La locura del amor ciego

La locura del amor ciego

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 31 agosto, 2023

¿Por qué amor ciego y locura suelen ir de la mano? Hay una curiosa fábula que lo explica. “Una vez, hace muchos siglos, se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos, emociones y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso:

-¿Os gustaría jugar al escondite?

La Intriga levantó la ceja algo intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó:

-¿Al escondite? ¿Y cómo se juega?

Es un juego, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde 1 hasta 1 millón, vosotros os escondéis y, cuando yo haya terminado de contar, el primero que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. Explicó la Locura.

El Entusiasmo bailó seguido por la Euforia, la Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar, el Pesimismo no quiso, al final siempre le encontraban,  la Idea opinó que era un juego tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea de jugar no hubiera sido de ella) y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

El simbolismo de un juego

Pareja con los ojos vendados simbolizando amor ciego

¡1, 2,3! comenzó a contar la Locura. La primera en esconderse fue la Pereza que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.  La Fe subió al cielo y la Envidia se escondía tras la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo, había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos y pensaba “¿un lago cristalino? Ideal para la Belleza. ¿Y el hueco de un árbol? Perfecto para la Timidez. ¿Una ráfaga de viento? Magnifico para la Libertad…”, así que terminó ocultándose en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, hermoso, dulce, pero solo para él. La Mentira se escondió en el fondo del océano (mentira, en realidad se escondió detrás de un arco iris), y la Pasión y el Deseo en el centro de un volcán. El Olvido se olvidó donde se escondió…pero eso no es lo importante.

Descubriendo sentimientos

pareja escondida bajo un paraguas de hojas

Cuando la Locura contaba 999.999, el Amor no había encontrado sitio donde esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un bello rosal, y decidió rápidamente esconderse entre sus flores.

¡Un millón! contó la Locura, y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza, que se había quedado dormida a 3 pasos de la piedra con la que cayó. Después escuchó a la Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre teología. Luego descubrió a la Pasión y al Deseo en el vibrar de los volcanes.

Tras ellos encontró a Triunfo y, por supuesto, también supo dónde estaba Envidia. Al Egoísmo no tuvo que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que se veía hermoso, pero resultó ser un panal de abejas.

De tanto caminar, Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir a qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: el Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arco iris (mentira, ella sí estaba en el fondo del océano) y hasta el Olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando al escondite.

La explicación del amor ciego

 

Solo el Amor no aparecía por ningún sitio, la Locura busco detrás de cada árbol, cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas. Y, cuando estaba por darse por vencida, divisó el rosal, pero por miedo a pincharse con las espinas tomó una varilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó.

Las espinas habían herido los ojos del Amor, la Locura no sabía qué hacer para disculparse, le lloró, le rogó perdón, le imploró y, finalmente, prometió ser su lazarillo. Y desde entonces, hace ya muchos siglos, se puede ver al Amor y a la Locura juntos. Por eso el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.”

Esta es una hermosa leyenda popular, algunos consideran cuento porque de niños ya se los contaban los mayores, del origen del amor ciego y de por qué la locura siempre lo acompaña.

Y es que cuando nos enamoramos locamente, podemos actuar de maneras que desde fuera o vistas en retrospectiva parecen una locura. ¿Quién no ha hecho algún cambio enorme en su vida solo por contentar a su nueva pareja? ¿Qué persona no ha intentado recuperar a una ex pareja con un gesto romántico que visto desde el futuro parece totalmente absurdo?

Por suerte, con los años el amor puede irse templando, y con experiencia cada vez es menos frecuente hacer locuras por amor. Sin embargo, de vez en cuando todavía surge dentro de nosotros la necesidad de actuar de alguna manera absurda por esa persona a la que acabamos de conocer y que, inexplicablemente, ha conseguido robar nuestro corazón.


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