Hijos que hacen bullying, ¿qué pueden hacer los padres?
Todo lo que podemos leer acerca del acoso escolar siempre se centra en aquello que pueden hacer los padres si a sus hijos les hacen bullying. Pero, ¿qué sucede si la situación se da al revés? Los padres con hijos que hacen bullying también pasan por una circunstancia difícil en la que, muchas veces, se encuentran con las manos atadas. Por esta razón, hoy descubriremos cómo puedes actuar al respecto.
La Asociación Española de Pediatría (AEPED) alerta sobre el uso de la tecnología que favorece que el bullying no deje de ir en aumento. Habla sobre por qué algunos niños acosan a otros, un elemento muy interesante que puede ayudar mucho a los padres que tienen hijos que hacen bullying.
¿Por qué mi hijo es un acosador?
Según indica la AEPED, existen determinados factores que van más allá del uso de móviles, tablets y ordenadores que hacen que algunos niños les hagan bullying a otros en el colegio.
Identificarlos y entenderlos puede ayudar a los padres a comprender qué es lo que les está ocurriendo y animarles a buscar la ayuda necesaria.
- Malos tratos recibidos por sus cuidadores: si los hijos que hacen bullying han sido adoptados, es posible que hayan experimentado esto con cuidadores anteriores. En los malos tratos también se contemplan los abusos sexuales.
- Haber presenciado violencia en el hogar: el hecho de que un niño vea actitudes violentas entre sus padres esta será la manera en la que concebirá las relaciones. Por lo tanto, reproducirá las mismas conductas con sus compañeros.
- No haber sido corregido cuando ha manifestado conductas violentas: los niños son personitas a las que les encanta experimentar. Si en su historia de aprendizaje han visto que el acoso produce resultados favorables a sus intereses, lo más probable es que repitan este tipo de conductas.
Con estos datos, los padres que tienen hijos que hacen bullying ya pueden saber, más o menos, cuál puede ser el problema principal. ¿Hay violencia en el hogar? ¿El niño ha sufrido abusos por parte de sus cuidadores anteriores? ¿Cómo ha sido corregido cuando se ha mostrado violento o poco respetuoso? Saber esto nos permite recorrer gran parte del camino para empezar a buscar soluciones efectivas.
“La concienciación sobre el acoso escolar se ha incrementado pero sigue pasando desapercibido para algunos por ser ‘cosas de niños'”.
-Laura Corrochano (psicóloga)-
Soluciones para hijos que hacen bullying
Aunque pueda parecer una solución extrema, en realidad no lo es. Lo primero que hay que hacer, sin lugar a dudas, es ponerse en manos de un psicólogo infantil. Este evaluará los problemas que pueda tener el niño y que lo llevan a tener esas actitudes agresivas con sus compañeros.
Asimismo, aconsejará a los padres y les dará recursos para trabajar determinados aspectos en casa, esenciales para el cambio:
- Ejercicios de empatía: puede hacerse con cuentos o llevando a cabo juegos en los que haya que cambiar los roles. Lo importante es que el niño sepa capaz de entender las emociones y sentimientos de la persona que está enfrente de él.
- Ponerles límites con la tecnología: si el bullying lo realizan a través de la tecnología, es conveniente poner límites y estar alerta ante cualquier posible acción de acoso escolar a través de cualquier dispositivo. Esta situación es delicada, por eso, conviene poner límites con los dispositivos tecnológicos desde que se empiezan a utilizar.
- Hablar con ellos: una comunicación abierta y fluida en la que los niños puedan describir lo que sienten y por qué hacen lo que hacen puede ser muy positivo. Para esto, no hay que regañar, ni culpar, ni amenazar. Hay que escuchar e intentar hacerle ver a los niños que están en un error.
Todas estas acciones ayudarán a resolver los problemas que pueden estar provocando que los niños hagan bullying. Una violencia que puede verbal, sexuada, física o psicológica, tal y como indica el artículo Bullying: el poder de la violencia. Una perspectiva cualitativa sobre acosadores y víctimas en escuelas primarias de Colima.
Los niños que hacen bullying pueden dejar de acosar a los demás. Para ello deben aprender que aquello que vieron en sus hogares no es lo correcto y a canalizar la rabia que puede llevarles a tener estas actitudes por haber sufrido, ellos mismos, violencia física. No obstante, en los casos más complicados, lo más importante, por encima del resto de medidas, es solicitar la ayuda de un profesional que haga una evaluación y un plan de intervención adaptados.
“Irónico, en vez de hacerle daño a quienes me lo hacen, me hago daño a mí misma, interior y exterior”.
-Jenifer Lorena-
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- Sharp, S., & Smith, P. (2002). School bullying: Insights and perspectives. Routledge.