¿Eres capitán o grumete de tu destino?

¿Eres capitán o grumete de tu destino?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 28 agosto, 2020

Uno de los tantos efectos negativos que el actual contexto de crisis está consiguiendo, es el hecho de que muchas personas caigan en lo que se llama “La indefensión aprendida”. Este término fue acuñado por Martin Seligman en los años 70, y nos explica básicamente, que algunas personas que están atravesando situaciones negativas acaban tirando la toalla en su sentido más estricto, al pensar que ningún esfuerzo vale la pena. Que hagan lo que hagan nada va servir para cambiar su situación.

Caen en la indefensión y la aceptan, sin más. En ciertos momentos de nuestra vida puede ocurrirnos esto. Pensar que por razones ajenas a nosotros no vamos a poder mejorar nuestra realidad, que no vamos a alcanzar aquello que deseamos. Simplemente, nos dejamos llevar. Como si fuésemos polizones de nuestra propia vida, abandonados al vaivén de las olas, ahí donde cabe la misma posibilidad de llegar a buen puerto, como acabar perdido y eternamente a la deriva. ¿Cómo afrontarlo? ¿Cómo tomar nuestra propia determinación y guiar el timón de nuestras vidas?

EVITA TU PROPIA INDEFENSIÓN

No hay que tener lástima de uno mismo. Tirar la toalla es el primer paso para convertirse en víctima, y no esto no es bueno. Si perdemos el respeto hacia nosotros mismos entonces empezamos a perderlo todo y podemos acabar cayendo en una depresión. Pensar que todos y cada uno de nosotros tenemos derecho a ser felices y a encontrar nuestra propia felicidad es indispensable. Intenta separar lo que te rodea de ti mismo y empieza a hacerte preguntas. ¿Cómo me siento ahora mismo? ¿Qué es lo que desearía para mi? ¿Qué puedo hacer hoy para alcanzar mis deseos? Cualquier paso, por pequeño que sea, nos hará sentirnos mejor. Todo esfuerzo construye puentes y derrumba muros.

EVITA PENSAR QUE TODA SITUACIÓN ES PERMANENTE

Es esencial. Podemos estar pasando un mal momento, ya sea personal o laboralmente. Puedes tener problemas en casa, con tu pareja o puede que te sea difícil encontrar un trabajo. Estas situaciones no son permanentes, y para que no lo sean también requiere de nuestra propia voluntad para buscar un cambio hacia mejor. Asumir y rendirse es introducirse en el túnel de la indefensión, en ese camarote cerrado como polizón que no ve ni puertas ni ventanas. Nada es eterno. Hemos de pensar que toda situación, por negativa que sea, va a ser pasajera.

ACOTA LOS PROBLEMAS

También es interesante que aprendamos a acotar los problemas. Es decir, si yo fracaso en una relación, no debo pensar que soy una persona que merece estar sola y que jamás encontrará una persona adecuada. Si yo no encuentro trabajo, evitaré pensar que esta situación se va a prolongar para siempre y que jamás lo lograré. Hemos de asumir la responsabilidad de nuestros problemas, desde luego, pero siempre con un equilibrio y limitando parcelas. Si he fracasado en mi última relación, tal vez a la próxima tenga más suerte. Si no encuentro trabajo, tal vez sea el momento de trasladarme a otra ciudad y probar suerte… Siempre existen nuevos rumbos que traen nuevas posibilidades.

CONFÍA EN TU PROPIA CAPACIDAD

Creer en uno mismo es el principal motor capaz de empujarnos hacia lo que merecemos. Has de recordar todas esas veces en que tu esfuerzo te trajo grandes recompensas, todas las experiencias buenas que has vivido y que mereces repetir. No focalices tu mirada solo en los momentos negativos, esas lagunas que solo han de servirnos para aprender y salir más fortalecidos de ellas. Si crees en tus propias capacidades, en tus recursos como persona y comprendes que te mereces siempre lo mejor, entonces lograrás encontrar las fuerzas suficientes para volver a coger el timón de tu vida y convertirte en capitán. En esa persona que toma el rumbo de su vida en busca de sus propios objetivos y deseos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.