Harvard investiga la incidencia de la felicidad en la salud
¿Puede la felicidad conducir hacia la salud? Esa fue la hipótesis que se planteó en un simposio sobre la ciencia de la salud y felicidad en el New Research Building en el campus Longwood de Harvard. Además, se destacó que la asistencia sanitaria moderna no está centrada en la salud, sino en la enfermedad.
Sin embargo, en el simposio se insistió en la importancia de enfocarse en el lado positivo de los acontecimientos. De este modo, se planteó la idea de centrarse en los activos que nos mantienen saludables o que nos ayudan a recuperarnos más rápidamente de enfermedades y lesiones.
En este sentido, la Dra. Laura Kubzansky expuso que “ se necesita con urgencia una investigación más rigurosa para comprender estos activos positivos y cómo promocionarlos para millones de personas en todo el mundo“.
“La práctica y la investigación médica y psicológica se han centrado tradicionalmente en las enfermedades y los déficits que causan problemas de salud”.
-Laura Kubzansky-
¿Cómo se inicio la investigación?
Todo comenzó cuando la familia Lee Kum Kee realizó una donación para que se creara un nuevo Centro de Salud y Felicidad en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. De este modo, se financiaría un centro para estudiar cómo aumentar la alegría y la salud en el día a día.
Precisamente, la premisa que se planteó constituía descubrir cómo la felicidad puede redundar de manera positiva sobre la salud. Eso sí, hablando de la felicidad como uno de los factores determinantes de la existencia y no como una frase bonita.
Por su parte, Laura Kubzansky, codirectora del Centro Lee Kum Sheung para la Salud y la Felicidad en la Escuela Chan de Harvard, afirmó en el simposio que durante mucho tiempo ha sido un campo de estudio opaco, pero que está proporcionando conocimiento que apoya la idea de que la salud, el bienestar y la felicidad están intrínsecamente relacionados.
Asimismo, Francesca Dominici, la decana asociada a la investigación de Harvard Chan School, aseguró que “el nuevo centro se centrará en desarrollar una “ciencia rigurosa” sobre cómo los factores psicológicos y sociales positivos pueden influir en la salud y cómo traducir esos hallazgos en políticas públicas con el objetivo de mejorar la salud en general“.
En el evento, cuyo eje central fue si la felicidad puede conducir hacia la salud, se discutió sobre cómo traducir los hallazgos en políticas públicas, lo que permitirá reducir el abismo existente entre las instituciones académicas y las necesidades de las personas durante sus jornadas cotidianas.
“Así como la enfermedad pone en movimiento una serie de reacciones fisiológicas, hay cada vez más pruebas de que la felicidad y el bienestar también están relacionados con los procesos corporales”.
-Laura Kubzansky-
La felicidad, ¿por qué nos hace más saludables?
Ser feliz no solamente conlleva a un estado de absoluta satisfacción psíquica, sino que además cada vez más se está avanzado en la comprobación de que influye notablemente a nivel físico. De este modo, el cambio sustancial de un estado de felicidad a un estado de tristeza se puede comprobar incluso a nivel químico.
La felicidad se siente y se transfiere a todo el cuerpo, pues infinidad de endorfinas son liberadas a través de la médula espinal y del torrente sanguíneo en todo el organismo cada vez que se está con los seres queridos, se escucha la canción preferida o simplemente se realiza una caminata. De este modo, el individuo nota una mejora en su estado de ánimo e incluso se disminuyendo la intensidad de determinados dolores.
Andrew Steptoe, director del Instituto de Epidemiología y Cuidado de la Salud del University College London, informó que existe una relación entre las medidas de bienestar y salud, ya que aquellos individuos que disfrutaban más de la vida no solamente vivían más tiempo, sino que su envejecimiento era más lento.
Sin embargo, Harvard informa que un estudio adicional mostró que aquellas personas que están más satisfechas con la vida son las más propensas a realizar actividad física, alimentarse saludablemente y usar protección solar además de ser menos probable que fumen.
Asimismo, se ha demostrado que las personas menos felices tienen más altos niveles de grasa y de cortisol, la hormona que genera el estrés. Sin embargo, a pesar de los avances respectivos entre los estudios con respecto a la incidencia de la felicidad en la salud, todavía quedan muchas cuestiones sin resolver.
Ser feliz… a pesar de todo
La inquietud por la felicidad es una condición inherente a la existencia humana. No obstante, esta inquietud tiene que convivir con otras muchas que no siempre son compatibles.
Entender que la mayor parte de nuestra seguridad reside en el presente y no en el futuro es un trabajo de largo recorrido. No obstante, una vez que hemos empezado a trabajar de verdad con esta idea o enfoque, los problemas tienden a transformarse en desafíos -oportunidades para crecer- y no en preocupaciones.