La nosofobia o miedo a enfermar
El miedo a enfermar o nosofobia, al igual que el miedo a la muerte y a la locura son miedos ancestrales, atávicos. ¿Quién de nosotros no teme padecer una grave enfermedad? ¿Acaso no tenemos miedo a volvernos locos? ¿No le tememos a la muerte?
En esta entrada hablaremos de la nosofobia. La nosofobia implica padecer un temor excesivo e irracional a la enfermedad. Sin embargo, la persona no piensa que en el presente esté enferma. Esta es una diferencia crucial entre nosofobia e hiponcondría.
Los pacientes con hipocondría no tienen miedo de contraer una enfermedad en el futuro, como los nosofóbicos. Los hipocondríacos tienen miedo de tenerla en el presente y no ser diagnosticados.
¿Qué entendemos por fobia?
Las fobias se definen como un temor intenso e irracional hacia una persona, objeto o situación que entraña poco o ningún peligro. La palabra viene del término griego fobos que significa ‘pánico’. En la mitología griega, Fobos era también el hijo de Ares, dios de la guerra y Afrodita, diosa del amor. Personificaba al miedo. Alejandro Magno le rezaba a Fobos antes de cada batalla para alejar el temor.
De acuerdo al DSM-5 (Manual diagnóstico y los estadístico de trastornos mentales), las fobias específicas, como la nosofobia, cumplen las siguientes características:
- Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (p. ej., volar, alturas, animales, administración de una inyección, ver sangre…)
- El objeto o situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad inmediata.
- La situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad intensa.
- El miedo o la ansiedad es desproporcionado si analizamos el peligro real que plantea el objeto o situación específica y el contexto sociocultural.
- El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente y dura típicamente seis o más meses.
- La ansiedad, el miedo o la evitación causan malestar clínicamente significativo o deterioro en la dimensión social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
Es común que las personas tengan múltiples fobias específicas; de hecho, aproximadamente el 75% de las personas con fobia específica temen a más de una situación u objeto. Se dice que las personas con una vida fóbica tienen una sombra característica: el sentimiento de angustia.
La nosofobia o el miedo irracional a la enfermedad
Como decíamos anteriormente, la nosofobia puede ser definida como el temor irracional a padecer alguna enfermedad específica o cualquier afección en general. Las personas con nosofobia desarrollan un miedo exagerado hacia la enfermedad y suelen ser impresionados por algún caso o enfermedad en particular.
Los síntomas de la nosofobia suelen ser diversos, pero bastante parecidos entre quienes padecen esta fobia. Estos síntomas son los siguientes:
- Nerviosismo exagerado ante cualquier infección menor.
- Medidas extremas para evitar el contacto con gérmenes.
- Visitas frecuentes y reiteradas a diferentes médicos, aunque también evitan acudir a estos.
- Miedo intenso a que el médico confirme la enfermedad que el nosofóbico se ha autodiagnosticado.
La preocupación por la salud puede ser un tema dominante con manifestaciones a nivel cognitivo (rumiaciones frecuentes sobre el estado de salud). También son frecuentes los síntomas de tipo emocional (experiencia de ansiedad o ánimo disfórico en relación con el temor) y conductual (consultas médicas no justificadas por el estado de salud objetivo).
Ansiedad por enfermar
Con mucha frecuencia, la nosofobia se clasifica como un trastorno de síntomas somáticos. Sin embargo, en una minoría de los casos es más apropiado utilizar en su lugar el diagnóstico de trastorno de ansiedad por enfermar.
La preocupación por la idea de que se está enfermo se acompaña de una ansiedad considerable sobre la salud y la enfermedad. Las personas con ansiedad por enfermar se alarman fácilmente con las enfermedades. Esto sucede al oír que alguien se ha puesto enfermo o al leer noticias sobre historias relacionadas con la salud.
Como dijimos, la nosofobia es un trastorno cercano a la hipocondría. En el paciente nosofóbico aparece un temor irracional, intenso e incontrolable a padecer una enfermedad grave en un futuro indeterminado. Y es que “el que teme sufrir ya sufre el temor”.
En la nosofobia, la emergencia de un síntoma físico provoca un aplazamiento indefinido de la consulta al médico y la realización de pruebas. El nosofóbico padece un temor tan intenso a tener algo que evita cualquier circunstancia que pueda confirmarlo. El nosofóbico prefiere cerrar los ojos y vivir sin saberlo.
Como hemos visto, nosofobia e hipocondría no son exactamente lo mismo. Sin embargo, son conceptos relacionados. De todas formas, si estás experimentando un miedo intenso relacionado con la enfermedad no sería mala idea que pidieras cita con un psicólogo. Da igual el nombre que le pongamos. Lo importante es superarlo.