No quieras con los ojos vendados de irrealidades
Cuando se trata de hablar de emociones lo más sensato es no intentar explicarlas porque ya sabemos que no podemos controlarlas en toda su esencia. Lo único que podemos hacer es sentirlas, tratar de comprenderlas y moldearlas para que las que nos hacen daño no lo hagan. No quieras explicar lo que nace desde dentro, simplemente trata de comprenderlo.
En este sentido, tú conoces mejor que nadie esa sensación del todo o nada: o se quiere o no se quiere, no puede haber término medio. Es decir cualquier tipo de amor exige su entrega completa hacía otra persona, pero lo que a veces olvidamos es que la entrega también debe ser hacia nosotros mismos: no quieras olvidarte de ti mientras quieres a otra persona.
“Y si el corazón se cansa de querer
¿Para qué sirve?”
-Mario Benedetti-
Cuando te olvidas de ti mismo lo que ocurre es que comienzas a querer de forma tóxica y, en muchas ocasiones, esto provoca que quieras también con los ojos vendados. Entonces lo que pasa es que no ves la realidad, sino lo que tu imaginas que puede ser real: tener una relación en la que ocurre esto implica no tener una relación real.
Nada justifica ese amor
Si te encuentras en la situación comentada anteriormente con un familiar, un amigo, tu pareja… y sigues manteniéndola es porque probablemente sientas que la realidad es demasiado dura. Si aquella te supera también es posible que hayas preferido -incluso de forma inconsciente- vivir en irrealidades paralelas que te hacen menos daño.
Sin embargo, estas condiciones no son nada sanas. Recuerda que no eres cobarde por tener miedo, pero tienes que ser valiente y ponerle nombre a tus monstruos: nada justifica ese amor si no hay felicidad de por medio. Tienes que convencerte de que no puedes permitirte culpabilidades de ningún tipo, manipulaciones, victimismos, ataques a tu autoestima…
Igual de importante es que sepas que no es lícito que dejes que se acaben vuestros espacios y vuestra independencia porque eso solo provoca mentiras y más mentiras, desconfianza, decepciones y muchas actitudes innecesarias que, quizá, la otra persona no se merece, pero tú tampoco.
Eres quien eres y puedes ser así con quien te quiera
Por encima de todo tus emociones te señalan cómo eres en un determinado momento, pero tienen que estar en consonancia con lo que eres realmente. Y seguro que no quieres ser una persona triste que lo está pasando mal, seguro que no quieres ser una persona alegre de “fachada”, que no quieres ser feliz de mentira. Quieres ser de verdad, realizarte y compartirlo con los demás.
“Cuando nos abrimos, tu a mí y yo a ti, cuando nos sumergimos, tú en mí y yo en ti, cuando nos olvidamos, tú en mí y yo en ti. Solo entonces yo soy yo y tú eres tú.”
-Anónimo-
Por ello, las relaciones que mantengas en tu vida y que sean importantes para ti deberían sustentarse en el hecho de dejarte ser quién eres de verdad y aceptarte de esa manera. En esas relaciones, la reciprocidad es importante: al mismo nivel está que te quieran con todo y que quieras con todo; siempre guardando el límite de no agredir el espacio y la felicidad del otro.
Recuerda que para que quieras de verdad, primero tienes que ser fiel contigo mismo y quererte desde la aceptación.
Tipos de amor que son un espejismo
Hay algunos tipos de amor que son un espejismo, son irreales y no nos permiten llegar a ser nosotros mismos. Al contrario, estos tipos de amor en lugar de ayudarnos a crecer nos limitan. A continuación te señalamos cuáles son:
- Amor que busca tapar huecos personales: nadie tiene el deber de “llenarte” ni viceversa. Es decir, tu vida la tienes que llenar tú, tienes que aprender a ser feliz de forma independiente para que luego las relaciones sean reales. El amor no se busca, llega porque cuando lo buscas lo necesitas para llenar huecos existenciales que es necesario que llenes tú mismo.
- Relación de dos: el amor, de cualquier tipo, siempre es cosa de todos los que estén implicados dentro de una relación. En el momento en el que una parte falla, la relación está fallando también. No quieras a medias o por momentos, sé fiel en tu sentimiento.
“Y una cosa puedo jurar:
yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar.”
-Carlos Miguel Cortés-
- Co-dependencia: está claro que los espacios y la independencia son absolutamente necesarios en cualquier tipo de relación. La co-dependencia solo produce relaciones tóxicas que no llegan a ningún lado positivo. No quieras pensando que sin tu pareja no eres nadie, porque tú sigues estando ahí para ti.
- Idílico: amor basado en idealizaciones tampoco es amor real. Necesitáis amar vuestras virtudes pero también todos vuestros defectos. Es importante que aprendáis a ser felices con ellos sin demasiados esfuerzos.
- Cada historia es diferente: un amor que se compara con otros para justificarse es un amor fundamentado en espejismos, errores y pasado.
- Comunicación pasivo-agresiva: el amor que no tiene comunicación o que la tiene pero es agresiva tampoco es un amor real. Se trata de compartir, de entenderse y querer entenderse, de escuchar y apoyar aunque no se esté de acuerdo.