Exceso de cortisol: ¿qué le ocurre a tu cuerpo?
El exceso de cortisol puede tener muchos efectos sobre nuestra salud, tanto física como mental. Los excesos en la vida nunca son buenos y en nuestro organismo la regla parece cumplirse a cabalidad también… no hay excepciones.
Ahora bien, tampoco se trata de demonizar al cortisol, ese glucocorticoide que normalmente conocemos como la “hormona del estrés”, porque en realidad en condiciones normales y en cantidades moderadas no es malo. Es más, tiene funciones importantes para nuestro organismo. Veamos algunas de ellas.
Cortisol: características y funciones
El cortisol media la respuesta del estrés. Cuando percibimos una amenaza, la amígdala se activa y envía una señal al hipotálamo, que posteriormente activará al sistema nervioso simpático y las glándulas suprarrenales, que liberarán una oleada de catecolaminas.
A medida que continuemos interpretando el estímulo como una amenaza, el hipotálamo activará el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA). El cortisol entonces se liberará de la corteza suprarrenal y permitirá que nuestro cuerpo continúe en estado de alerta y con energía (Thau, Gandh y Sharma, 2019).
El cortisol cumple también la función de inducir la apoptosis (proceso de muerte celular programada) de las células T proinflamatorias. Además, suprime la producción de anticuerpos de las células B y reduce la migración de los neutrófilos (glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones) durante la inflamación (Kadmiel y Cidlowski, 2013).
Asimismo, el cortisol, al igual que otros glucocorticoides, regula el metabolismo del glucógeno. En el hígado los glucocorticoides aumentan el almacenamiento de glucógeno, mientras que en los músculos esqueléticos influyen en la degradación de este (glucogenólisis) inducida por las catecolaminas e inhiben su síntesis, estimulada por la insulina (Kuo, 2015).
Efectos del exceso de cortisol
Llevar una vida estresante no es saludable ni para el cuerpo ni para la mente. A veces es necesario hacer un alto, tomar un respiro y relajarse un poco para que el organismo pueda recuperarse y volver a su estado basal. Saltar de una situación estresante a otra es desgastante y perjudicial. A continuación, examinaremos algunos de los efectos que puede provocar el exceso de cortisol.
1. Aumenta el colesterol
El cortisol aumenta los niveles del colesterol mediante la intervención de la adrenalina y la noradrenalina sobre la liberación de ácidos grasos libres. Esto genera acumulación de colesterol, lo que progresivamente conduce a la formación de coágulos en la sangre y en las paredes de las arterias provocando su obstrucción (McLeod, 2010).
2. Suprime al sistema inmunitario
En los seres humanos, el exceso de cortisol y su manifestación prolongada conllevan la supresión del funcionamiento del sistema inmunitario, con el consecuente aumento en la susceptibilidad para contraer infecciones.
El estrés puede llegar a inducir la disminución de las citocinas (proteínas reguladoras de la respuesta inmunitaria e inflamatoria) y dar como resultado una desregulación de las células del sistema inmune (Padgetty Glaser, 2003). También puede prolongar el tiempo de cicatrización de una herida (Kiecolt-Glaser,1995).
3. Favorece problemas cardiovasculares
Entre los efectos producidos por el exceso de cortisol en el cuerpo, a nivel cardiovascular, podemos encontrar la elevación de la presión arterial, la obesidad, el aumento de la cantidad de insulina en la sangre (hiperinsulinemia), el incremento de la azúcar en el torrente sanguíneo (hiperglucemia), el aumento del colesterol o las grasas en la sangre (dislipidemia) y la resistencia a la insulina (Whitworth et al., 2005).
4. Produce problemas digestivos
El estrés excesivo puede producir alteraciones en la motilidad y en la secreción gastrointestinal. También puede aumentar la sensibilidad visceral y la permeabilidad intestinal. Incluso, puede llegar a afectar la capacidad regenerativa de la mucosa gastrointestinal (Konturek et al., 2011).
El estrés puede propiciar el desarrollo de distintas enfermedades digestivas, entre las que se encuentran el reflujo gástrico, las úlceras pépticas y el síndrome del intestino irritable.
5. Afecta al sistema reproductor
El exceso de cortisol puede afectar el sistema reproductivo de hombres y mujeres. En el caso de los hombres, puede producir una disminución de la testosterona lo que puede interferir en la producción de esperma y causar impotencia. En el caso de las mujeres, el estrés puede afectar el ciclo menstrual y generar periodos irregulares más dolorosos.
6. Produce el síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing es el producto de una alta concentración de cortisol en el cuerpo. Entre los síntomas y signos más notorios de este síndrome encontramos los siguientes (Santos et al., 2009):
Síntomas
- Fatiga.
- Dolores óseos.
- Disminución de la fuerza muscular.
- Alteraciones psiquiátricas.
- Impotencia.
Signos
- Obesidad del tronco.
- Edemas.
- Hematomas frecuentes.
- Acné.
- Acumulación de grasa retrocervical.
- Fragilidad capilar.
- Atrofia mamaria.
- Disminución del volumen testicular.
- Crecimiento excesivo de vello en las mujeres en zonas en las que no se suele tener.
- Hipertensión arterial.
- Estrías rojo-vinosas.
Es necesario resaltar que el diagnóstico de este síndrome debe realizarse por un profesional de la salud que recoja una muestra exógena de glucocorticoides, realice una historia clínica y haga un diagnóstico diferencial, con el fin de descartar que los síntomas y signos no sean de un síndrome pseudo-Cushing.
Para concluir, el exceso de cortisol es una condición a la que hay que prestarle mucha atención, pues como hemos examinado puede tener múltiples efectos sobre el cuerpo humano. Si estás expuesto a altos niveles de estrés en tu vida, sería útil para ti visitar a un profesional de la salud mental, para que aprendas a gestionarlo de tal manera que puedas prevenir sus efectos negativos.
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- Kiecolt-Glaser, J. K., Marucha, P. T., Mercado, A. M., Malarkey, W. B., & Glaser, R. (1995). Slowing of wound healing by psychological stress. The Lancet, 346(8984), 1194-1196.
- Konturek, P. C., Brzozowski, T., & Konturek, S. J. (2011). Stress and the gut: pathophysiology, clinical consequences, diagnostic approach and treatment options. J Physiol Pharmacol, 62(6), 591-599.
- Kuo, T., McQueen, A., Chen, T. C. y Wang, J. C. (2015). Regulation of glucose homeostasis by glucocorticoids. Glucocorticoid signaling, 99-126. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6185996/
- McLeod, S. A. (2010). Stress, illness and the immune system. Simply Psychology. simplypsychology.org/stress-immune.html
- Padgett, D. A. y Glaser, R. (2003). How stress influences the immune response. Trends in immunology, 24(8), 444-448.
- Santos, S., Santos, E., Gaztambide, S., & Salvador, J. (2009). Diagnóstico y diagnóstico diferencial del síndrome de Cushing. Endocrinología y Nutrición, 56(2), 71-84. https://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-diagnostico-diagnostico-diferencial-del-sindrome-S1575092209705558
- Thau, L., Gandhi, J. y Sharma, S. (2019). Physiology, cortisol. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538239/
- Whitworth, J. A., Williamson, P. M., Mangos, G. y Kelly, J. J. (2005). Cardiovascular consequences of cortisol excess. Vascular health and risk management, 1(4), 291. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1993964/
