Finalmente, ¿qué es el éxito?
Oímos hablar de éxito en todas partes. Se supone que es el propósito final de todas las acciones que emprendemos. Utilizamos la palabra mecánicamente… Queremos ser profesionales exitosos, formar una pareja exitosa, alcanzar el éxito económico…
Sí, queremos todo eso, pero ¿exactamente a qué llamamos “éxito”? Y sobre todo, ¿cómo medir cuánto éxito es suficiente?
Se ha generalizado la idea de que alcanzar el éxito es “no tener que preocuparse por nada”. Que en tu familia todo funcione como un reloj o puedas comprar lo que se te antoje sin hacer sumas o restas. Que los demás halaguen tu labor y consigas un cargo directivo o seas popular o famoso. Podríamos contar con los dedos de la mano a quienes tienen todo eso.
“El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene.”
-Emerson-
¿El éxito o los éxitos?
¿Te has preguntado alguna vez que es realmente el éxito para ti? Lo normal es que nos sumemos a esa idea común que nos indica que es exitoso quien tiene mucho. Usualmente, no nos detenemos a pensar por qué tantos ricos, famosos, premiados y seductores viven en medio de la infelicidad.
Aunque exista ese patrón de “éxito” más o menos generalizado, en realidad, lo que es exitoso y lo que no lo es depende mucho de factores subjetivos. De sentimientos mucho más profundos que la capacidad de compra y todos esos elementos que ya hemos señalado.
Cada quien debería tomarse la tarea de definir y redefinir a lo largo de su vida cuál es el éxito que busca. No se puede hablar de una forma de éxito como tal, sino de muchas formas en las que las personas logran ser exitosas. Y también hay diferentes maneras de ser exitosos, según el contexto en el que vivamos y el momento de la vida que estemos experimentando.
La palabra “éxito” viene del latín “exitus” y significa “final” o “término”. Los ingleses adoptaron esta palabra como “exit” y es la que ves en la salida de todo espacio cerrado. Si vamos a su acepción original, éxito es todo aquello que pone fin a una carencia o a un sufrimiento.
Características del éxito
A pesar de que el éxito es una noción compleja y subjetiva, podemos identificar características comunes en las aptitudes de personas que se asumen como exitosas. Estas son:
- Motivación. Es uno de los componentes esenciales para que el éxito ocurra. Ya que de allí proviene la energía y determinación para lograr lo que deseamos.
- Curiosidad y creatividad. Representan otra característica común en la búsqueda del éxito, pues son factores que permiten que el trabajo propio sea distinguido y sobresaliente.
- Persistencia y perseverancia. Son dos aspectos claves del éxito, ya que nos permiten afrontar las dificultades que aparezcan en el camino.
- Visualización del resultado. Sin una meta clara es difícil que mantengamos el foco y la determinación. Todo aquel que aspire al éxito, debe saber qué es lo que quiere y a donde quiere llegar.
Medir el éxito
Así como no existe un solo significado para la palabra “éxito”, tampoco hay una sola manera de medirlo. En estricto sentido, siempre, hasta el día de la muerte, nos hará falta algo y el rumor de algún sufrimiento nos acechará.
Si miras la vida desde la óptica de la carencia, nunca serás la más bella o el más guapo, ni el más rico, ni el más elogiado, ni el más popular. Porque éxito y felicidad no son sinónimos. El éxito es un concepto más bien acumulativo: tener más de algo, hasta alcanzar una supuesta cumbre que nunca es la más elevada. La felicidad, en cambio, puede ser vista como lo contrario: no necesitar nada más para sentirte bien.
“El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.”
-Albert Camus-
El éxito es un concepto hábilmente administrado por la sociedad de consumo. Es uno de esos atributos que adquieres más para exhibirlo a los demás, que para disfrutarlo en la intimidad de tu corazón. Probablemente, se trate de una idea que corresponde más a la esfera del poder y de la economía, que al mundo del bienestar emocional.
Lograr lo que nos proponemos no siempre es el final feliz de una historia. Dice el viejo aforismo “ten cuidado con lo que deseas porque podrías conseguirlo”. Agregaría que nunca es malo lograr lo que se desea, siempre y cuando sea una meta elegida libremente y no impuesta por una cultura que busca productividad y se basa en la competencia entre unos y otros para lograrla.
En ese sentido, éxito es obtener lo que libremente se desea, sin otro propósito que el de ser más feliz y dormir más tranquilos.
Miedo al éxito
La mayoría de las personas aspiran al éxito. Sin embargo, existen algunos individuos que experimentan un temor asociado a las consecuencias y responsabilidades que el éxito podría acarrear en sus vidas. Este miedo no siempre es fácil de detectar. Algunas señales de que una persona podría tenerlo incluyen:
- Falta de objetivos: al tener expectativas muy bajas, las personas aseguran que nunca lograrán ningún avance real hacia el éxito.
- Darse por vencido: en muchos casos, las personas descarrilan su propio éxito al renunciar justo antes de que parezca que están a punto de obtenerlo.
- Procrastinación: posponer las cosas hasta el último minuto posiblemente significa que las personas no están haciendo su mejor esfuerzo para conseguir el éxito.
- Autosabotaje: las personas que temen el éxito pueden colocar obstáculos en su propio camino que disminuyen sus posibilidades de hacerlo bien.
Las causas de esta condición son múltiples y depende de las vivencias y rasgos de cada persona. No obstante, el miedo al éxito se ha asociado con: la creencia (inconsciente o no) de no ser merecedores del éxito; falta de confianza en uno mismo y temor a rechazo social. Otras causas relacionadas son:
- El síndrome del impostor: A veces, las personas que experimentan el éxito temen que sus logros no sean merecidos o que no sean tan buenos como otras personas en su campo.
- Experiencias negativas: las personas que han experimentado algún resultado negativo en el pasado después de haber tenido un buen desempeño, como ser ridiculizadas por ser un “presumido” o soportar dificultades debido a este éxito, también pueden temer que les vaya bien nuevamente en el futuro.
- Baja autoeficacia: las investigaciones han encontrado que las personas que tienen miedo al éxito también tienden a tener una baja autoeficacia. La autoeficacia se refiere a las creencias y la capacidad de una persona para lograr sus objetivos.
- Timidez o ansiedad social: las personas tímidas o socialmente ansiosas pueden tenerle miedo al éxito porque no quieren ser el centro de atención.
Para terminar, las personas con miedo al éxito actúan, de forma consciente o inconsciente, para obstaculizar o arruinar la posibilidad de éxito. En estos casos, la mejor opción suele asistir con un profesional de la salud mental para solventar este conflicto.
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