la víctima?
El ostracismo en la pareja, como ya hemos comentado, se vuelve patente en diferentes conductas o señales. A veces pueden pasar desapercibidas ya que no es un maltrato físico o psicológico directo. No existen insultos ni humillaciones verbales. El problema es que incluso de este modo, el ostracismo puede hacer más daño que la agresión directa.
A veces la víctima se auto-engaña con excusas para no dejar la relación ya que piensa que esta indiferencia no es más que un comportamiento pasajero. También es normal que pueda llegar a pensar que su pareja tiene esa forma de ser y que es su misión tolerarla y ser flexible o que simplemente “no es para tanto”. Incluso algunas personas de su entorno le pueden hacer creer que todo el mundo tiene defectos y que ese es el de su pareja. Por lo tanto, está destinada a tener que soportarlo.
Pero en el fondo, la víctima sufre cada día ya que no puede anticipar en qué momento su pareja va a comenzar a ignorarla. También es frecuente que se encuentre de forma perpetua en un estado de ansiedad intensa: en cada situación de este tipo, va acumulando mensajes no expresados y asuntos inconclusos.
Por otro lado, también es habitual que la víctima sienta miedo. No puede expresarse ni comunicarse porque su experiencia le dice que, si lo hace, puede volver la indiferencia y, por lo tanto, también el dolor y la tristeza que genera.
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- Delgado, J. (2017). Frialdad emocional: La violencia invisible que destruye a las personas. Muhimu: https://muhimu.es/salud/frialdad-emocional-violencia-invisible/
- Congost, S. (2017). Si duele, no es amor. Editorial Zenith