El otoño de la vida
“…lo que la juventud encontró fuera; en el otoño de la vida, tanto el hombre como la mujer lo encontrarán dentro.”
Con el paso de los años quizás tenemos algunas arrugas de más, hemos engordado algunos kilitos o ya no podemos usar los tacones de antes con la misma energía; pero hemos ganado tantas cosas, que es un tiempo maravilloso para disfrutar de lo conseguido y de lo que aún está por venir.
Te has vuelto un poco más sabia, hay menos temores, estás más segura de ti misma y ya hay pocas cosas que te asusten. Y es que en esta sociedad en la que la juventud es uno de los mayores atributos de la mujer, hemos olvidado la gratitud que dan los años, la sabiduría, la templanza o el coraje, por no decir ese atractivo especial que se consigue a los 50, si realmente se desea.
Ahora somos el referente de muchas mujeres más jóvenes que nosotras que aún tienen un largo recorrido por hacer; también hemos conseguido una seguridad que trasmitimos a los demás y que puede resultar realmente sexy.
Porque la belleza no solo está en un cuerpo bonito o una cara sin arrugas… la belleza también está en la forma de hablar, de caminar, de moverse o de mirar… y a veces eso sólo lo dan los años.
Quizás ya no seamos tan atractivas a los ojos de algunos como antaño, pero aún tenemos capacidad para enamorarnos y enamorar si queremos, es tan solo una cuestión de actitud y no de físico. También los hombres ganan canas y arruguitas y ¿no te parecen sexys?
Además ya no queremos ser la más bonita del baile y eso te da tranquilidad; ya no estamos tan pendientes de llevar la pestaña colocada como de pasar un buen rato, de disfrutar de las buenas compañías o de bailar sin estar atentas si nos miran o no, y eso no tiene precio…
Y es que ahora hemos conseguido un encanto especial, que tan solo logramos con el paso del tiempo, como los buenos vinos.
Y es que nuestra forma de ser y de estar nos dan una belleza, mucho más profunda que el cuerpo de hace años. Y esa seguridad que hemos ganado con el paso del tiempo, nos hace mucho más felices, estamos más contentas con nosotras mismas y eso se lo trasmitimos a los demás.
Con cariño si estás pasando la menopausia…
-Haz ejercicio físico. Te ayudará a aliviar los síntomas de la depresión, a fortalecer tus huesos y músculos; además liberarás endorfinas, la hormona de la felicidad. El yoga, la natación o caminar a ritmo ligero media hora al día son muy buenos ejercicios.
-Comparte experiencias con mujeres que están en tu misma situación. Sentirse apoyada y comprendida es muy importante en cualquier etapa de la vida.
-Habla con tu pareja. Cuéntale tus inquietudes, tus temores de ahora. El diálogo es la mejor terapia para solucionar nuestros conflictos interiores.
-Ponte guapa para ti misma. Las mujeres nos sentimos mejor cuando estamos arregladitas aunque sea para estar en casa y para nosotras mismas, no para nadie más. Sal a la perfumería y compra una barrita de labios, ¡cosas de mujeres!
-No caigas en los viejos estereotipos. La mujer menopáusica no es ya una mujer vieja, sin atractivo o sin deseo sexual. Sharon Stones, Meryl Streep, Demi Moore… ¿No siguen siendo mujeres atractivas y con un encanto especial?
-Lleva una dieta sana y equilibrada. Con una dieta sana y el ejercicio físico puedes mantener una bonita figura.
Y sobre todo ¡Sé feliz! Tú eres dueña de tu vida, haz que te sea bonita.
Imagen cortesía de Robert Kneschke