Embellecer momentos, una habilidad al alcance de todos

Embellecer momentos, una habilidad al alcance de todos
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 09 julio, 2017

La vida es una fantástica colección de instantes y por ello la actitud de hacerlos hermosos y disfrutables, de embellecer momentos, es una de las que más nos concilia con nuestra naturaleza. Durante la mayor parte de nuestra vida avanzamos detrás de horarios, obligaciones y actividades que muchas veces son estresantes. Estas circunstancias, si no se gestionan adecuadamente, acaban provocando malestar general, insatisfacción vital, estrés laboral, ansiedad e instalándonos en un estado de ánimo que sin estar inmersos en él jamás querríamos.

Cualquier persona puede pasar por momentos de estrés, sentirse agobiada, cansada y finalmente triste. Situaciones que deberían ser puntuales en nuestra vida, cada vez son más comunes y frecuentes. De alguna manera este estrés tira de nosotros hasta que nos atrapa, de tal forma que, un buen día, al levantarnos terminamos diciendo, “¿y cómo era eso de disfrutar de la vida?, ¿cómo podemos embellecer momentos?” Esos momentos que de pequeños producíamos de manera tan natural y para los que en algún momento olvidamos la receta…

¿En qué consiste embellecer momentos?

Embellecer momentos es una habilidad de regulación emocional desarrollada por diferentes enfoques, como la Psicología Positiva o la Terapia Dieléctico Conductual para el Trastorno Límite de la Personalidad de la psicóloga Marsha M. Linehan.

Chica con estrellas en la espalda

Decimos que es una habilidad de regulación emocional porque abarca todos los comportamientos y pensamientos dirigidos a potenciar el bienestar y reducir diferentes emociones negativas, como la rabia, la ansiedad o la frustración. Hacer más bonito el momento es una habilidad muy útil para afrontar las obligaciones y situaciones cotidianas con un enfoque positivo.

¿Cómo puedes hacer más agradables tus obligaciones cotidianas?

1. Vivir el momento presente

En primer lugar, hacer más bonito el momento es una habilidad que requiere de una mínima capacidad para aislarnos del pasado y del futuro. En esta parte el entrenamiento en Mindfulness puede ayudarte. Se trata de que cuando te encuentres realizando tus actividades cotidianas seas capaz de pararte un minuto a observar y aceptar lo que estás viviendo.

Ser capaz de vivir el momento presente es el primer paso para recuperar esa receta perdida de la que antes hablábamos. En estos momentos “dedicados” intenta conocer en profundidad tus sentimientos, tu entorno y las sensaciones que te producen los movimientos que realizas o los estímulos que inciden sobre ti (como el agua en la ducha cada mañana).

2. Cambios… ¿quién dijo miedo?

La influencia del ambiente sobre nuestro comportamiento y nuestras emociones ha sido ampliamente estudiada por la Psicología Ambiental. Para sacarle partido a esta influencia, primero has de indagar sobre cómo está configurado el ambiente en donde llevas a cabo tus tareas u obligaciones. Diferentes estudios explican cómo los ambientes ordenados, con luz natural y objetos familiares que nos recuerden buenos momentos potencian nuestro bienestar y mejoran el rendimiento.

“El propósito de la vida es vivirla, saborear la experiencia al máximo, para llegar con interés y sin miedo a nuevas y ricas experiencias”

-Eleanor Roosevelt-

Introducir o poner al alcance de tu campo visual imágenes que te recuerden tus metas o tus logros también te ayudará a embellecer momentos y a potenciar la sensación de bienestar. También puedes colocar en lugares señalados frases que te motiven y te recuerden por qué has escogido el camino que estás siguiendo. Así, mejorarás tu motivación e incrementarás tu capacidad de esfuerzo y persistencia.

Por otro lado, aparta de tu entorno objetos o fotos que te empujen a tener sentimientos negativos. Si detectas objetos que no te transmiten buenas sensaciones o te traen malos recuerdos y los colocas en un sitio en donde no entren dentro de tu campo visual, también potenciarás tu bienestar.

Has de tener presente que llevar a cabo tareas rutinarias y aburridas es más fácil si las realizas en un ambiente que te invite a quedarte, te transmita serenidad y en el que te sientas “como en casa”.

Mujer soplando estrellas

3. Hazte con los mejores materiales o instrumentos de trabajo o estudio

Puede llegar a ser muy positivo cuidar los materiales o instrumentos con los que trabajas: este es un detalle de cariño hacia a ti. Si tienes que estudiar es mejor hacerte con apuntes que sean agradables a la vista, que tengan colores e imágenes claras y nítidas. Hacerte con los mejores materiales de trabajo o estudio mejorará tu rendimiento y motivación. Hay personas que piensan que invertir tiempo en esto es perderlo, cuando en realidad sucede todo lo contrario.

Por otra parte, si los estudios ya han quedado atrás para ti y te encuentras trabajando, has de hacerte con materiales de trabajo que sean los que más te gusten. Asegúrate de contar con todos los elementos necesarios para poder desarrollar tus tareas con eficacia. Tener materiales que te agradan y te hacen el trabajo más fácil te ayudará a enfocar con positividad tus tareas laborales.

Por ejemplo, si utilizas agenda, carpetas y ordenador, estos pueden hacer más agradable la tarea si son bonitos y al mirarlos te den ganas de utilizarlos. Puedes poner en tu fondo de escritorio del ordenador una imagen que te motive, que despierte en ti emociones positivas. Si puedes escuchar música mientras trabajas, no lo dudes, ¡hazlo! La música mejora el rendimiento y el estado de ánimo, y potencia la creatividad.

“Cuando eres entusiasta sobre lo que haces, sientes energía positiva. Es muy simple”

-Paulo Cohelo-

4. Cuida cada detalle en tus hábitos cotidianos

Las comidas suelen crear momentos de interacción muy agradables y por lo tanto son unas estupendas embellecedoras. Para potenciar tu bienestar general puede ser muy útil que cuides los detalles a la hora de comer. Hacer que la comida te parezca atractiva, que la mesa está bien puesta, colocarte flores o velas, aunque sea solo para ti, hará que disfrutes al máximo de cada instante.

Mujer con un diente de león en sus manos

Todos estos pequeños detalles son percibidos por tu mente y te permiten ir llenando la mochila de emociones positivas y de motivación. En este sentido, hacer más bonito el momento te permitirá sacarle partido a tu rutina. Además, es verdad que cuidar cada detalle requiere esfuerzo, pero es un esfuerzo que vale la pena porque tiene un impacto positivo que redunda directamente en ti y en las personas a las que quieres.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.