Escrupulosidad: cuando la autodisciplina nos acerca al éxito

Más allá de la inteligencia o el talento, hay rasgos de la personalidad que nos permiten alcanzar el éxito. La escrupulosidad es uno de ellos porque implica una elevada autodisciplina y una orientación al logro claramente destacable.
Escrupulosidad: cuando la autodisciplina nos acerca al éxito
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 24 noviembre, 2020

Tal y como señala el refranero popular, “toda persona escrupulosa será siempre menesterosa”. ¿Qué sabemos sobre el rasgo psicológico de la escrupulosidad? Desde el ámbito de los recursos humanos y las teorías de la personalidad es común asociar esta característica al éxito y también a esos aspectos tan interesantes que nos acercan a la consecución de grandes objetivos.

¿Es esto cierto? ¿Son los hombres y mujeres escrupulosos figuras de irrefutable competencia y solvencia personal? Parece ser que sí. Investigadores como Paul Tough, autor del conocido libro Cómo triunfan los niños: Determinación, curiosidad y el poder del carácter, señala que esta característica está presente en esas figuras que logran alcanzar sus metas vitales.

Ahora bien, también hay quien ve con cierta incomodidad este tipo de rasgos. Desconfían de ellos porque son particularmente perfeccionistas y autoexigentes. La escrupulosidad no deja espacio al descuido, al error y aún menos a  la procrastinación. Evidencian a ojos de los demás cierta adicción al trabajo y esa orientación al logro que puede, en ocasiones, parecer desmesurada.

Bien es cierto que la cultura popular filtra con cierta negatividad esta tipología de la personalidad. Sin embargo, nos puede sorprender gratamente si la analizamos en detalle.

Chico evidenciándo escrupulosidad

Escrupulosidad ¿en qué consiste este rasgo de la personalidad?

A medida que avanza la investigación sobre la escrupulosidad como rasgo de personalidad, se toma conciencia de un aspecto: estamos ante una dimensión tan deseable como beneficiosa en todos los sentidos. Estudios como los realizados por el psicólogo Brent Walter Roberts de la Universidad de Illinois nos dicen que estamos ante un constructo que se relaciona con la calidad de vida.

Aún más, en muchos escenarios sobre el desarrollo humano, el ámbito de la empresa o el crecimiento personal, se ve la escrupulosidad como una de las dimensiones primarias del éxito a lo largo de la vida. ¿Exageramos? Si lo analizamos un poco más en detalle descubriremos que hay poco de desmesurado y mucho de interesante.

La perseverancia

La psicóloga de la Universidad de Pennsylvania Angela Duckworth es autora del libro Grit: pasión y perseverancia, un trabajo sobre cómo alcanzan el triunfo las personas. En él nos indica algo interesante. El talento y la inteligencia no son dos variables que orienten al ser humano hacia la felicidad o el éxito de manera ineludible.

En realidad, uno de los rasgos que más pueden ayudarnos a alcanzar la cima del bienestar y la satisfacción es la escrupulosidad. En ella, se integra la perseverancia, la orientación al logro y el esfuerzo cotidiano hacia lo que uno desea.

Asimismo, la persona escrupulosa demuestra un elevado autocontrol, laboriosidad y responsabilidad consigo mismo y sus metas. Todas esas áreas son las que edifican el auténtico camino hacia el triunfo.

Planificación y responsabilidad

La escrupulosidad es lo opuesto a la impulsividad. La persona con este rasgo de personalidad nunca actúa sin pensar ni deja nada al azar. Son planificadoras, autoexigentes, perfeccionistas y se marcan objetivos cotidianos factibles que pueden asumir con sencillez.

Asimismo, se responsabilizan de sí mismas en cada área de sus vidas intentando dar siempre lo mejor de sus capacidades.

Constancia y competencia

Las personas definidas por la escrupulosidad son diligentes y minuciosas. Si surge algún problema no pierden la calma y focalizan todos sus recursos en solucionar esa incidencia.

Ahora bien, si se equivocan rara vez se vienen a bajo. Son constantes, con una gran resistencia a la frustración, lo que les permite aprender de sus errores y probar nuevos modos de hacer las cosas hasta lograr el éxito.

Lo que muestras a los demás importa

La imagen que se muestra a los demás define también parte de lo que somos y esto es relevante para la figura definida por la escrupulosidad.

Las personas con este rasgo se perciben a sí mismas como hombres y mujeres competentes y esa esencia es la que buscan también mostrar a los demás.

El arte de la deliberación

El buen arte de la deliberación es el recurso que optimiza las decisiones más eficaces y exitosas. Algo así se logra desde esa escrupulosidad que pone la mirada en la capacidad de deliberar de manera correcta. ¿Qué significa esto? Que antes de sacar una conclusión, debe meditarse cada aspecto y cada variable.

Las prisas nunca son buenas compañeras así que lo ideal es ir con calma y reflexionar antes de actuar.

La escrupulosidad y la autodisciplina

Podríamos decir sin equivocarnos que la escrupulosidad siempre va de la mano de la elevada autodisciplina. Seguir unos horarios, marcarse metas cotidianas, superarse cada día un poco más, ser exigente con uno mismo y llevar las riendas del autocontrol son sin duda pilares sobre los que se asienta esta personalidad.

mujer definida por su escrupulosidad

El autocuidado es importante

Si hay algo que define al hombre o la mujer escrupulosa es la coherencia. Su autodisciplina no se restringe solo al ámbito profesional, a su afán por alcanzar metas y objetivos. Para ellos también es importante el autocuidado, atender su calidad de vida, cuidar de sus relaciones… Una vida plena también requiere disciplina y saber qué es lo más decisivo en cada momento.

Para concluir, la escrupulosidad se define ante todo por disponer un locus de control interno. Así, cuando uno intenta que cada situación esté bajo el timón de las propias competencias, esfuerzos y determinaciones hay una mayor satisfacción existencial.

Por otro lado, estamos ante una serie de rasgos de personalidad que todos podemos entrenar en buena medida. Nunca es tarde.


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  • Javaras, K. N., Williams, M., & Baskin-Sommers, A. R. (2019). Psychological interventions potentially useful for increasing conscientiousness. Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment10(1), 13–24. https://doi.org/10.1037/per0000267
  • Roberts, B. W., Lejuez, C., Krueger, R. F., Richards, J. M., & Hill, P. L. (2014). What is conscientiousness and how can it be assessed? Developmental Psychology50(5), 1315–1330. https://doi.org/10.1037/a0031109

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