Elaine Aron y la alta sensibilidad: algunas curiosidades
En 1991, la Doctora Elaine Aron hizo un gran descubrimiento: la alta sensibilidad. Desde entonces, su exitoso libro de ventas internacional La persona altamente sensible se ha traducido a 17 idiomas.
Su investigación se publica en revistas revisadas por pares de primer nivel, como The Journal of Personality and Social Psychology and Brain and Behavior Journal. Elaine Aron descubrió evidencias de que no solo 1 de cada 5 personas es altamente sensible, sino que el rasgo se daría en el mismo porcentaje en más de 100 especies más. Defiende que es un rasgo innato que se encuentra en el 20 % de la población y explica por qué debería ser de interés para todos.
Hubo un tiempo en el que todos vivíamos en pequeños grupos, en los que naturalmente sabíamos quién era sensible y quién no. Valorábamos lo que cada uno aportaba a la supervivencia del conjunto. Hemos perdido ese conocimiento mutuo y necesitamos recuperarlo. En particular, el 80 % ha perdido la comprensión del 20 %, lo que lleva a muchas oportunidades perdidas para ambos grupos.
La doctora en psicología Elaine Aron
La psicóloga y doctorada Elaine Aron realizó una investigación sistemática sobre la alta sensibilidad y sobre cómo funciona en humanos en la década de 1990. Quería compartir su conocimiento con el público en general y enfatizar en los aspectos positivos de la alta sensibilidad, que durante mucho tiempo fue falsamente sinónimo de introversión, inhibición, ansiedad, timidez y depresión.
Formada en el Instituto CG Jung de San Francisco, Elaine N. Aron es psicoterapeuta e investigadora en psicología. Es reconocida internacionalmente por su trabajo sobre la hipersensibilidad y ha publicado varios bestsellers sobre el tema, como Hipersensibles, conocerse mejor para aceptarse a uno mismo y Mi hijo es muy sensible.
La alta sensibilidad, según Aron
Persona altamente sensible, o PAS, es un término acuñado por la psicóloga Elaine Aron. De acuerdo con la teoría de Aron, las PAS son un subconjunto de la población que tiene un alto rasgo de personalidad conocido como sensibilidad de procesamiento sensorial o SPS.
Aquellos con altos niveles de SPS muestran una mayor sensibilidad emocional, una mayor reactividad a los estímulos externos e internos (dolor, hambre, luz y ruido) y una vida interior compleja. En general, se cree que entre el 15 – 20 % de la población es altamente sensible.
Además, se piensa que las PAS están más perturbadas que otras por la violencia, la tensión o los sentimientos de agobio. Como resultado, pueden hacer esfuerzos concertados para evitar situaciones en las que es probable que ocurran tales cosas.
En el extremo más positivo del rasgo, se cree que la alta sensibilidad está relacionada con niveles altos de creatividad, relaciones personales más ricas y una mayor apreciación de la belleza.
Introversión y extraversión en PAS
Alta sensibilidad no es sinónimo de introversión, pero muchas PAS (aproximadamente el 70 %, según Aron) se identifican como introvertidas. La introversión se refiere a un rasgo de personalidad en el que alguien se “recarga” al estar solo, mientras que la alta sensibilidad abarca la sensibilidad emocional, física y sensorial.
Aunque la alta sensibilidad se superpone más a menudo con la introversión, Aron argumenta que hasta el 30 % de las PAS en realidad son extrovertidas, aunque los demás pueden percibirlas como tímidas.
DOES o los 4 pilares
Para recordar mejor las características que abarcan este rasgo de temperamento, la Dra. Elaine Aron creó el acrónimo DOES:
- D – Profundidad de procesamiento
- O – Sobreestimulación o sobreestimulación
- E – Respuesta emocional/empatía o empatía/receptividad emocional
- S – Sensible a las sutilezas
Este acrónico es por tanto sinónimo de “alta sensibilidad” y es que cada persona altamente sensible tiene algo (más o menos) de cada letra. Es cierto que cualquiera puede ser empático (E), pero si esa persona no se sobreestimula rápidamente (O), no es muy sensible.
1. El procesamiento profundo de la información
La investigación con imágenes de resonancia magnética del cerebro muestra que la persona altamente sensible procesa la información sensorial con más frecuencia, durante más tiempo y más a fondo que la persona promedio.
Por ejemplo, cuando quieres recordar un código de una tarjeta de crédito (porque no tienes nada donde anotarlo), haces muchos trucos mentales porque no quieres olvidarlo: repites el código, intentas encuentras una lógica en ello, haces comparaciones con otras cosas. La persona altamente sensible hace esto todo el tiempo, consciente o inconscientemente (es decir, también mientras duerme).
Cuando tomas una decisión sin saber cómo llegaste allí, es tu procesamiento profundo inconsciente el que te está hablando. Se llama intuición y la persona altamente sensible generalmente tiene muy buena intuición. Y cuando toma una decisión consciente, puede ser más lento que los demás (pero no siempre); eso se debe a que sopesas los pros y los contras con mucho cuidado, lo que también es un procesamiento profundo.
2. La sobreestimulación
La persona altamente sensible se caracteriza por percibir cada pequeño detalle en una situación. Si la situación es complicada (pasan varias cosas para recordar al mismo tiempo), intensa (ruidos, aglomeraciones) o se prolonga demasiado (dos horas de transporte público todos los días) parece lógico que se canse más rápido que la persona promedio, ya que tiene que pensar profundamente en todo lo que percibe a su alrededor.
De hecho, la persona altamente sensible se sobreestimula rápidamente y su umbral de tolerancia al estrés es generalmente bastante bajo. Muchas personas muy sensibles (también extrovertidas) han aprendido a evitar situaciones demasiado estimulantes.
La estimulación no es necesariamente física, también puede ser social y puede ser una consecuencia de las emociones intensas (y los nuevos pensamientos que generan).
3. La empatía o receptividad emocional
La persona altamente sensible se caracteriza por tener emociones más intensas. Otros estudios con imágenes de resonancia magnética del cerebro muestran que reaccionan más que los demás a las circunstancias negativas, pero también a las positivas.
De hecho, reaccionan más que una persona que no tiene alta sensibilidad, especialmente a imágenes con una connotación positiva (pastel de cumpleaños, cachorro, gatito, etc.). Esto es aún más cierto si la persona altamente sensible tuvo una infancia “buena” (aceptación, apego emocional, sensación de seguridad, etc.).
Según los estudios de la Dra. Elaine Aron, una persona muy sensible que haya tenido una infancia “difícil” (falta de apego afectivo, abandono, etc.) corre el riesgo de desarrollar timidez, depresión o ansiedad. Y una persona adulta que lleva una vida muy estresante con posibles traumas corre el riesgo de tener problemas.
4. La sensibilidad a las sutilezas
La persona altamente sensible se caracteriza por captar más información con sus cinco sentidos (al menos, el 80 % entra por los ojos). El lenguaje corporal (señales no verbales) del otro, su estado de ánimo, su autenticidad o credibilidad.
Ahora bien, no todas las personas altamente sensibles tienen agudizados los cinco sentidos. Mucha gente piensa que tener los cinco sentidos es el núcleo de la alta sensibilidad, pero esto no es cierto. Es lo que hace el cerebro con los estímulos que importan.
La sensibilidad a las sutilezas es útil para muchas cosas y es parte de una estrategia de supervivencia de la PAS (observar peligros, aprovechar oportunidades). En cambio, cuando la persona altamente sensible está cansada, realmente no nota mucho y solo tiene una cosa en mente: descansar sin un estímulo adicional.
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- Ferrer-Cascales, R., Ruiz-Robledillo, N., Albaladejo-Blázquez, N., Sánchez-Sansegundo, M., Fernández-Alcántara, M., Rubio-Aparicio, M., & Costa-López, B. Sensibilidad del procesamiento sensorial. Identificación de la alta sensibilidad. Apoyando el desarrollo de niños altamente sensibles.
- Naegeli, A. S. (2018). Vivir con alta sensibilidad: entre el talento y la fragilidad. Herder Editorial.
- Sensitivity and the Power to Endure : "Sensory-Processing Sensitivity and Its Relation to Introversion and Emotionality" de Elaine N. Aron y Arthur Aron, Journal of Personality and Social Psychology, 1997.