Introvertidos y extravertidos
Las diferencias entre introvertidos y extravertidos son de las más fácilmente observables de forma externa. Al poco tiempo de conocer a una persona somos capaces de determinar hacia cuál de los dos polos se inclina más. Sin embargo, al igual que en el resto de rasgos de personalidad, la clasificación no es categórica. Las personas se sitúan en lugares intermedios del continuo en función de sus preferencias y acciones.
Socialmente los extravertidos gozan de un mayor reconocimiento y aceptación. Los demás suelen percibirlos como personas divertidas, alegres y sociables. Por el contrario, los introvertidos son vistos como retraídos, aburridos e incluso raros debido a su particular forma de entender y disfrutar la vida. Pero ¿qué designan exactamente estos dos conceptos?.
Introvertidos y extravertidos
Los extravertidos son personas que necesitan el contacto con el mundo exterior. Disfrutan y se recargan en la interacción con los otros y por ello concentran su energía en cultivar las relaciones sociales. Suelen ser individuos muy comunicativos y con preferencia por actividades colaborativas.
Tienen facilidad para relacionarse y disfrutan haciéndolo por lo que tienden a contar con un amplio círculo de amistades. Se encuentran cómodos en lugares repletos de luces y sonidos ya que les resultan estimulantes. También son proclives a involucrarse con ambientes y actividades diferentes y novedosos.
Los introvertidos, por su lado, canalizan su energía hacia el interior. Son personas introspectivas, que cuentan con un rico mundo interior. Disfrutan pasando tiempo consigo mismos, enfrascados en aquellas actividades que les apasionan. Se recargan estando a solas, por lo que suelen preferir las actividades y los trabajos individuales.
Tienden a ser personas reservadas y poco comunicativas, con menos vínculos sociales pero de una mayor profundidad emocional. Las multitudes y los ambientes estridentes pueden hacerlos sentir desbordados por lo que prefieren lugares tranquilos y silenciosos.
¿Cuál es la clave de sus diferencias?
El punto central de las diferencias entre introvertidos y extravertidos lo encontramos en su distinto nivel de arousal. Este concepto define el grado de activación cerebral de un individuo en relación a los estímulos del medio. Al contrario de lo que pueda parecer, los introvertidos cuentan con un mayor nivel de activación general. De esta forma, los estímulo exteriores pueden sobreactivarlos y producirles malestar.
Por el contrario los extravertidos, al tener un arousal más bajo, requieren de estimulación externa para alcanzar su punto óptimo. Las relaciones con el mundo exterior energizan al extravertido y agotan al introvertido porque parten de niveles de activación diferentes.
Introvertidos y extravertidos: igualmente válidos
Ventajas de ser introvertido
- Capacidad de escucha: debido a su sensibilidad elevada los introvertidos son capaces de empatizar y comprender de forma profunda a los demás. En un mundo en el que abundan las conversaciones vacías y superficiales un introvertido será capaz de manejar contenidos emocionales con gran sabiduría y pericia.
- Racionalidad: son personas cerebrales, analíticas y reflexivas. Su rico mundo interior les capacita para ofrecer perspectivas muy diferentes de cada asunto, por lo que su entorno suele confiar en ellos como grandes consejeros.
- Disfrutan de si mismos: para los introvertidos la soledad no es ningún castigo, es un estado muy placentero. Son personas que rara vez se sienten solas o aburridas y no suelen necesitar la aprobación de los demás.
Ventajas de ser extravertido
- Sociabilidad: los extravertidos cuentan con un amplio círculo social y están en constante interacción con la gente. Este puede ser un factor protector frente a la depresión y otro tipo de condiciones, puesto que el apoyo social aumenta nuestras defensas y nos ayuda a recuperarnos de la enfermedad.
- Capacidad de adaptación: Su carácter abierto los ayuda a hacer amistades donde quiera que vayan y adaptarse en poco tiempo a cualquier entorno novedoso.
- Éxito laboral: Si bien es cierto que cada persona destaca en un ámbito diferente, los extravertidos cuentan con una ventaja a nivel laboral. Su capacidad para trabajar en equipo y trabar relaciones sociales les facilita establecer contactos y abrir nuevas puertas en su carrera profesional.
En suma, pese al estigma social que cargan los introvertidos, ambos tipos de personalidad cuentan con grandes ventajas y aportan cualidades muy valiosas. Interesarnos por conocer los puntos fuertes de ambos bandos nos ayudará a comprender mejor sus perspectivas y a disfrutar de sus virtudes, aceptando y respetando a cada persona cómo es.
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- Masuello, A. S. (1933). Introversión Extroversión. Jung, 86.