Los sesgos cognitivos de la adolescencia

Los jóvenes suelen sentirse únicos, invencibles e incomprendidos. Si quieres saber a qué se debe, te invitamos a revisar los principales sesgos cognitivos de la adolescencia.
Los sesgos cognitivos de la adolescencia
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 20 marzo, 2023

La mayoría de los adolescentes expresan sentirse incomprendidos. Y es que, en realidad, para los adultos a veces son difíciles de comprender. Su forma de ver el mundo es única, más impulsiva y temeraria; sus emociones se encuentran a flor de piel. Muchas de sus opiniones llaman la atención, sus decisiones parecen poco acertadas y los discursos contradictorios; pero esto es solo el resultado de los sesgos cognitivos de la adolescencia.

El proceso de pensamiento de los jóvenes en esta etapa no siempre es óptimo. Primero, porque su principal referencia es el grupo de iguales y este puede ejercer una influencia excesiva. En segunda instancia, un adolescente no tiene una trayectoria como para acumular la experiencia suficiente en algunos ámbitos. Y, en tercer lugar, su cerebro (concretamente su córtex prefrontal) aún termina de madurar.

A pesar de esto, la adolescencia conlleva un aumento en las habilidades de razonamiento, lo que da lugar a curiosos fenómenos cognitivos que conviene conocer si queremos acompañar a un menor en esta travesía.

Los sesgos cognitivos de la adolescencia

Llamamos sesgo cognitivo al efecto psicológico que altera el procesamiento de la información y da lugar a distorsiones o juicios inexactos. Estos pueden conducirnos a interpretaciones irracionales y formas de pensar poco lógicas, pero están presentes en todas las personas.

Es así porque cumplen un papel evolutivo al ayudarnos a filtrar la información y tomar decisiones de modo rápido, pero también pueden llevarnos a pensamientos erróneos.

En la adolescencia, estas distorsiones de juicio son distintas y características debido al proceso vital que se atraviesa. Principalmente, se encuentran las actitudes que ahora veremos.

Egocentrismo

Para el psicólogo David Elkind, experto en biología y psicología infantojuvenil, el egocentrismo es la pieza clave del pensamiento adolescente. Este impregna todas las percepciones e interpretaciones de los jóvenes y ocurre porque no logran diferenciar entre sus propios pensamientos y los de otros.

En esta etapa, un joven piensa principalmente en sí mismo y asume que los demás también lo hacen. Es decir, llegan a creer que todos están tan pendientes de su apariencia, conducta o sentimientos como ellos lo están. Sienten, así, que ellos y todo su mundo interno son especiales y únicos.

Carácter crítico

Es muy propio de los adolescentes enzarzarse con frecuencia en discusiones y debates intensos en los que siempre creen tener razón. Y es que, gracias al mayor razonamiento lógico y abstracto adquirido, consideran que poseen más conocimiento y mejores ideas y opiniones que los adultos, a quienes se oponen constantemente y consideran culpables de muchas situaciones presentes.

Tres adolescentes se toman selfies
Los jóvenes con actitudes egocéntricas están convencidos de que el mundo gira a su alrededor.

Audiencia imaginaria

Este sesgo cognitivo se deriva del egocentrismo adolescente. Muchos jóvenes creen que todos a su alrededor están verdaderamente pendientes de ellos, de lo que hacen, dicen o cómo lucen. Así, sienten una gran presión y un miedo a ser juzgados cuando, en realidad, toda esa atención que consideran tener es imaginaria, pues cada chico está principalmente preocupado de sí mismo y no de los demás.

Fábula personal

Este fenómeno nos habla del por qué los adolescentes se sienten tan incomprendidos. Algo propio de esta etapa es considerar que uno mismo es único y sus vivencias son inigualables y diferentes a las del resto. Debido a esta distorsión cognitiva, el joven considera que nadie siente como él lo hace, que nadie ha vivido lo que él vive y, por ello, no pueden entenderlo ni ponerse en su piel.

Fábula de invencibilidad

Por último, dentro de los sesgos cognitivos de la adolescencia destaca el relacionado con la idea de invencibilidad. Los menores en esta fase se sienten invulnerables, en el sentido de que a ellos nada malo les sucederá. Entonces, minimizan sus probabilidades de generar una adicción a sustancias, quedar en embarazo o tener un accidente, y toman riesgos innecesarios.

Otros sesgos cognitivos que pueden aparecer en la adolescencia

Ahora bien, más allá de estos sesgos cognitivos de la adolescencia, los jóvenes también pueden presentar otros que son comunes en los adultos. Como decíamos, todos generamos distorsiones y juicios incorrectos en ocasiones, lo que podría traer consecuencias.

Concretamente, los estudios sugieren que muchos de estos errores cognitivos se relacionan con baja autoestima y síntomas de ansiedad y depresión en los adolescentes. Principalmente, se han encontrado asociaciones con los siguientes:

  • Catastrofismo: tendencia a imaginar y dar por probables los peores escenarios posibles, sin que existan pruebas para ello.
  • Abstracción selectiva: gira en torno a centrar toda la atención en los aspectos negativos y magnificarlos, al tiempo que se obvian los positivos y el resto de la información.
  • Sobregeneralización: consiste en sacar conclusiones a partir de un hecho aislado. Por ejemplo, una persona con buenas calificaciones, al suspender un único examen podría deducir que es poco hábil o poco inteligente.
  • Razonamiento emocional: tiene lugar cuando una persona da por cierta una información por el simple hecho de que así lo siente. En otras palabras, asume que lo que siente acerca de sí mismo o de los demás es cierto, sin considerar que las emociones pueden engañarnos y no reflejar la realidad objetiva.

 

Padre-e-hijo-adolescente-discuten
Durante la adolescencia son comunes las confrontaciones entre padres e hijos, pues los últimos reclaman siempre tener la razón.

Abordar los sesgos cognitivos en la adolescencia

En definitiva, la adolescencia trae consigo la aparición de ciertas distorsiones de pensamiento sustentadas en el egocentrismo y la insuficiente maduración cerebral. No obstante, el incremento de las capacidades cognitivas en los jóvenes hace que surjan otro tipo de distorsiones más generales que pueden afectar a su salud psicológica.

Conviene supervisar manteniendo la calma. Es cierto que muchos de los sesgos cognitivos de la adolescencia son transitorios y se resuelven en el camino a la madurez. Sin embargo, otros pueden hacerse parte de sus patrones de pensamiento y tender a cronificarse. En este escenario, si causan malestar o una interferencia significativa, conviene acudir a un profesional.


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