¿Existe un entrenamiento psicológico para padres?
Hay un dicho popular que indica “los niños vienen con un pan bajo el brazo” ¿Y por qué no con un manual? Nadie ha nacido sabiendo cómo ser padre… ¡Y nos da tanto temor equivocarnos! Vamos a la consulta del médico en plena madrugada porque algo nos parece que está mal… pasamos horas y horas tratando de entender qué quiere el bebé con el llanto y se nos acaban las alternativas…
Solemos consultar a padres y suegros (sobre todo madres y suegras) sobre qué podemos hacer para que nuestro hijo duerma, coma, no se enferme… Y por más de que estudiemos… no existe un título de Harvard que nos convierta en los mejores padres del mundo. Por ello, vale la pena equivocarse y sobre todo aprender de los errores.
Libros para padres: ¿enseñanza o ansiedad?
Hasta hace algunas décadas atrás los hombres no se ocupaban de nada referente a la crianza de los hijos. Hoy eso es completamente diferente. Vemos a padres en el metro llevando a sus niños a la espalda o a otros preparándose al leer libros de autoayuda, guías o como queramos llamarle.
Ahora bien, esa especie de “salvación” en formato de hojas, tapa y contratapa no nos puede decir todo lo que nos va a ocurrir y en el momento preciso. Es una especie de introducción a un tema más que importante y que no debemos tomar a la ligera: ser padres.
No está comprobado que aquellos que hayan ido a la librería y comprado decenas de libros como por ejemplo “la guía para padres (volumen I, II, III, etc)”, “el oficio de ser mamá” o similares hayan podido sobrevivir a la paternidad sin cometer siquiera un mísero error.
Sin embargo, padres mejor informados sobre las necesidades de los peques significa… niños más felices y saludables. Leer o buscar datos o consultar a aquellos que ya han tenido hijos es una buena idea, ¡por más de que no pongamos en práctica ni uno solo de sus consejos!
Prepararse psicológica y emocionalmente para ser padres
La decisión de la paternidad es la más importante que tomarás en tu vida, más allá del empleo, la ciudad de residencia o la forma en que te alimentas. A partir del momento en que el niño comienza a crecer en el vientre materno todo cambia... y este giro de 180° continua en el preciso instante en que ese diminuto ser asoma al mundo.
Por ello, no es algo para dejar librado al azar. Aún en los casos de embarazos no planeados es preciso ponerse serios y entender que a partir de este momento ya no se trata de vosotros, sino de esa vida que se está formando.
La preparación emocional es verdaderamente importante. Es vital educar nuestros sentimientos. ¿Cómo? Practicando. Ser más optimistas, menos irracionales, para nada egoístas y más comprensivos encabeza la lista de tareas a partir de ahora. Parece imposible de cumplir… pero, como seguro ya sabrás, por un hijo todo se logra, todo se puede…
La responsabilidad no sólo está ligada a llegar temprano a la oficina o pagar a término las cuentas sino entender que una vida depende de nosotros a partir de ahora y que ese es nuestro mayor compromiso.
Si eres una persona demasiado sensible, que pierde los estribos con facilidad o no sueles mirar a los costados (sólo conoces tus deseos y opiniones) entonces quizás te convenga esperar un poco para ser padre o madre.
Por otra parte, dentro del aprendizaje previo a decidir tener un hijo debes hacer un trabajo de introspección y determinar qué cosas del pasado te han marcado para que no cometar esos errores con tus pequeños.
¿Qué era lo que menos te agradaba de tus padres?, ¿qué agradeces de ellos?, ¿hay algo que no te gustaría que vuelva a repetirse?, ¿les pedirías consejos? Estas preguntas tienen respuesta sólo dentro de ti. ¡Trata de responderlas!
Aprendiendo a ser padres: la escuela de la vida
Puedes empezar incluso desde antes de decidir ser padre a leer miles de publicaciones y decenas de libros… puedes preguntar a tu madre o incluso llamar a cada rato a un médico… pero nada te ayudará más que practicar.
Esto quiere decir que es un largo camino el que debes atravesar y seguro habrá episodios de incertidumbre, de angustia o de temor... pero serán más las horas de felicidad plena, amor total y experiencias inolvidables.
Si tienes dudas, pregunta. Si algo no conoces, averigua. Y sobre todo manténte abierto a aprender y disfrutar de cada minuto que pasas con tus hijos. Esa es la mejor manera de obtener la máxima calificación en esta carrera llamada “paternidad”.