Obsesiones puras: qué son y cómo combatirlas
Seguramente hayas oído a alguien hablar acerca de las obsesiones. La mayoría de las obsesiones van acompañadas de conductas que reducen el malestar. Sin embargo, en el caso de las obsesiones puras esto no es tan evidente. Es probable que tengas algún amigo, familiar o conocido del que todos dicen que es muy obsesivo. Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente? Antes de hablar de las obsesiones puras creemos necesario definir qué es una obsesión.
La palabra obsesión procede de obsessio, una palabra latina que significa asediar o sitiar. Podemos definir las obsesiones como pensamientos, imágenes, ideas e impulsos intrusivos. Estos invaden (asedian, sitian o disponen) la mente de la persona en contra de su voluntad e intereses. La persona califica estos pensamientos de repugnantes, inaceptables y absurdos.
Además, estas ideas, imágenes o pensamientos causan ansiedad y malestar significativo en quienes los sufren. Pueden ser provocados por situaciones estimulantes externas o no. La persona intenta suprimirlos, ignorarlos o neutralizarlos con otros pensamientos o actos (DSM-IV). Y aquí es donde entran en acción las compulsiones, las cuales definiremos más adelante.
El contenido de las obsesiones puede y suele ser muy variado. Los temas más habituales son la contaminación, la muerte, la suciedad, las enfermedades, la violencia o agresión y temas religiosos o morales. También pueden darse obsesiones relacionadas con el sexo e incluso algunas carentes de sentido. En otros casos, la obsesión se refiere a dudas sobre cualquier cosa que se lleve a cabo.
¿Qué entendemos por compulsión?
Las compulsiones son conductas o acciones repetitivas que el sujeto lleva a cabo para neutralizar un contenido obsesivo. Tienen la finalidad de reducir la ansiedad o el malestar de la persona. La conducta compulsiva se realiza de una forma estereotipada o de acuerdo con determinadas reglas (DSM-IV).
La compulsión, para algunas personas, es inaceptable. Otras la aceptan sólo en parte. Normalmente, la compulsión se realiza para escapar de la ansiedad que a la persona le produce la obsesión. Así, la persona puede sentir una fuerte urgencia de realizar la conducta compulsiva. A esto es a lo que denominamos urgencia compulsiva.
Podemos afirmar que la compulsión invade la mente del paciente. Se trata de una acción voluntaria aunque la persona es consciente de que dicha conducta es irracional. A la compulsión también se le da el nombre de ritual.
Los rituales o compulsiones pueden ser de dos tipos: manifiestos o cognitivos. Los rituales manifiestos se caracterizan por consistir en conductas que los demás pueden observar (p. ej., limpiar el pomo de una puerta repetidas veces). Por el contrario, los rituales puramente cognitivos son aquellos que toman la forma de un pensamiento, imagen o idea.
Un ritual cognitivo se define como un acto mental realizado de manera específica y consistente en una serie de pasos. Ejemplos de este tipo de rituales cognitivos serían el recitar una oración, visualizar una imagen concreta, recitar una serie de frases o de números, etc. (Aldaz, 2005).
Se dice que estos rituales tienen un fin, ya que la persona los lleva a cabo para prevenir algún tipo de daño o desastre. Por lo tanto, algunos acontecimientos mentales funcionan como compulsiones encubiertas. Y es aquí donde entran en juego las obsesiones puras.
Obsesiones puras
Ahora que ya sabemos lo que es una obsesión y una compulsión, estamos en disposición de conocer lo que significa obsesión pura. Entendemos una obsesión pura como aquella que, o bien no se acompaña de ninguna compulsión, o bien la compulsión es puramente cognitiva.
Dicho de otra manera, las compulsiones cognitivas son rituales cognitivos que el sujeto realiza para neutralizar las obsesiones o pensamientos intrusivos. La persona es consciente de que la compulsión cognitiva es irracional y carece de sentido. Aun así, la realiza, no por placer, sino por aliviar su tensión a corto plazo.
¿Cómo combatir las obsesiones puras?
El tratamiento de toda obsesión acompañada de compulsión (ya sea manifiesta o encubierta) es la terapia de exposición con prevención de respuesta. Mediante esta técnica se le pide al paciente que se exponga a sus pensamientos obsesivos, pero que no realice ninguna conducta para neutralizar la ansiedad que estos le provocan.
En definitiva, se trata de que la persona se dé permiso para que los pensamientos intrusivos u obsesiones entren en su mente. Esto le va a generar una fuerte ansiedad que tendrá que soportar hasta que de manera natural vaya desapareciendo. Es importante que el paciente sea consciente de que la ansiedad se reduce por sí misma sin necesidad de neutralizarla mediante ningún pensamiento.
Desde nuestra experiencia, las obsesiones puras son más complicadas de tratar porque no tenemos “acceso” a la mente del paciente. Solamente él puede saber si está realizando lo que le pedimos o no, y esto supone una dificultad añadida.