Las 17 mejores frases de Aaron Beck
Las frases de Aaron Beck que enumeramos en este artículo recogen lo fundamental de su pensamiento sobre las distorsiones cognitivas, el pensamiento congruente y su influencia en los distintos trastornos del ánimo y de la personalidad. En la década de los años 60, este psiquiatra y profesor estadounidense hizo una de las aportaciones más relevantes a la psicoterapia actual: contribuyó a dar forma a la Terapia Cognitiva o Terapia Cognitivo-conductual (TCC).
Entre sus muchos logros, destaca el hecho de ser el único médico psiquiatra que ha publicado artículos tanto en la Asociación Americana de Psiquiatría como la Asociación Americana de Psicología. De hecho, esta última le considera como uno de los 5 psicoterapeutas más influyentes de todos los tiempos.
En concreto, las frases de Aaron Beck hablan de cómo una reestructuración dirigida y acertada de nuestros esquemas cognitivos nos permite gozar de mejor salud mental y un mayor equilibrio emocional. Además, a través de este cambio en nuestros esquemas y en nuestros filtros mentales podemos obtener cualidades que necesitamos para avanzar y sobrevivir, superar nuestros problemas y aprender con y de nuestra pareja.
La interpretación es lo que duele, no el hecho en sí
“La terapia cognitiva busca aliviar las tensiones psicológicas mediante la corrección de las concepciones erróneas y auto-señales. Al corregir las creencias erróneas, podemos terminar con las reacciones excesivas”.
Su pensamiento, enmarcado dentro de la terapia cognitiva, se basa en la idea de que las personas sufren por la interpretación particular que hacen de los sucesos que les ocurren, no por los hechos en sí mismos. Es decir, la mayor parte de nuestro sufrimiento dependería del sentido y de la importancia que le otorgamos a lo que nos pasa, no de lo que nos pasa en sí.
Beck considera que el psicoterapeuta ha de ayudar a la persona a identificar sus creencias distorsionadas como un paso previo y necesario para la modificación de las mismas. Por ello, su objetivo es conocer los esquemas cognitivos que emplea el sujeto, para poder modificarlos y restarles rigidez. Esa reestructuración cognitiva permite a la persona cambiar su manera de interpretar y valorar en su plano subjetivo aquello que le ocurre.
Su teoría aplicada a las parejas
La forma que tenemos de interpretar la realidad influye en todos los ámbitos de nuestras vidas. Por tanto, esos pensamientos perturban y afectan también a la pareja, tanto en el plano individual como a la propia relación.
“Los cónyuges deben cooperar, transigir y proceder con decisiones solidarias”.
Su libro Con el amor no basta: cómo superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarse a los problemas de pareja puede servir de referencia. En él da pautas acerca de cómo instruir, desde una perspectiva cognitiva, a los dos miembros de la pareja para que puedan identificar y transformar esos esquemas.
“Hay cualidades especiales, como compromiso, sensibilidad, generosidad, consideración, lealtad, responsabilidad, confiabilidad, que son determinantes para una relación feliz”.
El objetivo es que consigan identificar estos esquemas que les perjudican y logren encontrar un esquema alternativo que los sustituya. Solamente siendo conscientes de esto, la pareja podrá prosperar y desarrollarse. Estas es una de las frases de Aaron Beck que mejor lo explica:
“Aunque el amor es un incentivo poderoso para que esposos y esposas se ayuden y apoyen, se hagan felices el uno al otro y creen una familia, no constituye en sí mismo la esencia de la relación, pues no provee las cualidades y aptitudes personales que son decisivas para sustentarla y hacerla crecer”.
Un modelo por y para la depresión
Cuando era niño, este psiquiatra sufrió una grave enfermedad de la que nacieron muchos miedos a los que tuvo que enfrentarse. Esta manera cognitiva de abordar sus problemas le inspiró para que años después desarrollara su teoría terapéutica. Y, en concreto, se centró en la depresión.
“Si nuestro pensamiento queda empantanado por significados simbólicos distorsionados, razonamientos ilógicos e interpretaciones erróneas, nos volvemos, en verdad, ciegos y sordos”.
Para él, los síntomas de la depresión comienzan con la activación de esquemas cognitivos negativos y las subsiguientes distorsiones. Tan profundo fue su estudio y articulación de la depresión, que hoy en día uno de los instrumentos más comúnmente empleados para medir su severidad lleva su nombre: el Inventario de Depresión de Beck (BDI). Fue una aportación muy importante para la psiquiatría y la psicología, porque se convirtió en una de las alternativas más potentes a la conceptualización psicoanalítica de la depresión.
“Si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor equipados para alcanzar nuestras metas”.
Para tratar la depresión y otras afecciones, Beck propone una terapia de reestructuración cognitiva; cuyo objetivo es que el paciente sea capaz de modificar los modelos que usa para interpretar la realidad. Es por ello que se abordan las situaciones vividas del sujeto y su valoración de los hechos.
Una vez conocidos sus esquemas de interpretación, en terapia se trabajan sobre ellos para que más flexibles. A través de este tratamiento, el paciente se ve a sí mismo e identifica modelos de pensamiento más adaptativos y beneficiosos para su salud mental.
Su aplicación se ha extendido a otros trastornos
También investigó la eficacia de su Terapia Cognitiva en otra gran variedad de problemas, como la ansiedad, el abuso de sustancias y distintos trastornos de la personalidad. Esta es una de las frases de Aaron Beck más clarificadoras y didácticas para entender su abordaje:
“Tal como se aplica al abuso de sustancias, el enfoque cognitivo ayuda a las personas a enfrentarse con los problemas que conduce a la angustia emocional y para obtener una perspectiva más amplia sobre su dependencia de fármacos para el placer y / o alivio de las molestias”.
En cuanto a la esquizofrenia, su contribución fue considerar que las disfunciones de estas pacientes eran vulnerabilidades. Por eso, asume que la labor del profesional es desarrollar alternativas más realistas a sus creencias, delirios y alucinaciones.
Punto de partida para tu transformación personal
“Hay más en la superficie de lo que nuestra mirada alcanza”.
El modelo de Beck puede ser tomado como base para promover un gran cambio personal. En muchas ocasiones, aunque no podemos elegir los contextos o los hechos que nos van a suceder, sí está en nuestra mano intervenir de manera consciente sobre esa interpretación prácticamente automática que hacemos de lo que nos sucede… y que en ocasiones tanto nos perjudica.
Podemos elegir qué interiorizar y qué no de un determinado hecho, quedarnos con lo positivo o con lo negativo… De ello dependerá cómo lo procese nuestra mente y su afectación. Asimismo, también elegiremos cómo actuar, es decir, cuál será nuestra respuesta.
Otras frases de Aaron Beck
Este célebre psicólogo nos dejó algunas otras afirmaciones útiles y que invitan a pensar. Vamos a ver algunas de ellas:
- La persona más fuerte no es la que está haciendo la mayor parte del ruido, es la única que puede dirigir la conversación en silencio hacia la definición y resolución de los problemas.
- Si avanzamos tropezando sin tener un claro sentido de hacia dónde nos dirigimos o qué hacemos, estamos condenados a lastimarnos a nosotros y a los demás.
- Nuestro modo de pensar determina en gran medida si alcanzaremos nuestros objetivos y disfrutaremos de la vida o incluso si sobreviviremos.
- Los pacientes con los que trabajamos a lo largo de los años nos han permitido compartir con ellos su carga. Su dolor y su angustia fueron nuestra motivación para desarrollar las teorías y las técnicas denominadas «terapia cognitiva».
- Con el transcurso del tiempo, el terapeuta se convierte en un modelo de rol para el paciente —en alguien que este puede emular cuando se trata de demostrar consideración, tacto, sensibilidad y comprensión en su propio círculo de íntimos y amigos.
- Se recomienda vivamente a los clínicos que aclaren que su función no es la de árbitro o juez, sino la de un auxiliar o un socio cooperativo en la evaluación personal, y la de un especialista en ese proceso de evaluación.
- A veces las expectativas grandiosas no satisfechas se van acumulando a lo largo del tiempo, y finalmente imponen la conclusión disfórica de que los grandes sueños nunca se harán realidad.
- Al tratar de ponerse en el lugar del paciente (quizás imaginándose que tiene el mismo conjunto de sensibilidades, la misma sensación de desvalimiento y vulnerabilidad), el terapeuta puede comprenderlo mejor. Al mismo tiempo, debe tener cuidado y no quedar tan involucrado en los problemas del paciente que pierda la objetividad.
Conclusiones
Todas estas frases de Aaron Beck tienen un trasfondo esperanzador. Muchas veces nos sentimos incapaces de encontrar un punto de vista alternativo, más esperanzador, para darle un sentido a aquello que nos sucede. Así, no nos damos cuenta de que siendo conscientes de cómo interpretamos lo que nos sucede, podemos modular la intensidad de nuestro sufrimiento.
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- Beck, A. T., Steer, R. A., & Brown, G. K. (1987). Beck depression inventory. New York:: Harcourt Brace Jovanovich.
- Beck, A. T. (2013). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad. Desclee de brouwer.