El experimento de Deci: las recompensas no siempre funcionan
El experimento de Deci se llevó a cabo para estudiar el vínculo que entre las recompensas y la motivación intrínseca (la que no está asociada a refuerzos externos). Dicho de otro modo, la que tiene lugar cuando una persona hace algo porque lo disfruta y siente gusto al hacerlo.
La pregunta que se planteó en el experimento de Deci fue: ¿qué sucede si una persona disfruta al hacer algo y se le da una recompensa por ello, pero después se le quita? Lo que se quería comprobar era si la motivación intrínseca se veía afectada cuando se introducía y luego se retiraba una recompensa. Los resultados fueron muy interesantes.
El experimento de Deci fue llevado a cabo en 1971 y se publicó en Journal of Personality and Social Psychology. Las conclusiones que surgieron a partir de este estudio se consideran aplicables al campo de la crianza, la educación, el trabajo y el deporte, entre otros. Veamos de qué se trata.
“La recompensa más alta por el trabajo de una persona no es lo que obtiene por ello, sino en lo que se convierte con él”.
-John Ruskin-
Antecedentes
Antes de que Deci se planteara la posibilidad de estudiar el vínculo entre la motivación intrínseca y la recompensa, ya otros autores se habían planteado preguntas similares. Algunos como Festinger y De Charms señalaban que esto podría llevar a que la persona le diera más importancia a esa recompensa que al gusto por hacer algo.
Otros autores pensaban que una recompensa cumpliría con la función de reforzar esa motivación que ya estaba presente. De todos modos, se trataba de conjeturas. Era necesario hacer una prueba y el experimento de Deci se propuso realizarla.
Deci partió de la hipótesis de que las recompensas materiales por hacer algo que a uno le gusta conducirían a un cambio en las personas. Por una u otra vía, llegarían a pensar que realizan esa actividad por la compensación que reciben y no porque les gusta.
De este modo, disminuiría su motivación intrínseca. Así, si una persona tiene el pasatiempo de coleccionar sellos postales y de pronto se le da una recompensa material por ello, con el tiempo disminuiría su gusto por hacerlo y se enfocaría más en lo que recibe a cambio.
El experimento de Deci
Para llevar a cabo el experimento de Deci se reclutaron 24 voluntarios. Todos ellos eran estudiantes de psicología de primer año. Fueron divididos en dos grupos: uno de ellos sería objeto de la prueba, mientras que el otro fungiría como grupo de control.
En la primera sesión se le pidió a todos los participantes que armaran un cubo “soma”. Este era un rompecabezas tridimensional de colores que tenía gran atractivo entre los estudiantes. Esto pretendía medir la motivación intrínseca de los voluntarios frente a este tipo de actividades.
Luego se les dio otro rompecabezas similar y se les pidió que armaran las configuraciones plasmadas en unos dibujos. Cada una debía ser completada en un tiempo máximo de 13 minutos. A ninguno se le ofreció recompensa alguna por realizar esta actividad.
En la siguiente sesión se hizo una tarea idéntica, pero en este caso se le dio un dólar a cada voluntario del grupo de prueba, cada vez que completaba correctamente la tarea. A los miembros del grupo de control no se les dio nada. En la sesión siguiente se hizo lo mismo, pero esta vez se retiró la recompensa.
Resultados
En el experimento de Deci se midió la motivación intrínseca todo el tiempo. La forma de hacerlo fue que en cada sesión el experimentador salía de la sala con cualquier excusa, por ocho minutos. Le decía a los participantes que debía retirarse y que mientras volvía podían hacer lo que quisieran, o sea, no necesariamente debían continuar con la actividad. Esto permitió observar a los que seguían armando el rompecabezas por voluntad propia.
Lo que se encontró en el experimento de Deci fue que los voluntarios más motivados en la actividad incrementaron el interés por realizarla cuando se les otorgó una recompensa. Sin embargo, cuando esta les fue retirada, su motivación decreció en forma notable.
Mientras tanto, en los demás voluntarios se notó que la motivación fue creciendo poco a poco, a lo largo de las sesiones. Esto se produjo de forma progresiva.
De este modo, se comprobó que el dinero ejerció un impacto negativo en la motivación. Llevó a poner en segundo plano el gusto por hacer la labor. Por lo tanto, la oferta de recompensas materiales no siempre es una buena idea.
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- Deci, E. L. (1971). Effects of externally mediated rewards on intrinsic motivation. Journal of Personality and Social Psychology, 18(1), 105–115. https://doi.org/10.1037/h0030644