11 consejos para mantener la motivación al aprender un idioma

¿Llevas tiempo intentando aprender un idioma sin éxito? ¿Lo abandonas con el tiempo? Las siguientes herramientas psicológicas ayudan a potenciar tu motivación lingüística para dominarlo con gran fluencia.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 25 septiembre, 2023

Ser constante, seguir una rutina y no rendirte. ¿Cuántas veces te han dado estos consejos a la hora de dominar una lengua nueva? Lo cierto es que, para mantener la motivación al aprender un idioma, necesitas estrategias más innovadoras. Porque a la hora de integrar la gramática, recordar el vocabulario y los complejos tiempos verbales, hace falta un enfoque mental especial.

La primera estrategia es procurar que el aprendizaje sea dinámico y divertido. Utilizar todas las fuentes y recursos posibles mantendrá tu interés y compromiso. Asimismo, aceptar que de vez en cuando aparecerá la frustración entra en la normalidad. En la siguiente lectura, te ofrecemos las mejores guías para que tengas éxito en este objetivo.

Claves para mantener la motivación al aprender un idioma

¿Estudias un idioma nuevo? Es cierto que nunca es fácil manejarte en una lengua que no es la tuya. Sin embargo, tal artesanía cognitiva es todo un motor de beneficios para tu cerebro. Según una publicación de Frontiers in Aging Neuroscience , mejora la atención, la memoria de trabajo, la conectividad funcional, etc. Ahora bien, no negamos sus ventajas, pero ¿cómo mantener la motivación?

A veces, es difícil dedicarle tiempo a tal propósito. En otras ocasiones, el ánimo decae porque lo ves demasiado complejo, la pronunciación te cuesta y se te olvidan muchas palabras. La verdad es que, a la hora de aprender un idioma, lo más importante es no desanimarse. Nadie adquiere un nivel avanzado en dos días. Se requieren meses y las claves que, a continuación, te detallamos.

1. Recuerda por qué deseas aprender ese idioma

La conducta motivada es una dimensión muy compleja. Este mecanismo no se activa de forma automática, no basta con tener ganas. Hay que recordar los motivos por los que inicias esa tarea. Un trabajo divulgado en Current Topics in Behavioral Neurosciences, matiza, además, que depende tanto de estados internos como de las condiciones ambientales externas.

En este sentido, para mantener la motivación al aprender un idioma, es bueno que clarifiques por qué deseas dominarlo. ¿Lo necesitas por razones laborales? ¿Es una lengua que siempre te ha fascinado? ¿Piensas viajar a un país determinado? Recuerda la razón que te llevó a ese aprendizaje y encenderás la motivación intrínseca.

2. Sé disciplinado/a, flexible y no tengas prisa

Aprender un idioma es como correr un maratón. Se necesita tiempo, dosificar la energía y ser constante. Esto significa que, si un día no te ves con ganas, déjalo para el siguiente. La conducta motivada, en ocasiones, fluctúa y si hoy la gramática te cuesta en exceso, seguro que mañana las cosas te salen mejor. Ir paso a paso y sin presiones te ayudará en el aprendizaje.

3. Promueve la interacción social con nativos

En los últimos años, es tendencia aprender idiomas mediante aplicaciones online. Basta con tener un móvil para empezar tus clases allá donde desees. No obstante, estos mecanismos se olvidan de algo esencial: el lenguaje es un proceso social. Al respecto, una publicación de Npj Science of Learning refiere un detalle interesante.

Los niños aprenden el lenguaje en contextos socialmente interactivos. Por tanto, no focalices todos tus esfuerzos en esa pedagogía memorística que integra un idioma extranjero sobre la base de dominar reglas gramaticales. El aprendizaje más significativo llega cuando interactúas con nativos. Así que deja a un lado la vergüenza y habla, conecta con esas figuras.

4. La regla del 3

A la hora de mantener la motivación al aprender un idioma te ayudará aplicar la «regla del 3». Consiste en aprender cada día tres palabras nuevas, dominar tres verbos y tres reglas gramaticales. Es algo muy sencillo, pero si te comprometes a tal fin cotidiano, descubrirás cómo avanzas casi sin darte cuenta.

5. Utiliza recursos divertidos

En la actualidad, tienes a tu alcance innumerables medios para dominar una nueva lengua. Más allá de los clásicos libros, cuadernos y diccionarios, dispones de podcast, páginas web, películas, series, música, juegos… Al cerebro le gusta recibir información de forma estimulante; opta por los recursos que más te estimulen.

6. Sigue tu progreso

Para mantener la motivación necesitas saber que progresas, que logras hitos. Esto libera dopamina y serotonina en tu cerebro e incluso te hace sentir bien contigo para avanzar. Por ello, te resultará enriquecedor registrar tus progresos cotidianos. Te darás cuenta de que pronto dejarás de ser principiante para llegar al nivel intermedio o avanzado.

7. Toma conciencia de los beneficios de ese aprendizaje

Aprender otra lengua es crear un puente para conectar con otra cultura y con su gente. Te enriquece como ser humano y, aparte, procesas la realidad de otra manera, una más amplia, más rica y profunda. Adquieres, incluso, poderosas habilidades interculturales y tus oportunidades laborales mejoran. Pero aún hay más.

No importa tu edad a la hora de iniciarte en un nuevo idioma. De acuerdo con un artículo de Frontiers in Human Neuroscience, los adultos mayores ven mejoras en el funcionamiento cognitivo, en su autoestima, socialización, etc. Integrarlo, aprender palabras, verbos y temas gramaticales te empodera como ser humano.

8. Establece metas y recompénsate

A la hora de mantener la motivación al aprender un idioma es decisivo que marques metas concretas. Establece hitos que conquistar de manera semanal, como saber desenvolverte en diferentes escenarios sociales. De este modo, cuando sepas registrarte en un hotel, pedir la carta de un menú o ir a comprar, date una recompensa sencilla pero ilusionante para ti.

9. Sumérgete en la cultura

Aprender sobre la cultura del idioma que estudias puede ser muy motivador. Te será de gran ayuda que, en tu día a día, disfrutes de la música propia de ese país, así como de la comida, su cine, sus libros, su arte… Esa conexión social y emocional intensificará tu curiosidad y el apego a las raíces de esa región. Algo así alimenta tu compromiso con la meta.

10. La motivación lingüística y las comunidades de estudio

¿Vas a una academia o escuela oficial para aprender ese idioma? ¿O lo haces quizás de forma autodidacta y en soledad? Ten en cuenta que la interacción con otros estudiantes que están en tu mismo nivel resulta motivante. No solo tendrás apoyo, sino que te ayudará a comprometerte en el trabajo diario y crearás nuevas conexiones sociales.

Si antes te recomendábamos conectar con nativos, también te alentamos a que tengas tu propio grupo de no-nativos; de personas que te acompañarán en ese viaje enriquecedor de aprendizajes.

11. Márcate desafíos

La motivación se oxida con la rutina, con pasar, por ejemplo, muchas horas memorizando vocabulario. Si deseas tener éxito en el aprendizaje de un idioma, márcate desafíos divertidos. Acude a encuentros culturales, visita tiendas o restaurantes regentados por nativos, haz un viaje al país del que estudias esa lengua y, sobre todo, no te rindas cuando te sientas bloqueado/a.

Un idioma nuevo te enriquece como ser humano

Aprender un idioma es una inversión valiosa que te enriquece a todos los niveles: profesional, personal, emocional… Sin embargo, es muy fácil decaer en el compromiso, abandonarlo de pronto por falta de tiempo y motivación. En realidad, cultivar la ilusión también requiere un trabajo paralelo y para tal fin hay que ser creativo.

Lo más importante es lograr que ese proceso de aprendizaje sea divertido y parta desde las conexiones sociales. Iniciar esta aventura junto a un amigo y conectar con nativos, hará de este propósito un viaje más enriquecedor. Tienes un cerebro social programado para dominar más de una lengua. ¡Aprovéchalo!