Los 5 niveles de creatividad, según Irving A. Taylor
Los niveles de creatividad, siguiendo el planteamiento de Irving A. Taylor, constituyen distintas dimensiones de la actividad creadora, cada una aplicada a objetivos distintos. Se distinguen unos de otros por los productos que surgen de ellos y por las capacidades necesarias para alcanzarlos.
Algunos autores prefieren hablar de facetas creativas y no de niveles de creatividad. Sin embargo, Taylor consideró adecuada la denominación de niveles, ya que cada una de estas categorías supone un grado de profundidad diferente.
Muchos consideran que el acto creativo es la manifestación esencial, y la más elevada, de la esencia humana. Aunque varios animales también pueden crear, solo el hombre es capaz de modificar radicalmente su entorno a partir de sus innovaciones. Veamos cuáles son los niveles de creatividad según Irving A. Taylor.
“La curiosidad sobre la vida en todos sus aspectos, continúa siendo el secreto de las personas más creativas”.
-Leo Burnett-
1. Creatividad expresiva
El primero de los niveles de creatividad es el expresivo. Corresponde al mundo de la espontaneidad y la improvisación. En este caso, la imaginación se manifiesta en la expresión del mundo interior, los sentimientos y las emociones. Está asociada a todas las formas en las que se puede manifestar y comunicar un mensaje o una vivencia.
La creatividad expresiva responde a la necesidad humana de autoidentificación y de comunicación con el entorno. Se podría decir que es la forma más genuina y directa de creatividad. Se visualiza en expresiones como los dibujos de los niños, la escritura desprevenida de un verso, el baile en contextos ajenos al espectáculo, el canto espontáneo, etc.
2. Creatividad productiva
El productivo es otro de los niveles de creatividad. En este caso ya no hay espontaneidad, ni improvisación, sino que se aplican estrategias y técnicas aprendidas en forma previa, con el objetivo de obtener un producto o un desarrollo concretos. Estos deben tener una función en el mundo real.
En este caso, prima el sentido práctico. La creación se lleva a cabo con el fin de solucionar algún problema, mejorar un objeto o procedimiento o satisfacer alguna necesidad. El propósito es generar algo que sea útil para los demás. Los diseñadores, arquitectos o desarrolladores de productos emplean este nivel de creatividad.
3. Creatividad inventiva
Otro de los niveles de creatividad es el inventivo. Corresponde a la generación de inventos o descubrimientos que están basados en una nueva manera de ver la realidad, o en el establecimiento de nuevas relaciones entre los elementos ya existentes. En este caso, se superan las premisas lógicas que están vigentes y se produce algo totalmente nuevo.
Los productos de este tipo de creatividad se basan en ver algo que los demás miraban, pero de lo cual no se percataban. O de ver lo mismo que todos, pero encontrar relaciones que no se habían detectado. Los inventos, como la bombilla eléctrica, y los descubrimientos científicos, como la penicilina, corresponden a este nivel de creatividad.
4. Creatividad para la innovación
La creatividad innovadora tiene similitudes con otros niveles de creatividad, pero características diferenciales. En este caso, se emplea la imaginación para encontrar métodos o estrategias que ayuden a lograr la aceptación social de nuevas maneras de percibir o utilizar las cosas o los conceptos.
Este nivel de creatividad se basa en la intuición y la empatía. El ejemplo más típico está en la moda. Quienes se dedican a esa actividad hacen modificaciones, a veces muy osadas, al vestuario clásico. Tienen una capacidad especial para detectar hacia dónde se dirigen los gustos de los consumidores, o la habilidad para lograr que acepten modificaciones frente a lo habitual. Los jeans rasgados son una manifestación evidente de esto.
5. Creatividad emergente
El emergente es el más elevado de todos los niveles de creatividad. Corresponde a las innovaciones extraordinarias o muy trascendentales. Tiene que ver con la creación de nuevos paradigmas, órdenes o principios. Sus efectos son revolucionarios para la comunidad en general.
Es necesaria la capacidad para reestructurar las bases de la realidad existente; quienes ostentan este tipo de creatividad suelen emplear a fondo su pensamiento lateral. Un ejemplo de esto es la creación de una nueva escuela de pensamiento o de un invento que cambia por completo la forma de hacer las cosas, como ocurrió con internet.
El hecho de que Taylor hable de niveles de creatividad no significa que una persona en concreto deba pasar por todos ellos para llegar al más elevado. En un mismo ser humano pueden coexistir todas estas dimensiones, pero suele desarrollarse más una en concreto, que las demás.
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