La psicoeducación como intervención en el cuidador
La esquizofrenia, el trastorno del espectro autista, las demencias y otras enfermedades crónicas o degenerativas demandan una intervención en la que es difícil ayudar a las personas afectadas sin ayudar al mismo tiempo a sus más allegados. Así, una de las intervenciones que más y mejores resultados producen, tanto en el paciente/cliente como con el entorno, es la psicoeducación.
Esto se debe a que gran parte del peso de la intervención recae en la familia. En muchos de los casos, puede ser solamente en un único cuidador. Algunos estudios indican que el 75% de las necesidades de la persona dependiente las cubren las familias o el entorno social. Esto, sumado a la cronicidad y duración de este tipo de enfermedades puede ir en contra del cuidador y, por extensión, del enfermo.
La problemática del cuidado: la sobrecarga
Aunque el cuidador perciba que su función es necesaria y deseada, esta acarrea una serie de cambios en su vida y puede producir un riesgo para su salud física y mental. No es consciente, en la mayoría de los casos, de la sobrecarga a la que se está viendo sometido. La psicoeducación ayudaría precisamente a aliviar esta sobrecarga.
Esta sobrecarga es un concepto complejo que hace referencia a las dificultades que se presentan en el cuidado de la persona enferma y que se podrían resumir en:
- El impacto de la relación de cuidaos en el cuidador y el familiar.
- El conjunto de problemas físicos, psicosociales y económicos que se presentan ante el cuidador.
- La experiencia subjetiva, modificada por las condiciones del cuidado y las características del cuidador.
La intervención psicosocial: la psicoeducación
En los últimos años, se ha ido viendo la importancia de llevar a cabo una intervención psicosocial con las familias y, en especial, con el cuidador principal. Centrándose en la prevención o reduciendo su malestar, aliviando de esta manera la carga que deriva del cuidado.
De esta forma, por medio de programas estructurados se pretende dotar al cuidador de habilidades y conocimientos con los que afrontar el cuidado y cuidarse mejor. Dentro de las intervenciones psicosociales, destaca la psicoeducación.
Esta intervención suele ser dirigida por uno o varios profesionales. La duración es temporalmente limitada -de 7 a 15 sesiones-, con una frecuencia semanal o quincenal. De esta manera, el cuidador tiene tiempo para practicar los contenidos entre sesión y sesión. La duración de cada sesión oscilaría entre 1 o 2 horas. Por regla general se suelen llevar a cabo de forma grupal, pudiéndose complementar con sesiones o consultas individuales.
El objetivo principal de este tipo de intervenciones es reducir el malestar del cuidador por medio del aprendizaje en estrategias y habilidades para el autocuidado más allá de su función como cuidador. En estos grupos, los cuidadores aprenderán a afrontar mejor las situaciones que se les presenten durante el cuidado y además podrán tener un espacio de intercambio y apoyo emocional entre cuidadores.
En un programa enfocado en la psicoeducación se trabajará en tres apartados:
Educación para la enfermedad
Dotar a los cuidadores de un conocimiento teórico que les permita entender la relación entre la dependencia, enfermedad y comportamiento. Así, comprenderán algunos de los comportamientos no como factores personales o “la mala idea” del enfermo, sino como consecuencia de la enfermedad.
Aprender a cuidar mejor al enfermo
Enseñar habilidades para enfrentarse mejor a las situaciones difíciles del cuidado, como trabajar la comunicación con el familiar o estrategias para reducir la frecuencia de comportamientos disfuncionales. También se abordaría la gestión del entorno físico y social, enseñando a distinguir y eliminar barreras o dificultades en el entorno físico y familiar del enfermo.
Cuidado al cuidador
Por medio de técnicas y contenidos se pretende mejorar el autocuidado del propio cuidador. Incluiría técnicas de gestión y alivio emocional, solución de problemas y entrenamiento en actividades agradables, aprendizaje en técnicas de relajación y asertividad.
Eficacia de la psioeducación
Los estudios actuales han mostrado que la eficacia de estas intervenciones es relativa debido a problemas metodológicos, que dificultarían la obtención de unas evidencias sólidas. Es necesario continuar con una investigación que permita superar las limitaciones actuales.
Aún así, se ha percibido que los programas psicoeducativos redundarían en un beneficio psicológico de los cuidadores, y a su vez a las personas cuidadas. Afectando a la aparición de conductas disfuncionales derivadas de la enfermedad y retrasando la institucionalización.
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- Martín Carrasco , M., Domínguez Panchón , A., González Fraile , E., & Muñoz Hermoso , P. (2011). Programa Psicoeducativo para el manejo de la Sobrecarga en el Cuidador del paciente con Demencia .Madrid: Instituto de Investigaciones Psiquiátricas (IIP) / Fundación Ma Josefa Recio .
- Losada Baltar , A., Montorio Cerrato , I., Fernández de Trocóniz , M., & Márquez González , M. (2006). Estudio e intervención sobre el malestar psicológico de los cuidadores de personas con demencia. El papel de los pensamientos disfuncionales.Madrid : Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).