La técnica de los cinco "¿Por qué?"
La técnica de los cinco “¿Por qué?” ha demostrado ser efectiva en el marco de la resolución de problemas. Originalmente fue desarrollada por Sakichi Toyoda y empleada posteriormente por Toyota Motor Corporation. Así mismo, esta técnica es empleada dentro de otra técnica terapéutica como es el entrenamiento de la solución de problemas.
La terapia de solución de problemas, propuesta por Zurilla y Goldfierd en 1971, emplea esta estrategia como un pilar en esta psicoterapia. Muchas veces tendemos a postergar los problemas y la solución de los mismos aporta un grado de bienestar y sosiego en nuestras vidas.
Más concretamente, la técnica de los cinco “¿Por qué?” nos permite atajar el problema de raíz al hacer hincapié en el origen de la sucesión de los problemas y cómo estos se forman. Por tanto, la técnica de los cinco “¿Por qué?” -o 5 why– tiene como objetivo identificar las causas más probables de un problema.
Existen dos tipos de técnicas fundamentales que facilitan esta metodología: el diagrama de espina de pescado o diagrama Ishikawa y un formato tabular. Estas herramientas permiten que el análisis se ramifique con el fin de identificar diferentes causas que puedan constituir la raíz del problema.
Aproximación a la verdad
Además de las causas que originan los problemas, la técnica de los cinco “¿Por qué?” constituye una técnica aproximativa a la verdad. Esto sucede por el análisis máximo de las causas que constituyen el problema.
Esta metodología, consiste en preguntarse el “por qué” cinco veces, aunque no de manera estricta. Puede suceder que encontremos la causa raíz del problema y no sea necesario continuar preguntándonos el por qué.
Para llevar a cabo esta metodología es necesario en primer lugar, conocer la situación problemática o problema y en segundo, reunir a las personas que puedan estar involucradas o interesadas en la resolución del problema. Esto nos permite observar la opinión de los demás, sobre la causa de un problema.
El método que subyace esta técnica no provee reglas sencillas ni estrictas sobre las líneas de preguntas o hasta dónde seguir la búsqueda de causas principales adicionales. Por ello, incluso cuando el método es correctamente aplicado, el resultado sigue dependiendo del conocimiento y la persistencia de las personas involucradas.
La técnica de los cinco “¿Por qué?” en diferentes ámbitos
Esta metodología ha resultado eficaz y se ha podido aplicar en diferentes ámbitos. Sin embargo, al emplearla, también corremos el riesgo de ignorar información importante o de interpretarla de manera sesgada.
Una motivación básica para llevar a cabo esta técnica o emplearla de forma recurrente es la curiosidad. Un interés que sobrevive con dificultad al paso de los años, que por norma nos educan en el pragmatismo y la utilidad inmediata.
Esta técnica resulta es especialmente útil en contextos como en las dinámicas de grupo o en el ámbito del trabajo u organizacional. En este sentido, el debate nos vuelve realistas frente a la cantidad de verdad o certeza que hay en nuestros planteamientos.
Beneficios de desarrollar esta técnica
La técnica de los cinco “¿Por qué?” supone una ayuda para el pensamiento crítico. Este un tipo de pensamiento reflexivo que nos incita a no quedarnos con la verdad que se nos presenta, sino de ahondar en las causas que subyacen algunos problemas. Los beneficios de fomentar este tipo de pensamiento son múltiples:
- Aumenta la creatividad
- Refuerza la capacidad de resolución de problemas
- Aumenta la curiosidad
- Fomenta la independencia
- Es una práctica polifacética
- Constituye una habilidad vital, no sólo en el aprendizaje, sino como instrumento de desarrollo.
Además, el efecto iterativo del planteamiento de preguntas está muy ligado al pensamiento lateral. El pensamiento lateral, a su vez, es uno de los pilares de la creatividad en niños y adultos. Por ello la iteración fomenta la creatividad al hacer uso del mismo.
En conclusión, esta técnica nos permite conocer la causa de un problema, constituyendo un elemento básico en la metodología de solución de problemas. Se puede utilizar a nivel personal, pero también a nivel organizativo, aportando conocimiento sobre las causas de un problema.
Sin embargo, aunque es una técnica que nos permite aproximarnos a la verdad, conviene tener cuidado. Muchas veces, los fenómenos no tienen una única raíz, sino que la realidad de las causas que los constituyen son varias y diversas. Utilizarla cómo “técnica de bolsillo” en nuestro día a día ha demostrado tener resultados eficaces, obteniendo resultados válidos y positivos, especialmente si la utilizamos para situaciones poco complejas.