Los secretos del contacto visual
El contacto visual es una poderosa vía de comunicación. A través de las miradas se envían mensajes conscientes e inconscientes que ejercen gran influencia en todo tipo de encuentros. Forman parte de esa comunicación entre líneas que tanto marca la percepción mutua. Las miradas son un mundo por descifrar que vale la pena tener en cuenta.
El contacto visual y su interpretación están fuertemente asociados con la amígdala, una parte del cerebro relacionada con las emociones. Ahora bien, lo fascinante del contacto visual es que se trata de un idioma sutil y contundente a la vez.
No somos conscientes de cómo miramos y a veces, ni siquiera tenemos en cuenta cuál es el mensaje que estamos transmitiendo y qué efectos tiene en la comunicación con los demás. El propósito de este artículo es precisamente dilucidar algunos puntos interesantes del maravilloso mundo de la mirada.
“Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación”.
-Proverbio árabe-
Importancia del contacto visual
Que las miradas de 2 personas se encuentren es muy relevante a la hora de extraer información del otro, pero esta no es la única utilidad de esta acción. Vamos a ver algunas otras a tener en cuenta:
- Sirve como inicio para cualquier comunicación: si notas que alguien te está mirando, le devuelves la mirada por si quiere decirte algo. Es decir, abres el canal de comunicación.
- Es una pieza clave de la escucha activa: una persona que quiere transmitir que está atendiendo a lo que el otro le cuenta dejará su mirada fija en él, entre otras señales.
- Sirve para regular los turnos de palabra: por ejemplo, si alguien termina de hablar y mira a alguien concreto dentro de un grupo, intrínsecamente se entiende que le cede el turno a él y no a otra persona.
La duración del contacto visual, un factor clave
La duración del contacto visual es uno de los elementos esenciales en la comunicación a través de la mirada. Por ejemplo, una persona que elude totalmente la mirada de otra está bastante alterada emocionalmente. La ausencia total de contacto visual indica una falta de control sobre lo que se está sintiendo. En los demás provoca una sensación de incomodidad y desconfianza.
En el otro extremo está quien fija la mirada y no la desvía. Este tipo de contacto visual habla acerca de un deseo de controlar y quizás de dominar al interlocutor. Después de algunos minutos, este tipo de mirada puede ser verdaderamente intimidante. Sugiere que hay un deseo de instrumentalizar al otro.
La lectura de los ojos
Todas las miradas transmiten algún sentimiento, incluso cuando son muy poco expresivas. En estas últimas se refleja la aridez de lo vivido o la apatía experimentada. Sin embargo, no es fácil observar una mirada. La otra persona puede inquietarse. Ahora bien, cuando lo logramos, descubrimos en ella los trazos de su mundo emocional.
Los estudiosos del lenguaje corporal han logrado identificar varios de los códigos cifrados en el contacto visual. Estas son algunas de las interpretaciones más comunes:
- Si el pestañeo es excesivo y notorio, probablemente se sienta inseguridad y nerviosismo. La gente no cree en los líderes que pestañean demasiado.
- Hace unos años se pensaba que la mentira se podía detectar en función de la dirección de la mirada, pero eso se ha desmentido.
- Cuando alguien entrecierra los ojos quiere decir que no cree en lo que su interlocutor está diciendo.
- Si hay interés en sostener una buena comunicación con el otro es usual que se levanten las cejas durante la conversación.
La seducción y el instinto
Las miradas también juegan un importante papel durante la seducción. Ellas suelen ser el comienzo de lo que más tarde se convierte en un vínculo amoroso. Incluso, aunque el contacto sea por vía telefónica, los ojos de las personas implicadas reflejan cierto interés amoroso. Por ejemplo, es habitual que brillen más, que la pupila esté más dilatada y que reflejen más dulzura.
Según los expertos en lenguaje corporal, el interés por otra persona se mide así:
- Si una persona te mira a los ojos, baja la mirada y después vuelve a mirarte, probablemente se sienta interesada en ti.
- Por otro lado, si la persona te mira, luego rompe el contacto y mira hacia un lado, probablemente no está segura de si se siente atraída por ti o no.
- Si hace contacto visual, pero después mira hacia arriba, lo más seguro es que no sienta nada de atracción por ti.
- Cuando se pestañea más de 10 veces por minuto es porque hay atracción por la persona que se tiene en frente.
Por otro lado, los animales también son sensibles a la mirada de los humanos. Si están furiosos, interpretan la mirada fija como una postura de desafío. Desviar la mirada es una manera de reducir la posibilidad de que ataquen.
En conclusión, las miradas son un mundo de posibilidades infinitas. Una forma de comunicarnos que dice mucho de nosotros y de los demás. Por lo tanto, vale la pena tenerlo en cuenta a la hora de comunicarnos con otras personas.
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