La expresión de Dioniso en la actualidad

Si bien el culto de Dioniso tiene su origen en la Grecia Antigua, aún se encuentra activo en nuestra sociedad de manera simbólica. Descubre de qué modo se manifiestan las características dionisíacas en nuestro día a día.
La expresión de Dioniso en la actualidad
Matias Rizzuto

Escrito y verificado por el filósofo Matias Rizzuto.

Última actualización: 03 febrero, 2024

El mito de Dioniso es a menudo relacionado con la embriaguez, la festividad y la falta de límites, aunque también está asociado al caos y la violencia. Su culto estaba asociado a las cosechas y la fertilidad. Pero, ¿tiene alguna importancia la expresión de Dioniso en la actualidad? ¿Cómo influye la representación de este antiguo dios griego en el mundo moderno?

Los devotos de Dioniso buscaban la comunión con el dios a través de la euforia y el éxtasis producido por la música y la danza. Como señaló Nietzsche, en la antigua Grecia el culto de este dios se contrapone al de Apolo, que representaba la proporción, el orden y la racionalidad. Sin embargo, la figura de Dioniso representa un elemento de la psiquis que no debemos dejar de lado si buscamos, como propone Jung, aceptar e integrar todos los aspectos de nuestra existencia.

Dionisio
Dioniso es el dios del vino, pero también de la cosecha y la fertilidad.

Disolviendo las fronteras del yo

Los rituales dionisíacos tenían lugar en sitios alejados de la ciudad principal. Estos rituales consistían en danzas y cantos, y se realizaban principalmente en los bosques y las cavernas. Los participantes eran iniciados en los misterios del dios y eran inmersos en una experiencia mística mediante la danza, la música y la embriaguez del vino o alguna otra sustancia psicoactiva. Toda la experiencia buscaba la disolución del individuo y la unión extática con el grupo.

Sin embargo, la influencia de Dioniso no se agota en el mundo antiguo, sino que también se revela en algunos aspectos festivos de nuestra sociedad actual. El frenesí y la transgresión característicos del mito dionisíaco continúan brotando en la conciencia del ser humano.

Pese a al intento de contener las pasiones bajo una vigilancia racional, muchas veces seguimos buscando la disolución de nuestra individualidad en lo que podríamos denominar rituales contemporáneos.

Muchos se arrojan a las discotecas, a las fiestas electrónicas o recitales, confundiéndose entre el sudor, la embriaguez y la danza desenfrenada. Se busca la disolución, generando una masa uniforme junto a quienes comparten el espacio, intentando vencer por unas horas la separación entre los cuerpos.

Lo mismo sucede en los partidos de fútbol, en los que los simpatizantes, parcialmente unificados e identificados con el equipo, se expresan con saltos, gritos y cantos, desahogando todo tipo de emociones intensas contenidas en las profundidades de la psiquis.

Los carnavales también se presentan como una expresión de Dioniso en la actualidad. Durante unos pocos días al año las personas tienen la oportunidad de olvidar la mesura y entregarse a la diversión. Las máscaras y disfraces los ayudan a romper sus inhibiciones y salirse de sí mismos.

Dioniso y el teatro

Muchos consideran a Dioniso como una deidad marginal del panteón griego, dado que su culto era celebrado en las afueras de la ciudad. Sin embargo, también estaba integrado a la vida cívica mediante las Dionisias, una festividad financiada por el estado ateniense, cuyo eje central era el concurso de representaciones teatrales.

El género de la tragedia tenía una importante relevancia en dichas festividades. La antigua tragedia griega se caracterizaba por temas profundos, como la ética, la justicia, el destino, la locura, el amor, el poder y la muerte. Estos temas se plasmaron a través de la pasión de los personajes, la violencia de los conflictos, la ironía de los diálogos y la emoción de los finales.

Para Aristóteles, la tragedia poseía elementos catárticos que ayudaban a purgar las emociones negativas. Según su teoría, la catarsis es la purificación o liberación de emociones negativas como el miedo o la tristeza. El espectador se identifica con los personajes de la tragedia, a través de los que experimenta estos sentimientos. Al final de la tragedia, llega la sensación de alivio, aunque los sentimientos negativos no hubieran desaparecido por completo.

De este modo, los espectadores pueden experimentar sentimientos como el miedo y la tristeza sin tener que sufrirlos en la vida real. Algo similar nos sucede en la actualidad, cuando vemos una serie o película que nos dispara sentimientos fuertes, cuando nos sumergimos en una novela apasionante e incluso en algún videojuego. Todo esto hace que sintamos una serie de emociones que pueden ayudarnos a comprender mejor nuestros propios sentimientos.

La experiencia de Dioniso en la actualidad constituye la búsqueda de la disolución, de la abolición de fronteras entre el sí-mismo y lo otro, el tránsito de lo múltiple a lo uno, a través de la unión festiva.

Máscaras griegas de teatro
A través de la ficción podemos purgar nuestros sentimientos negativos.

La importancia de lo dionisíaco en la sociedad

Aunque muchos teman la furiosa manifestación de Dioniso, su expresión controlada se presenta como una válvula de escape para las pasiones más oscuras del ser humano. Es cierto que el descontrol de tal experiencia siempre está latente; el riesgo del caos y la violencia pueden traer consecuencias poco deseadas en la sociedad.

Sin embargo, no debemos ignorar que la exposición catártica posee cualidades terapéuticas que tienden a serenar el ánimo. Negar la naturaleza de Dioniso por su potencial desbordamiento sería negarle un espacio seguro de manifestación a ciertas pasiones que, de otro modo, buscarían abrirse paso en cualquier situación cotidiana.

La experiencia de Dioniso en la actualidad constituye la búsqueda de la disolución, de la abolición de fronteras entre el sí-mismo y lo otro, el tránsito de lo múltiple a lo uno, a través de la unión festiva.

La plena experiencia de libertad y de abandono que se nos presenta puede ser una vía para alcanzar la plenitud, aunque debemos tener cuidado de no caer en excesos. Para ello, es necesario contener dicha experiencia en el marco de ciertos eventos ritualizados, con los cuidados necesarios, para que podamos canalizar nuestras pasiones más profundas de manera saludable.


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  • Nietzsche, F. (2004). El Nacimiento de la Tragedia. El Cid Editor.
  • Wunenburger, J. (2004). "Las figuras de Dioniso. Renovación y obstáculos hermenéuticos contemporáneos" en El imaginario en el mito cásico: IV Jornada organizada por el Centro de Estudios del Imaginario / corrd. por Hugo Francisco Bauzá, pp. 11-22.

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