La «gran sustitución»: ¿ocupará la inteligencia artificial tu empleo?

Según un artículo de «Forbes», buena parte de los despidos de las grandes tecnológicas como Google se deben a que su labor será sustituida por sistemas de inteligencia artificial. ¿Corren peligro nuestros trabajos en un futuro?
La «gran sustitución»: ¿ocupará la inteligencia artificial tu empleo?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 23 febrero, 2024

Cuando la máquina de vapor llegó a nuestra sociedad y asentó las bases de la gran revolución industrial, Lord Byron veía todo ese progreso como una amenaza. La transformación social que dichos avances trajeron consigo fue inmensa y, de algún modo, también fue desdibujando modelos de vida a los que muchos se aferraban. Curiosamente, su hija, Ada Lovelace, contribuyó a dicho devenir.

Ella fue pionera en el campo de la programación. Escribió el primer algoritmo para ser procesado por una máquina analítica o computadora mecánica. Curiosamente, en sus notas y según una de sus biógrafas, Betty Alexandra Toole, especuló con lo que podría pasar si en un futuro esas ingenierías llegaran a pensar por sí mismas.

Ada Lovelace anticipó en su momento lo que ahora entendemos como inteligencia artificial. Es decir, una tecnología que, gracias a unos algoritmos y a un entrenamiento, puede llevar a cabo una serie de tareas del mismo modo que hacen las personas. Su llegada, al igual que la propia máquina de vapor en el siglo XVIII, está siendo toda una revolución, pero… ¿A qué precio?

Google acaba de anunciar el lanzamiento de Bard, un chatbot una inteligencia artificial muy similar al ChatGPT que facilitará buena parte de nuestras búsquedas y trabajos dentro de poco.

Ojo robótico, la «gran sustitución»
Las empresas de tecnología saben que en unos años la inteligencia artificial se ocupará de buena parte del trabajo.

Ola de despidos en el sector tecnológico

En los últimos meses, estamos siendo testigos del constante goteo de despidos en las grandes empresas tecnológicas. Google, Amazon, Meta, Alphabet, Dell, Twitter, Microsoft y tantos otros gigantes del sector han echado de sus plantillas a cerca de un cuarto de millón de personas. Esta situación se explica por un ajuste de personal, según los propios directivos.

Hay quien señala que esto se debe a la necesidad de un reemplazo: se buscan figuras nuevas y de mayor talento. Otras voces nos hablan del estallido de la «burbuja puntocom». Es decir, si hasta no hace mucho ciertas personalidades del campo de la telefonía o las redes sociales se veían como auténticos dioses, esto está cambiando.

A ello hay que añadirle la inflación, la falta de componentes y los balances trimestrales que ya no cuadran. La crisis de las tecnológicas está ahí y nadie puede negarlo. Sin embargo, hay un tercer factor que tiene un gran peso y del que se habla en artículos como el publicado hace poco en la revista Forbes. La «gran sustitución» ya ha empezado…

¿Qué es la «gran sustitución»?

Hay una realidad evidente: mientras se despiden a miles de personas en el sector tecnológico, la inversión en inteligencia artificial en estas empresas adquiere cifras astronómicas. Un ejemplo, Microsoft despidió hace poco al 5 % de su plantilla. Pero al mismo tiempo, realizaba una inversión de 10 000 millones de dólares en Open AI, la empresa líder en este campo de desarrollo.

La «gran sustitución» define ese proceso en el que la inteligencia artificial termina asumiendo la labor que, hasta no hace mucho, venían realizando las personas. De hecho, ese proceso ya se ha iniciado hace décadas. Cuando Elvis triunfaba en los escenarios, las fábricas ya tenían robots que facilitaban la construcción de coches.

Ahora, la inteligencia artificial es esa herramienta multifacética que todo el mundo quiere aprovechar. Tanto es así que según el informe State of AI in the Enterprise, publicado por Deloitte Insight en el 2019, cerca del 57 % de los líderes empresariales saben que esta herramienta será clave en el día a día en toda organización. Y este fenómeno evidencia ahora su auténtico despegue.

Los chats inteligentes que lo cambiarán todo

No hace mucho, fuimos testigos de la aparición del ChatGPT. Esta inteligencia artificial tiene como propósito ayudar a los usuarios en la búsqueda de cualquier información e incluso en la redacción de textos, noticias o informes. Hace solo unos días Google anunció que en breve dispondrá de Bard, otro chatbot de IA basado en un modelo lingüístico. Es decir, podremos hablar con él.

El hecho de que buena parte de las grandes tecnológicas quieran tener su propio chatbot se traduce en que, ahora mismo, se requieren de numerosos programadores y personas etiquetando de datos, para entrenar así a la inteligencia artificial. Más tarde, serán sustituidos por la propia IA que ya sabrá realizar el trabajo de cualquier ingeniero.

La «gran sustitución» hará que cada vez se necesiten menos empleados en las empresas porque esos sistemas de IA cumplirán la labor de un sinfín de trabajadores. La inversión que ahora se está haciendo en el desarrollo de estos sistemas supondrá ahorrar costes en un futuro al automatizar multitud de tareas y sustituir a las personas por máquinas.

“Si hemos aprendido algo en la historia de la invención y el descubrimiento es que, a largo plazo (y a menudo en el corto), las más atrevidas profecías parecen irrisoriamente conservadoras”.

-Arthur C. Clarke

¿Cómo será nuestro futuro?

Pensar que dentro de diez o quince años buena parte de nuestros empleos puedan desaparecer, traza un futuro de lo más distópico. También aterrador. Se insiste en que la inteligencia artificial se hará cargo de todas esas tareas que son repetitivas, mecánicas o que requieren de recopilación de datos, análisis, servicios al cliente, mantenimiento de archivos, etc.

El hecho de que los sistemas IA se encarguen de labores más rutinarias o analíticas, puede hacer que los trabajadores se centren en aspectos más complejos. También debemos tener en cuenta que esta ingeniería carece de nuestra creatividad, no tiene emociones y no tiene habilidades para ganarse la confianza de los humanos. 

Una investigación de la Universidad Central de Oklahoma y la Universidad de Relaciones Laborales de Beijing destaca la implicación que tendrá en nuestro desarrollo como sociedad. Habrá una «gran sustitución» no hay duda, pero estaremos obligados a reformular nuestras vidas y los empleos, ajustándonos a un nuevo escenario y otras demandas.

Robot mirando a una mujer simbolizando la La «gran sustitución»
Los robots y la inteligencia artificial ya forman parte de nuestra actualidad.

Un desafío con cuestiones éticas y psicosociales

Los cambios dan miedo, pero a menudo estos llegan de forma paulatina y apenas nos damos cuenta de sus ligeras variaciones. La inteligencia artificial y los robots llevan años entre nosotros, pero en los próximos meses y años llegarán nuevas transformaciones. Imaginar que las máquinas acaben tomando decisiones por nosotros nos retrotrae al robot HAL 9000 de Arthur C. Clarke.

El progreso científico y tecnológico siempre trae periodos de crisis y nuevas revoluciones. El objetivo del mismo no es otro que procurar hacernos la vida más fácil y contribuir a nuestro avance como sociedad y como humanidad. Sin embargo, estos saltos evolutivos no están exentos de ciertos desafíos éticos y psicosociales.

¿Cómo abordar la pérdida de empleos y sus efectos en las personas? ¿Cómo reformular los sistemas educativos para que se ajusten a esos nuevos horizontes tecnológicos? ¿Dónde estará el límite sobre lo que pueden y no pueden hacer las máquinas? La «gran sustitución» ya está aquí y hay cuestiones que deberemos resolver lo antes posible.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.