¿Es madrugar el mayor error que cometemos cada día?
¿Cuántas veces has escuchado aquello de “a quién madruga, Dios le ayuda”? Un dicho popular que nuestros padres usaban mucho para despertarnos por las mañanas para ir al cole y hacernos ver que madrugar era una buena opción. Incluso Miguel de Cervantes afirmó que “quien no madruga con el sol no disfruta de la jornada”.
Sin embargo, ahora tras años de sufrir por las mañanas o de aguantar la tortura de nuestra conciencia por no hacerlo, resulta que madrugar no es tan bueno como nos han vendido. Así, quizás los que afirman que “no por mucho madrugar amanece más temprano” terminen ganando esta batalla de dichos populares.
En las últimas décadas, las mayoría de sociedades europeas han defendido el uso de la luz y el día para trabajar y aprovechar la jornada. No obstante, ha sido precisamente en este continente donde se ha llevado a cabo el estudio que demuestra que madrugar puede ser perjudicial para nuestro cuerpo y mente.
Por qué no es bueno madrugar
Han sido investigadores de la Universidad de Westmister, en Inglaterra, quienes han llevado a cabo el estudio. En el mismo se estima que levantarse excesivamente temprano no es nada positivo, e incluso puede acortar nuestra vida. La doctora Angela Clow ha dirigido el estudio realizado entre 42 voluntarios durante varias semanas. Además, se tomaron muestras de saliva 8 veces al día, siendo una de ellas justo al levantarse.
Tras los datos obtenidos, se ha demostrado que las personas que madrugan en exceso tienen mayor tendencia a padecer dolores de cabeza. Además, también sufren más problemas musculares y se advierte en su actitud una gran tendencia al mal humor.
Por ello, la hora clave que establece el estudio son las 7:21 de la mañana. Las personas que se levantan habitualmente antes de ese momento muestran niveles más altos de cortisol. Esto favorece la aparición del estrés, ya que esta es la hormona responsable.
“El infierno es levantarte a las seis de la mañana e irte a currar a una fábrica”
-Loquillo-
Otros datos del estudio
No obstante alguien puede pensar que, mientras se duerman 8 horas, da igual el momento de levantarse. Esto no es así, ya que el estudio demuestra que con el mismo tiempo de sueño, los más madrugadores son más propensos al estrés e incluso la ira.
Sin embargo, aquellas personas que se despiertan algo más tarde de la hora indicada presumen de una mayor calidad en sus relaciones sociales. En los entornos más íntimos, además, se encuentran especialmente cómodos.
Sin embargo, sí que hay un dato positivo para aquellos que prefieren madrugar más. Según el estudio de la doctora Clow, las personas que se despiertan antes muestran mayor capacidad para la concentración.
“Lo bueno que tiene morirse es que no hay que madrugar”
-José Luis Coll-
Cómo reducir el estrés
Así pues, si eres de esas personas obligadas a madrugar mucho por motivos laborales o familiares, debes rebajar tus niveles de estrés. Recuerda que el estrés es una gran epidemia de las sociedades más industrializadas. Lejos de ser meramente mental, puede somatizarse y provocar serios problemas físicos. De ahí que sea necesario adoptar hábitos saludables que lo rebajen:
- Gestionar el tiempo con eficacia es fundamental. Las prisas y el hacerlo todo a última hora no son buenos consejeros.
- No es necesario ser perfeccionista hasta el extremo. Es buena idea relajarse un poco en este aspecto.
- Practicar deportes que no requieran de una intensidad alta y que nos mantengan alejados un rato de las fuertes de estrés siempre son una buena idea. Son fantásticos gestores de la ansiedad.
- Usar el pensamiento positivo también es un buen reductor de estrés. Si todo lo vemos negro, acabará por apoderarse de cada rincón de nuestro pensamiento y terminaremos creando fantasmas en los rincones en los que en realidad no hay ninguna amenaza. Por otro lado, sobreestimaremos el peligro de las amenazas que sí existen.
- Una alimentación saludable es una buena idea para gestionar situaciones estresantes. Evita los productos muy procesados, el exceso de grasas y las bebidas alcohólicas.
- Como hemos dicho, las horas de sueño son básicas. Si no puedes levantarte más tarde, al menos trata de descansar 8 horas diarias. Si pueden ser seguidas durante la noche, tanto mejor.
- Actividades como el humor, el mindfulness, escuchar un buen concierto musical, ver una película u obra de teatro divertida… Deja entrar en tu mundo actividades que te relajen y te hagan pasar un buen rato.
Recuerda, no siempre madrugar es buena idea. Lo importante es que conozcas a tu cuerpo y encuentres, dentro del margen que te permitan tus obligaciones, el mejor horario para sentirte bien. Los excesos, incluso con el sueño, son negativos prácticamente siempre. En este y otros casos, el sentido común, la disciplina, los pequeños placeres y la información son nuestras mejores armas para vivir mejor.