El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento

El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 marzo, 2019

Emilio Duró, en una de sus conferencias más conocidas llamada “Optimismo e ilusión”, dice que el 99% de todo lo que nos preocupa son cosas que nunca han pasado ni pasarán. Si lo pensamos con detenimiento, es cierto, porque gran parte de nuestro sufrimiento y de sus causas están dentro de nuestro cerebro, y lo que realmente ocurre es que tenemos miedo a sufrir.

El miedo es una reacción muy humana, que forma parte de nuestro instinto de supervivencia natural, pero en ocasiones nos traiciona porque se activa ante situaciones en las que no hay un verdadero peligro. Es en esas situaciones en las que tenemos que aprender a controlar nuestros temores.

“Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo”.

-George Adair-

Tendemos a sufrir más ante la sola idea del sufrimiento que ante una situación que puede dar lugar a un sufrimiento real. Muchas personas temen amar o enamorarse, por miedo a sufrir después, y se esconden tras una coraza sin darse cuenta de que de esa forma no pueden ser ellas mismas, ni conocer el amor.

Cómo funciona el miedo en nuestro cerebro

Para saber cómo funciona el miedo en el cerebro, se llevó a cabo un experimento por científicos del Centro de Salud Mental de la Universidad de Texas en Dallas (EEUU). Contaron con la participación de 26 adultos (19 mujeres y 7 hombres) con edades comprendidas entre los 19 y los 30 años.

Palabra miedo

El experimento consistió en mostrar a los participantes 224 imágenes al azar, entre las que había imágenes reales (divididas en imágenes de peligro y situaciones agradables) e imágenes irreales sin ningún indicador que diferenciara a las imágenes de las dos categorías.

Se pidió a los participantes que apretaran un botón con el dedo índice derecho cuando vieran una foto real y que presionaran otro botón con el dedo medio derecho cuando vieran fotos irreales y se midieron los resultados mediante electroencefalografías.

Los resultados del electroencefalograma revelaron que las imágenes amenazantes provocaban un aumento precoz de actividad de ondas theta del lóbulo occipital (el área del cerebro donde se procesa la información visual).

A continuación, se producía un aumento de actividad theta en el lóbulo frontal (donde se producen las funciones mentales superiores tales como la toma de decisiones y la planificación). De la misma forma, también se identificó un aumento en las ondas beta relacionadas con el comportamiento motor.

Por lo tanto, en base a todo lo anterior, se llegó a la conclusión de que el cerebro da prioridad a la información amenazante sobre otros procesos cognitivos y el experimento realizado nos muestra cómo sucede este proceso en el cerebro.

Elige dejar de tener miedo a sufrir

 

Mujer en una barca qeu ha dejado de tener miedo a sufrir

Para dejar de tener miedo a sufrir no existen fórmulas mágicas, no hay una forma en la que podamos dejar de sufrir y olvidarnos de todo, pero sí existen determinadas reflexiones que podemos hacer y que nos ayudarán a dejar de lado ese temor, tan irracional a veces.

Elegir no tener miedo significa gestionar nuestras emociones y lograr que no nos dominen. Conocernos y elegir estar bien y en paz con nosotros mismos. Para ello es importante pasar por un proceso en el que reflexionemos sobre lo que sentimos y por qué lo sentimos. De esta forma, enfocar la atención hacia nuestro interior será fundamental si queremos emprender un camino que puede cambiar nuestra forma de relacionarnos con el sufrimiento. A medida que indaguemos en nuestra mente, nos percataremos que todo ese sufrimiento no es más que una construcción mental.

“Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma”.

-Facundo Cabral-

Así pues, cuando sepamos que el miedo reside en nuestra forma de interpretar todo aquello que nos rodea, sabremos que tenemos la capacidad de controlarlo. Como afirma el psicólogo Daniel Goleman, cuando sentimos miedo “la atención se fija en la amenaza inmediata con el fin de evaluar la respuesta más apropiada”. El concepto “atención” es importante. Representa el foco de nuestra realidad, esto es, nuestra realidad se compone de aquellos elementos a los que les prestamos atención.

Por ello, es fundamental comenzar a dejar de enfocarnos en elementos que interpretamos como amenazantes y que solo representan peligro a nivel mental. ¿Qué tal si re-orientamos nuestra atención hacia aquello positivo que nos ofrece el día a día?

Identifica el sufrimiento

Para luchar contra el miedo a sufrir, es esencial no caer en la negación y ser conscientes de que sufrimos. En este sentido, para lograr una visión objetiva, podemos observarnos a nosotros mismos y darnos cuenta de qué pensamos, cómo lo pensamos y qué hacemos.

Pero además de esa observación interna, es necesaria una observación externa, mira tu cuerpo y observa qué te está intentando transmitir. Se trata de preguntarte: ¿qué te dice tu cuerpo? Escucha a tu cuerpo e identifica ese sufrimiento.

Elige dejar de sufrir

Mujer al lado del mar sentada sufriendo

Una vez realizado el análisis interno y externo de nosotros mismos, es hora de elegir dejar de sufrir. Para ello, podemos comenzar con dejar de lado pensamientos negativos que solemos tener como: “No puedo superar esto”, “Me lo merezco”, “No tengo tiempo”, “No vale la pena”.

Junto con esos pensamientos negativos también es importante superar creencias limitantes que solemos tener arraigadas, como que “sufrir por amor” es la manera más elevada de mostrar amor verdadero. Dejar de lado pensamientos negativos y creencias limitantes, es un paso esencial para que el sufrimiento no nos invada y elegir la felicidad.

“Una gota de pura valentía vale más que un océano cobarde”.

-Miguel Hernández-

Pensar desde el sufrimiento, aunque nos cueste creerlo, es un proceso de aprendizaje. Así que de la misma forma en que hemos aprendido a pensar de este modo, podemos emprender un reaprendizaje más positivo. Si no crees que esto sea así, pregúntate, ¿por qué hay gente tan feliz?, ¿por qué otras personas se crecen ante la adversidad?, ¿por qué ante una misma situación yo lo veo todo negro y mi amigo ni se inmuta? Es importante caer en la cuenta que todo radican en la forma en que interpretamos lo que nos ocurre.

Expresa lo que sientes

Es habitual que sintamos miedo a sufrir y que además tengamos miedo a exteriorizarlo por lo que puedan pensar otras personas, pero expresar nuestros miedos más profundos es lo que nos hace valientes y honestos, con los demás y con nosotros mismos.

Decir lo que sentimos, ponerle palabras al miedo es un acto que requiere un gran coraje pero que nos hará romper las barreras que nos limitan y descargarnos del peso de lo que nos hace sufrir y no nos permite disfrutar de todo lo bonito que hay en la vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.