PAS: Personas altamente sensibles
Existe un porcentaje de población que resulta afectado por diferentes estímulos en una medida más amplia que el resto, y por consiguiente reaccionan de manera más exagerada ante los mismos. Las personas altamente sensibles (PAS) se caracterizan por vivir la vida de una forma mucho más intensa que el resto de las personas.
Estas personas poseen una facultad o percepción interna que les hace mantenerse en estado de alerta de todo cuanto ocurre a su alrededor. Cuando uno se reconoce como hipersensible, probablemente tenga dudas si es portador de un don o de una maldición.
“No despreciéis la sensibilidad de nadie. La sensibilidad de cada cual es su auténtico genio.”
-Charles Baudelaire-
Características de las personas altamente sensibles
Hablamos de personas sensibles e introvertidas, conscientes de que el entorno que les rodea les resulta más complicado y difícil que al resto de la gente, y puede que le molesten las luces brillantes de un semáforo o les depriman las escaleras curvadas de su despacho mientras a los demás les traen sin cuidado.
Pero lo que más afecta a sus sentidos es la forma de ser habitual de la gente, interpretando a la mayoría de personas que forman su entorno como hombres y mujeres carentes de sensibilidad, superficiales e indiferentes.
Rasgos distintivos de una persona altamente sensible
Las personas altamente sensibles suelen encajar en un determinado perfil o estereotipo: dotados de intuición y gran empatía, buscan gustosos la soledad mientras demuestran una conexión emocional enorme con los demás. La timidez es un recurso en su relación social, al igual que su capacidad altísima para percibir cualquier muestra de belleza.
Toleran con cierto grado de dificultad estímulos (sonoros, auditivos, olfativos), que al resto de las personas pueden resultarle imperceptibles, como luces y ruidos estridentes, olores poco agradables, el caos, el desorden. Cualquier situación que implique cambios, hablar públicamente, sentirse observados, son desencadenantes del despertar de su sensibilidad y restan su capacidad para pensar.
Pero si un rasgo llama la atención en las personas hipersensibles, es que tienen una aguda percepción de todo aquello que a los demás les parece sutil. Son perfectamente capaces de darse cuenta al momento si alguien miente o les está ocultando algo, de si hay un cambio en las emociones o de pequeños detalles del comportamiento que cualquier otro pasaría por alto.
Si estas personas conviven en una sociedad que valora y premia la dureza, la extroversión, la contención de emociones frágiles y delicadas; sin dudarlo, es fácil se sientan incomprendidas, menospreciadas, diferentes, incluso se imaginarán ser pasajeros de un avión donde vuelan en tercera clase.
Ni una maldición, ni un trastorno ni una patología
La primera lección para las PAS, es entender que ser tan sensible no es un don, ni una maldición
“El valor de un hombre para su comunidad suele fijarse según cómo oriente su sensibilidad, su pensamiento y su acción hacia el reclamo de los otros.”-
-Albert Einstein-
El sistema nervioso de estas personas que suele estar bastante acelerado. Por ello, es importante que las personas altamente sensibles eliminen de su dieta sustancias como la cafeína o el alcohol. Y, por supuesto, deben evitar situaciones estresantes y también la ansiedad. Aumentar las horas dedicadas al descanso y prolongar el sueño es la mejor manera de cuidarse.
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