¡Mímate! 3 formas fáciles de cuidar de ti mismo

¡Mímate! 3 formas fáciles de cuidar de ti mismo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 01 septiembre, 2020

Puede que cuidar de ti mismo no sea una de tus prioridades en estos momentos, pero debería. Incluso, quizás te gustaría, pero tienes demasiadas cosas por hacer y en las que pensar como para “perder el tiempo”. Trabajo, estudios, pareja, familia… Obligaciones y responsabilidades que ocupan tu tiempo y que llevan a un segundo plano eso de mimarte. Tal vez, te resulte hasta egoísta.

Ahora bien, cuidar de uno mismo no solo está bien, es necesario. No se trata de darse un capricho porque sí, sino de mimarse, atenderse, valorarse… No necesitas hacer grandes cosas para cuidarte. Muchas veces, detalles sencillos aportan una gran dosis de bienestar. Si cuidas de otros, si dedicas tu tiempo a los demás, ¿por qué no hacerlo también contigo?

“La mayor de las locuras es sacrificar la salud por cualquier otro tipo de felicidad”.

-Arthur Schopenhauer-

Dedica tiempo a cuidar de ti mismo

Cuidar de ti mismo es cuidar tu salud metal, física y espiritual. No se trata de darse un capricho ni implica gastarse una gran cantidad de dinero, ni mucho menos reservar un tiempo diario o semanal a aquello que perjudique tu salud (como fumar o consumir cualquier sustancia nociva solo porque hacerlo te hace sentir mejor en ese momento).

“La salud es la mayor posesión. La alegría es el mayor tesoro. La confianza es el mayor amigo”.

-Lao Tse-

Mujer haciendo un corazón con sus manos

A continuación te ofrecemos algunas pequeñas sugerencias para que te mimes. Llevar a cabo estas acciones es como tomarse una cápsula de felicidad: un pequeño placer saludable para todo tu ser. Sus efectos puede que no duren mucho, pero sí lo suficiente para recargarte de energía y seguir adelante.

Pregúntate cómo estás

¿Cómo vas a cuidar de ti mismo si no te preguntas cómo estás? Chequearte a nivel emocional es fundamental para saber cómo estás y qué hacer por ti.

Al igual que preguntas a las personas de tu alrededor cómo están, hazlo contigo. Siéntate y sincérate. Apaga ese piloto automático al que estás tan acostumbrado y habla contigo para saber cómo se tienes. Es el primer paso para comenzar a cuidarte. Solo sabiendo cómo te encuentras podrás poner en marcha acciones para sentirte mejor.

Regálate un automasaje

Los automasajes son una gran alternativa a los masajes que puedes regalarte casi en cualquier momento y que además, pueden proporcionarte múltiples beneficios.

En Internet encontrarás cientos de vídeos en los que aprenderás a masajear diferentes partes de tu cuerpo para aliviar pequeñas tensiones. Ahora bien, si tienes una lesión deberías acudir al especialista. Pero si solo necesitas soltar tensión y relajarte, un automasaje es una gran solución.

También puedes comprar diferentes aparatos que te proporcionarán un gran alivio y que te harán sentir realmente bien. Tienes diferentes opciones, desde aparatos electrónicos para recibir masajes en espalda o pies hasta implementos sencillos, como pelotas, rodillos u otros artilugios con los que completar o mejorar tus automasajes.

Regálate un baño de verdad

Las prisas del día a día nos obligan a pasar volando por el cuarto de baño para el aseo diario. Pero dedicarle un poco más de tiempo, de vez en cuando, tiene grandes beneficios. De hecho, podemos convertirlo en un ritual para relajar nuestro cuerpo después del estrés del día.

Llena la bañera, vierte en ella sales de baños, aceites o cualquier otro producto relajante y disfruta de una tiempo de relax con tu música preferida, o incluso en completo silencio. Aprovecha para hidratar tu piel y tu cabello, y para cualquier otra cosa que te haga sentir bien contigo mismo.

Hacer esto es mucho más que un cuidado estético. Es una limpieza mental y espiritual. Es una reconexión contigo mismo, con tus necesidades, con lo más recóndito de ti.

Mujer dándose un baño relax

Regálate un tiempo de lectura

Puede que no te hayas parado a pensarlo, pero durante el día leemos muchísimo. Desde documentos de trabajo y correos electrónicos hasta manuales de trabajo, pasando por recetas de cocina, libros de autoayuda o textos académicos. Es por eso que mucha gente no considera leer como una forma de autocuidado, pero lo es. 

Leer es uno de esos grandes placeres que te ayuda a viajar, a vivir otra realidad, a transportarte a otra parte, a conocer otras personas… Elige el género de ficción que más te guste y deja que tu mente vuele.

Leer proporciona descanso a tu cuerpo y a tu espíritu. Te ayuda a liberar tensiones, ver las cosas de manera diferente, vivir experiencias nuevas y por supuesto, abre tu mente.

No te sientas culpable por cuidar de ti mismo

El amor bien entendido empieza por uno mismo. De hecho, es muy egoísta dejar de cuidarse para cuidar de los demás esperando que ellos cuiden de ti el día de mañana. Más que nada porque si hay una persona que te conoce bien eres tu mismo.

Es un acto de amor hacia los demás cuidarse para que ellos no tengan que sacrificarse por cuidarte a ti.

Dedicarte un poco de tiempo al día hará que estés mucho más disponible para todo lo demás. Te recargará las pilas y tendrás más energía para dedicar tu tiempo a otros. Te liberará del estrés y serás mucho más productivo en tu trabajo y/o en tus estudio.

Mimarte y dedicar tiempo a cuidar de ti mismo te hará sentir mucho más satisfecho y feliz. ¿A qué esperas?

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.