¿Harto de todo?

El viento que sopla en contra cansa, lastima, desnutre, agota. Nos recuerda nuestra fragilidad. Ahora, ¿qué podemos hacer en estos momentos?
¿Harto de todo?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 junio, 2022

Suena la alarma y te preguntas: ¿Otro día? Sí, lo es. Un nuevo día. Qué hartazgo… ¿Estás cansado de todo?

La vida no es sencilla. Puede llegar a ponerse realmente cuesta arriba; sin embargo, también hay espacio para la alegría y la fortuna.

Así, si bien caemos y nos golpeamos, casi siempre es posible volver a ponernos de pie. No obstante, reconozcamos nuestros límites: a veces no podemos con todo. A veces necesitamos una pausa, solo coger aire también ayuda.

Cansado de todo

Si todos tus días, tus rutinas e incluso tus vínculos solo te generan cansancio, puede que esas sensaciones se terminen convirtiendo en un estado de ánimo estacionario. Un estado que, más pronto que tarde, terminará afectando a tu salud.

Muchos factores entran en juego en este agotamiento. Lo más probable es que no exista un detonante único, sino que un conjunto de ellos: la pareja, el trabajo, el cansancio, el ocio postergado… Nada parece funcionar como quieres; así, poco a poco, te has ido alejando de todo. Incluso de tus deseos más íntimos, de aquello que más querías.

Estar cansado de todo solo será un peso que afectará a todas las esferas de la vida. Llegado a este punto, te recomendamos que acudas a un profesional para comenzar tu propio proceso terapéutico. Sin embargo, por algo se empieza: compartiremos contigo algunos puntos clave para comenzar a movilizar ese estancamiento, esa sensación de estar cansado de todo.

“El cansancio me trae pensamientos sin esperanza”.

-Juan Carlos Onetti-

Hombre cansado
El agotamiento continuo llega a la desmotivación, la desilusión y el aislamiento.

Consciencia del cambio

A veces, creemos que estar cansados se reduce a sentir pesadez o somnolencia, cuando la somnolencia suele ser solo producto del cansancio físico. En este caso, cuando estás cansado o cansada de todo, es mejor hablar de fatiga.

La somnolencia se traduce en una necesidad orgánica de dormir. Mientras que la fatiga (ese estar cansado de todo) se traduce en una recurrente falta de energía y de motivación, y puede ser un indicador de un trastorno físico o mental más grave.

Estar cansado de todo es irse quemando emocionalmente. Si lees esto es porque estás buscando un cambio. Y ese es el primer paso: querer sobreponerse a ese cansancio. Ser consciente de la necesidad de cambio y actuar en consecuencia.

Empoderamiento y agencia

Para que un cambio suceda, hay que comenzar por saber que gran parte del trabajo depende de ti. Es común que al estar cansados de todo busquemos culpas afuera, siempre en el otro, en el infortunio de la vida y demás exterioridades.

Y lo cierto es que hay cosas que no decidimos. Pero lo importante es enfocarse en lo que depende de ti. ¿Los pensamientos y las acciones de los demás dependen de ti? ¿Organizar una rutina para tu día a día depende de ti?

Comienza por identificar esos lugares y momentos en los que hay algo que dependa de ti y de tus acciones. Es un buen comienzo para empoderarse y ver que tienes agencia y voluntad en el mundo en el que estás. Es hora de ser protagonista de tu vida.

Paso a paso

Una vez encontrados estos lugares desde donde puedes comenzar a transformar tu realidad, será crucial trazar pequeñas metas. ¿Hacia dónde estás orientado? ¿A dónde quieres llegar y cómo?

No olvides que aunque te fijes una meta para alcanzarla, la clave está en gozar del camino hacia el objetivo, estando siempre conectado con el presente.

Persona andando descalza por césped
Establecer pequeños objetivos puede ser de gran ayuda para recuperar la ilusión.

Motivación

La motivación es nuestro combustible. Sin ella, no haremos nada porque no hay un lugar para ir. Y sé que en un momento en el que estás cansado de todo es difícil encontrar la motivación. Pero debes saber que eso ocurre por el mismo hecho de estar harto.

Sin embargo, fíjate que el pasado puede ser un buen aliado. Intenta recordar qué te motivaba cuando eras un niño, a dónde te gustaba ir… La motivación no aparece de un día a otro. Tendrás que ir explorando las actividades y lugares que te recargan de energía. Y si de golpe encuentras algo que te guste, ahonda en ello, explóralo y hazlo propio.

Trucos prácticos

El cambio depende de los cambios que hagas. Todos los puntos anteriores apuntan hacia el bienestar desde lo que se debe hacer. Sin embargo, entre deber y hacer hay un largo trecho. Comienza a hacer, lleva esto al movimiento.

  • Define tus rutinas.
  • Tiende la cama.
  • Saca un tiempo para ti.
  • Trata de salir con amistades respetuosas.
  • Empieza a hacerte cargo de una alimentación balanceada.
  • Haz ejercicio.
  • Busca la inquietud intelectual y el hambre por saber.
  • Perdónate por no ser siempre el mejor.
  • Vuélvelo a intentar.

Hacer un esfuerzo sostenido en el tiempo en estos campos va a ayudarte a dejar de sentirte agotado, aburrido y cansado de todo. ¡Adiós al hartazgo!


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