La religión es un enigma que nuestra mente explica

Vivimos en un mundo que está cargado de la religión y la espiritualidad, pero esto va más allá de simplemente ir a rezar o a orar. Veamos cuáles son sus implicaciones en la sociedad.
La religión es un enigma que nuestra mente explica

Última actualización: 22 noviembre, 2023

La religión surgió como una necesidad ancestral, o al menos eso se cree, y se ha mantenido hasta la actualidad sin ningún indicio de que vaya a desaparecer.

Si miramos a la historia, nos daremos cuenta de que la religión -si es que se puede hablar de esta de una forma unificadora- ha experimentado muchas variaciones. Así, por ejemplo, hemos asistido al nacimiento de las religiones monoteístas, en las que se adora a un único Dios.

Estos dioses también han cambiado a lo largo de los siglos y han adoptado distintos nombres y formas. Existen dioses de los cuales no se pueden hacer representaciones, así como otros a los que se atribuyen formas fantásticas, en ocasiones, relacionadas con los animales.

“Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”

-Miguel del Cervantes-

La religión también ha llegado a institucionalizarse y en su nombre se han creado instituciones sociales con el propósito de prestar o mejorar servicios, como la educación y salud.

La parte negativa es que también se han sucedido grandes guerras bajo su nombre y se han cometido gran cantidad de crímenes e injusticias en base a dictámenes de fe, mal interpretados en muchas ocasiones.

Explicaciones de la religión

Muchas son las explicaciones que se han esgrimido para intentar explicar el nacimiento y la vida de la religión a través de los siglos.

Una de las más defendidas es la que ya expusimos al principio -la religión cumple la función de dar respuestas a aquellas cuestiones que no hemos podido responder de otro modo-, pero esta no es la única explicación que se ha dado a la religión.

Manos abiertas al sol simbolizando la religión

A continuación, exponemos algunos de estos intentos por explicar el nacimiento y la subsistencia de la religión:

  • La religión surgió como causa del consumo de drogas. Las personas que consumían sustancias alucinógenas tenían visiones anormales que acababan por interpretar como mensajes del más allá. Algunos chamanes y brujos tomaban drogas pera estar más cerca de los dioses o para comunicarse con ellos a la hora de tomar decisiones. También se considera que el consumo de estas drogas no era intencionado en algunas ocasiones, por lo cual resultan plausibles las interpretaciones que introducen seres divinos.
  • Otra explicación considera que la religión aparece para dar explicación de los fenómenos de los cuales se carecía de una interpretación lógica. Algunos fenómenos, de los cuales nos era tan fácil encontrar una explicación convincente como la lluvia o los truenos, eran interpretables desde un racionamiento lógico y la motivación por explicar su causa llevó a la gente a crear dioses. Así, los dioses eran los que provocaban esos fenómenos para los que se carecía de explicación racional.
  • El surgimiento de la religión también aparece como una forma de idolatría. Algunas personas llegaron a ser idolatradas por sus actos y palabras. Esta adoración llevó a que se crearan religiones entorno a estas figuras.
  • La última explicación aquí recogida nos viene a decir que la religión aparece como una adaptación cognitiva. Por cognición se entienden las funciones, procesos y estados mentales, con un enfoque particular en procesos tales como comprensión, inferencia, toma de decisiones, planificación y aprendizaje. Esta perspectiva es una de las más aceptadas dentro de la biología y de la psicología.

¿Por qué la religión está aquí para quedarse?

In gods we trust

Según el libro de Scott Atran, “In gods we trust”, la religión trata de trasladar genes con predisposición hacia ciertos comportamientos, hacia la selección grupal y hacia la mimética o imitación. Desde esta perspectiva, la religión no es una doctrina o una institución, ni siquiera una fe.

Según esta visión, la religión sobreviene de las labores ordinarias de la mente humana cuando ésta lidia con inquietudes vitales como son el nacimiento, la vejez, la muerte, los imprevistos y el amor.

Para entender esta perspectiva hay que comprender que la religión es costosa y sus doctrinas, en muchas ocasiones, contradicen a la intuición. Por ejemplo, el significado que se da a los sacrificios que proponen algunas religiones. El seguir una religión u otra representa un gran coste y en ciertas épocas podía costar incluso la vida.

La comparación entre las características positivas que la religión aporta y las negativas puede dar un balance negativo, lo cual nos indica que la religión no se selecciona simplemente por sus beneficios.

“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”

-Albert Einstein-

Pareja en el campo

En su lugar, se entiende que la religión es una consecuencia no adaptativa de las características adaptativas de la cognición humana. Esto es, la religión es una adaptación a nivel cognitivo que, por sí sola, no es adaptativa si miramos a los costes y beneficios que reporta.

La religión, al igual que otros fenómenos culturales, es el resultado de una confluencia entre medios cognitivos, conductuales, físicos y de limitaciones ecológicas que residen en la mente.

Facultades psicológicas que crean la religión

Como se ha dicho, la religión es desarrollada por ciertas facultades psicológicas que sirven para adaptarnos a las condiciones de vida. Algunas de estas facultades son:

  • Programas afectivos primarios y secundarios: las emociones que sentimos y cómo las interpretamos tienen consecuencias de cara a las interacciones entre personas. Las creencias en una religión hacen que tengamos una respuestas afectivas con nuestro grupo diferentes a las que tenemos con otros grupos, siendo más afectivas hacia los miembros del propio grupo. Esta forma de expresar las emociones era evolutiva en la medida que beneficia al grupo de pertenencia.
  • Inteligencia social: la vida en grupo dio lugar a diferentes interpretaciones que servían para la protección del grupo. El seleccionar un dios u otro está determinado por la pertenencia a un grupo y esta elección, a la vez, crea las diferencias con los otros grupos. La diferencia en esta elección a su vez sirve para regular y legitimar las relaciones que se establecen con aquellos grupos que han elegido un dios diferente, lo cual beneficia al propio grupo.
  • Módulos cognitivos: estos son esquemas mentales que regulan la interpretación de las acciones y los rituales que se realizan. Estos módulos se justifican y entienden desde la religión. Los rituales que se realizan dentro de nuestra religión son comprensibles y aceptados mientras los que realizan otras religiones vienen a parecernos extraños e incomprensibles. Mediante estos esquemas, los rituales y acciones del propio grupo se perpetúan.

En resumen, los humanos contamos con una tendencia para detectar la agencia, o la causa de una acción, allí donde no está presente.

Por ejemplo, la creencia en lo sobrenatural puede ser explicada, en gran medida, por la misma adaptación cognitiva que causó que nuestros antepasados interpretaran el sonido de una brisa moviendo un arbusto como la presencia de un tigre dientes de sable.

Esta interpretación era útil en la medida que beneficiaba la supervivencia. Así, los agentes sobrenaturales vendrían a ser un subproducto evolutivo provocado por el esquema de detección de depredadores.

Desde esta interpretación, la religión sería el instrumento que nuestra mente usa para dar interpretaciones plausibles de aquellos eventos que nos son inciertos. A su vez, la mente reproduciría estos mecanismos o esquemas a través de la evolución para cerciorar la pertenencia a un grupo al igual que su supervivencia.


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