Las leyes del karma, según el budismo

Las doce leyes del karma en el budismo son un extraordinario compendio de sabiduría y una guía práctica para la vida que te permitirán ser mejor persona.
Las leyes del karma, según el budismo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 25 enero, 2022

El budismo es una filosofía y una religión compuesta de enseñanzas prácticas, como la meditación por ejemplo, que pretende inducir una transformación en el interior de quien la practica. Promueve el desarrollo de la sabiduría, la conciencia y la bondad para alcanzar un estado de iluminación. Sin embargo, hoy iremos más allá y hablaremos sobre las leyes del karma.

En el budismo la existencia se aborda como un estado permanente de cambio. La condición para beneficiarnos de ese cambio es desarrollar una disciplina sobre nuestra mente. Esta debe enfocarse hacia los estados positivos, la concentración y la calma.

“El karma es experiencia, la experiencia crea memoria, la memoria crea imaginación y deseo, y el deseo crea de nuevo el karma”.

-Deepak Chopra-

El objetivo de la disciplina es lograr profundizar en emociones asociadas con el entendimiento, la felicidad y el amor. Adicionalmente, para el budismo todo el desarrollo espiritual se materializa y se complementa con áreas como el trabajo social, la ética y la filosofía.

Mano con una flor

La naturaleza del karma en el budismo

La palabra Karma significa acción y consiste en un tipo de fuerza que trasciende. Este tipo de energía es infinita e invisible y es consecuencia directa de las acciones del ser humano. El karma se rige por doce leyes. Cada una de ellas permite comprender el sentido espiritual de la existencia.

En el budismo no existe un dios controlador, estas leyes provienen de la naturaleza (como la ley de gravitación universal) y las personas tienen libre albedrío para aplicarlas o no. Por tanto, hacer el bien o el mal depende de cada uno y de dicha decisión las consecuencias de las que somos, en gran parte, responsables.

Las leyes del karma no hacen referencia a una venganza de la vida que proyecta hacia nosotros, sino al reflejo de todas y cada una de nuestras acciones.

Las doce leyes del karma

A continuación vamos a exponer cada una de las leyes del karma que existen para que puedas tenerlas en cuenta. Todas ellas son muy importantes. Estas son las doce leyes del karma, según el budismo.

1. La gran ley

La primera de las leyes del karma se puede condensar en la frase “cosechamos lo que sembramos”. También es conocida como la ley de causa y efecto: lo que damos al universo es lo que el universo nos devuelve, pero si es algo negativo, nos lo devolverá multiplicado por diez. Es decir, si damos amor recibiremos amor, pero si damos desamor recibiremos desamor multiplicado por diez.

2. Ley de la creación

Debemos participar de la vida. Hacemos parte del universo, por tanto, somos una unidad con el mismo. Lo que encontramos a nuestro alrededor son indicios de nuestro pasado remoto. Crea las opciones que desees para tu vida.

Lama Rinchen Gyaltsen afirma que si nos dejamos llevar por lo que va surgiendo en la vida, aquello que ocurra de forma espontánea será karma antiguo. Nos estaremos abandonando a la inercia de antiguos movimientos. Y debido a los condicionamientos que nos poseen, las capas de obstrucciones, el dejarse llevar suele desembocar en distorsión. Por lo tanto, según Rinchen, si no estamos tratando de mejorar nuestra vida de forma activa, lo más probable es que se corrompa.

3. Ley de la humildad

Nos seguirá pasando lo que nos negamos a aceptar. Si solo somos capaces de ver los aspectos negativos de los demás, nos estancaremos en un nivel de existencia inferior; por el contrario, si los aceptamos con humildad, ascenderemos a un nivel superior.

Árbol con raíces y ramas

4. Ley del crecimiento

A donde vayamos, ahí estaremos. Ante las cosas, los lugares y las demás personas, somos nosotros los que deben cambiar y no lo que nos rodea, para evolucionar en nuestra espiritualidad. Cuando cambiamos nuestro interior, nuestra vida cambia.

Existe una tendencia interior a culpar a lo exterior de nuestro malestar o nuestra falta de felicidad. Si realmente queremos estar en paz y alcanzar un crecimiento personal que nos lleve a la felicidad, debemos abandonar este hábito tan perjudicial.

Si comenzamos a florecer espiritualmente seremos conscientes que todo aquello que antes veíamos como causa de nuestro malestar era en gran parte nuestra interpretación del mundo.

5. Ley de responsabilidad

Cuando algo negativo nos pasa es porque hay algo negativo en nosotros, somos reflejo de nuestro entorno. Por tanto, debemos afrontar con responsabilidad las acciones en nuestra vida.

El concepto de responsabilidad no es sinónimo de culpa. La culpa nos paraliza, es una emoción negativa que puede ser muy destructiva. Sin embargo, la responsabilidad consiste en pensar sobre aquellos aspectos que creemos que pueden o deben mejorar y ponernos a trabajar en ello.

Si un día alguien nos trata injustamente, en lugar de enfadarnos y dejarnos llevar por la ira, es mejor pensar si en el pasado hemos tratado a alguien de la misma forma. Según la ley del karma, quizá sólo estamos recogiendo lo que hemos sembrado.

6. Ley de la conexión

Todo lo que hacemos, por insignificante que parezca, está en conexión con el universo. El primer paso lleva al último y todos son igualmente importantes, porque en conjunto son necesarios para alcanzar nuestro objetivo. Presente, futuro y pasado están interconectados.

El concepto budista de interdependencia hace alusión a esta conexión. Todo depende de todo. Detrás de cualquier cosa que vemos hay un conjunto de acontecimientos interdependientes que permiten un resultado final. Hoy podemos tomar una decisión que nos puede parecer insignificante pero que en un futuro puede suponer un gran cambio. Nuestra pequeña decisión puede ir suponiendo pequeños cambios que, a la larga, modifiquen completamente nuestra vida.

7. Ley del enfoque

No es posible pensar en dos cosas simultáneamente. Ascendemos peldaño a peldaño, uno a la vez. No podemos perder de vista nuestras metas, porque se apoderarían de nosotros la inseguridad y la ira.

8. Ley del dar y la hospitalidad

Si piensas que algo puede ser verdad, llegará el momento en que puedas demostrar que lo es. Debemos aprender a dar para poner en práctica lo aprendido.

mujer al lado de un árbol

9. Ley del aquí y el ahora

Permanecer aferrados a nuestro pasado nos imposibilita disfrutar del presente. Los pensamientos enmohecidos, los malos hábitos y los sueños frustrados, nos impiden avanzar y renovar nuestro espíritu.

10. Ley del cambio

La historia se repetirá hasta que asimilemos las lecciones que debemos aprender. Si una situación negativa se presenta una y otra vez es porque en ella hay algún conocimiento que debemos adquirir. Hay que enderezar y construir nuestro camino.

11. Ley de la paciencia y de la recompensa

Las recompensas son resultado del esfuerzo previo. A mayor dedicación, mayor esfuerzo y, por tanto, mayor gratificación. Es una labor de paciencia y perseverancia que da sus frutos. Debemos aprender a amar nuestro lugar en el mundo, nuestro esfuerzo será honrado en el momento justo.

Símbolo del karma en un árbol

12. Ley de la importancia y de la inspiración

El valor de nuestros triunfos y errores depende de la intención y la energía que desplegamos para tal fin. Contribuimos individualmente a una totalidad, por tanto, nuestras acciones no pueden ser mediocres: hay que poner todo nuestro corazón en cada aporte que hagamos.

El karma no tiene menú, te servirá lo que has sembrado.

Ahora que ya conoces todas las leyes del karma es importante que las tengas muy presentes para ser consciente de cómo todo lo que das lo vas a recibir en cantidades aumentadas. La vida es un reflejo de las acciones que llevas a cabo. Así que tú eliges si actuar de manera positiva o negativa.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.