Geopolítica: cómo funciona el mundo
Los bares tienen muchas funciones. Una de ellas es hacer del mundo un lugar mejor. El café y las cervezas son excusas que sirven para resolver los problemas mundiales. En los bares se proponen gran cantidad de alternativas políticas que siempre parecen ser mejor que las reales. Sin embargo, si queremos afinar nuestros planteamientos y hacer propuestas más ajustadas a la realidad, tendremos que hacer geopolítica.
La geopolítica es una ciencia que se ocupa del estudio de los efectos de la geografía, tanto humana como física, sobre la política internacional y las relaciones internacionales. Es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas. Si quieres ser el más admirado en estos debates o, al menos, el que más atine con sus ideas, no dejes de leer los siguientes párrafos.
En geopolítica podemos destacar cuatro imperativos. Estos imperativos van a condicionar la actuación política de los diferentes países; de hecho, todo comportamiento de un país debería ajustarse a estos imperativos. El primero es que todos los países quieren alcanzar y mantener un nivel de poder adecuado. El segundo es que lo más importante para cualquier país es mantener la unidad territorial. Por ello, los países van a defender sus fronteras. Por último, los países necesitan conexiones con otros países que sean fiables y se mantengan en el tiempo.
La geopolítica es una ciencia que estudia los efectos de la geografía sobre la política internacional y las relaciones internacionales.
Alcanzar y mantener un nivel adecuado de poder
El objetivo principal de cualquier país es sobrevivir y su imperativo es alcanzar y mantener un nivel adecuado de poder. En este caso, tener poder es tener la capacidad de influir sobre otro país. Es lograr que otro país haga lo que se quiera aunque perjudique al país que lo haga o este país no quiera hacerlo. Aunque el poder militar es el que más se suele destacar, no es el único con el que los países cuentan. También existe el poder blando, compuesto por la cultura, la educación, los negocios, la innovación, etc. Mediante este tipo de poder también se puede influir en otros países.
Alcanzar el poder no quiere decir ser el país más poderoso. Eso queda muy alejado de las posibilidades de la mayoría de los países. Por eso, basta con ser más poderoso que los países con los que se compita, alcanzar un nivel adecuado de poder. Para conseguirlo se pueden realizar acciones internas como incrementar la capacidad económica o militar, pero también se puede fortalecer alianzas con otros países o eliminar alianzas entre otros países.
Estrategias para aumentar el poder
Algunas de las estrategias que se utilizan de manera más habitual para aumentar el poder serían:
- Contrapesar: esta estrategia consiste en equilibrar el poder entre varios países. En el caso de Oriente Próximo se intenta que el poder de países, como Arabia Saudí e Irán, sea similar. Si mantienen un poder similar ninguna se hará con el control de la región y negociar con ellos será más fácil.
- Chantaje: cuando tenemos más poder que otro país o contamos con algún recurso que el otro país quiere, le podemos chantajear. Por ejemplo, amenazarlo con ir a la guerra o con establecer relaciones comerciales más favorables para nosotros.
- Sangrar: si un país está en una situación mala, está en guerra, y no hacemos nada, dejaremos que se desangre y pierda poder. De este modo nuestro país ganara en poder.
- Pasar la carga a otro: dejar que se ocupe otro de los problemas. Si el país vecino tiene problemas, siempre se puede esperar a que otro país le ayude.
- Guerra: entrar en guerra con otro país puede aumentar nuestro poder si ganamos la guerra. Sobre todo nuestro poder sobre el país con el que luchamos. Sin embargo, esta estrategia está mal vista y exige una gran inversión.
Mantener el poder
Atendiendo al primer imperativo, surgen otros que ayudan a la consecución del primero. De este modo, los países buscan mantener su unidad territorial. Ningún país va a querer revueltas internas. Éstas solo perjudicarían su imagen de cara a los demás países y debilitarían el poder que tienen. Un claro ejemplo lo estamos viviendo en España con el caso de Cataluña. Los movimientos separatistas son una amenaza para la supervivencia de los países.
Para sobrevivir los países deben proteger sus fronteras. Las fronteras entre países pueden suponer una amenaza cuando el país vecino es un enemigo. Las fronteras entre España y Marruecos, situadas en las ciudades de Ceuta y Melilla, han sido lugar de varias disputas. El objetivo de España es mantener las buenas relaciones con Marruecos. Lo contrario podría suponer una amenaza, ya que Marruecos podría dejar la frontera abierta al paso de miles de personas.
Por último, atendiendo al aumento del poder, otro imperativo es asegurar las conexiones externas. Mantener relaciones comerciales es necesario para la supervivencia de todos los países. Abastecerse de los bienes de los que se carece y vender bienes con los que se cuenta es necesario para mejorar la economía. Unas buenas relaciones comerciales pueden aumentar el poder de un país. En base a estos cuatro imperativos se puede interpretar el comportamiento de los países, sus relaciones internacionales. Si además tenemos en cuenta la geografía, la representación gráfica de la tierra y las fronteras entre países, estaremos hablando de geopolítica.