Inteligencia emocional para tu día a día
Llevamos años escuchando el término acuñado por el psicólogo Daniel Golemann de inteligencia emocional. Pero, ¿qué es la Inteligencia emocional para qué todos la entendamos? y ¿cómo podemos aplicarla a nuestro día a día?
La inteligencia emocional es la capacidad para entender nuestras emociones y la de los demás de manera equilibrada y para resolver nuestros problemas del día a día, sin que el mundo se nos venga encima. La inteligencia emocional es la habilidad para gestionarnos emocionalmente.
Necesitaría tener más inteligencia emocional
“Me preocupo por todo. Que si tengo trabajo, el estrés me asfixia, que si no lo tengo… la pena me ahoga. Que si no tengo pareja, me siento solo y si la tengo, creo que deberíamos darnos espacio. Si no salgo con los amigos me siento deprimido y aburrido y si salgo, siento que no encajo en ninguna reunión…
Siempre me estoy quejando por todo y nada me viene bien. No soy feliz y realmente creo que es porque yo no quiero serlo; porque me ahogo en un vaso de agua ante el más mínimo problema, porque no sé ver el vaso de agua medio lleno y porque sobredimensiono pequeños problemas cotidianos que otras personas se toman con sentido del humor. ¿Cómo puedo cambiar mi actitud?”
¿Por qué deberíamos tener más inteligencia emocional? Si tuviéramos que resumirlo en pocas palabras quizás podríamos decir que para ser más felices. ¿Qué sentido tiene la vida si no tratamos de ser felices? Cierto es que vendrán problemas, que la vida siempre no nos sonreirá, pero nosotros tenemos, si queremos, el poder de volver lo negro blanco y ser más felices.
¿Y cómo hacerlo? Desarrollando nuestro nivel de inteligencia emocional. Aprendiendo a gestionar nuestras emociones tanto con nosotros mismos como con los demás. Tomando responsabilidad de las mismas y siendo consciente que somos nosotros quienes podemos dirigirlas hacia nuestro bienestar o malestar.
8 Ideas para potenciar tu inteligencia emocional día a día
A continuación, te ofrecemos algunas ideas que puedes llevar a cabo en tu día a día para desarrollar en la práctica tu inteligencia emocional. ¡Atrévete y ponlas en marcha! Te sorprenderás de sus beneficios:
- Ten predisposición a mejorar emocionalmente. No cambiamos mientras no ponemos de nuestra parte. Nadie nos puede ayudar a dejar de fumar, a adelgazar etc. si no tenemos predisposición. En la inteligencia emocional ocurre lo mismo. Y es que hay un refrán que reza “Más hace el que quiere que el que puede”.
- Aprende a encajar los pequeños reveses del día a día. Busca el lado positivo de todo lo que te ocurre. ¿Has perdido el amor, el trabajo, un amigo? No te preocupes en exceso, piensa que son momentos malos pero que todo pasa y que la vida vuelve a sorprenderte con nuevas oportunidades.
- No te tortures con pensamientos negativos. Entrar en la espiral de los pensamientos negativos no nos sirve para nada. ¿Realmente, qué solucionas con los pensamientos negativos? Intenta aprender a decirte “basta”. Pon música, baila, haz ejercicio, habla con otros, distrae a tu mente cuando se pone “tonta”.
- Cuando te sientas mal acude a quien sabes que te aporta paz y refugio. Seguro que tienes cerca a alguien que cuando te sientes mal tiene la habilidad de hacerte ver la vida de una forma positiva. Búscala, busca sus palabras y termina agradeciéndole su amistad.
- Ten una mente abierta con los demás. En definitiva sé empático. No censures tanto a los demás, trata de comprenderlos. Pretender que los demás sean como tú quieres que sean es una guerra sin sentido. Saca el lado positivo de las personas. Todos tenemos defectos y virtudes.
- Escucha a tu cuerpo, te ayudará a identificar muchos de tus sentimientos. ¿Se te ha cogido un nudo en el estómago cuando te han dado una mala noticia? ¿Sientes cierto mareo ante esa situación nueva? Descubre cómo tu cuerpo es el primero que identifica las emociones y te ayuda a comprenderlas, incluso a transformarlas. Aprende a respirar, a serenarte, etc.
- No te tomes las cosas “tan a pecho”. Realmente si nos paramos a pensar un poco, estamos de paso, ¿por qué no poner de nuestra parte e intentar tomarnos las cosas con más serenidad? Que el jefe está hoy insoportable es cosa suya, no dejes que te influya; no aguantas al nuevo que se ha incorporado a vuestra pandilla, no dejes que te haga perder la amistad con el resto, déjalo estar.
- Resuelve los conflictos con los demás de manera positiva. Dicen que hablando se entiende la gente. Cuando tengas un problema con alguien intenta resolverlo de la mejor manera posible, dialogando y exponiendo tus puntos de vista. Si sientes que es una persona negativa y que con ella simplemente “no se puede”, aléjate cantando bajito.
Por lo tanto, si quieres ser feliz, tan solo te hacen falta ganas y esfuerzo que junto a estos consejos, te harán ver la vida de otra manera. Entrena tu inteligencia emocional y descubre sus beneficios en tu día a día, tanto para ti mismo como para las relaciones con los demás. ¿A qué estas esperando?
Imágenes cortesía de Lunático Khoa Le