Orientación educativa: concepto y objetivos
William Butler Yeats dijo una vez que ‘la educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego’. Una frase excelente para definir la orientación educativa. Obviamente, no se trata en enviar mensajes sin ton ni son al alumno, sino de alumbrar su mente con orden, concierto y lógica.
Y es que el aprendizaje es realmente un proceso con ciertas complejidades. Aquí entra en juego un proceso constructivo para que el alumno construya sus conocimientos, otro acumulativo para que se afiancen sobre la base de experiencias previas, y otro autorregulado por el cual se establecen estrategias de control y dirección.
¿Qué es la orientación educativa?
La orientación educativa es un concepto del que ya hablan autores como Luis Vives hace cinco siglos. Este aconseja que el ritmo de la enseñanza, así como los contenidos ofertados, se han de adaptar a las características individuales de cada alumno. Obviamente, mucho ha llovido desde entonces. Especialmente a lo largo de los últimos dos siglos hemos descubierto una revolución importante en el mundo educativo. Por eso el concepto ha evolucionado, pero no ha cambiado en su base.
Originariamente, la orientación educativa se centraba dos corrientes diversas: Por un lado, la ayuda a individuos que presentaban desequilibrios mentales. Por otro, la facilitación de decisiones relacionadas con la vocación y profesionalidad de cada alumno para un correcto desarrollo posterior.
Sin embargo, el concepto actual ha evolucionado bastante desde entonces. Ahora, se entiende como una forma de prevenir problemas, a la vez que de asesorar para lograr una mayor eficacia educativa. Por ello no podemos hablar solo de alumnos, también de otros actores implicados, como los profesores, los padres e incluso la propia institución educativa.
“Los niños tienen que ser enseñados sobre cómo pensar, no qué pensar”.
-Margaret Mead-
Áreas de la orientación educativa
Vista la orientación como una actividad destinada a la prevención y asesoramiento integrado en el proceso educativo, debemos añadir que tiene lugar en tres grandes áreas de acción. En este caso, hemos de distinguir entre:
- Orientación escolar: su finalidad es el asesoramiento del alumnado para que actúe de forma responsable durante el proceso educativo. De esta forma puede autorregularse en sus aprendizajes.
- Orientación profesional y vocacional: otra área en la que se busca un desarrollo progresivo del alumno en función de sus intereses y capacidades. De esta forma, evolucionará en pro de demandas laborales y vocacionales.
- Orientación personal: finalmente, también se centra en el desarrollo personal del alumno. Se le ayudará a conseguir conocimiento real para que descubra sus posibilidades y sus limitaciones propias. Aquí también se desarrollan estrategias de prevención de problemas, con atención individualizada.
Principios de la orientación educativa
También en el proceso de orientación educativa hemos de destacar una serie de principios. Estos son importantes para que se llegue a buen puerto y que nadie quede fuera del proceso educativo:
- Ningún alumno debe quedar fuera de la orientación, tanto si tiene problemas como si no.
- Este proceso se pone en funcionamiento en todas las edades. Se ha de empezar desde el momento de la escolarización hasta que el alumno deja la escuela.
- Se aplica en todos los aspectos de desarrollo de los chicos, tanto a nivel físico como mental, social y emocional.
- El proceso ha de animar al descubrimiento propio a nivel de desarrollo personal.
- Será una tarea cooperativa de todos, desde el alumno hasta el orientador, pasando por padres, profesores, etc.
- Se considera parte primordial del proceso educativo.
Objetivos de la orientación educativa
Finalmente, vamos a conocer qué objetivos se buscan con la orientación educativa. Básicamente, esta es la labor del orientador, cuyo trabajo de asesoramiento y colaboración irá enfocado a la obtención de:
- Una mayor eficacia en la consecución de los objetivos educativos a través de la colaboración de todos los actores implicados, desde el alumno hasta los padres y profesores.
- La obtención de un conocimiento completo de cada alumno. Se han de conocer los intereses a todos los niveles, desde sociales hasta motivacionales. De esta forma, se podrán diagnosticar las cualidades de cada uno para que enfoque sus posibilidades.
- Ayuda para que los alumnos tomen conciencia de sí mismos, de sus posibilidades intelectuales y de su capacidad de esfuerzo enfocada a su personalidad y su entorno.
- Identificación de alumnos excepcionales para diseñar programas de intervención especiales para su desarrollo.
- Planificación, organización y desarrollo de información para que los alumnos decidan sobre sus estudios e itinerarios según su vocación.
- Establecimiento de relaciones entre centros educativos para facilitarse apoyo con diferentes problemáticas y compartir experiencias que enriquezcan las herramientas de cada centro para afrontar los problemas que en él acontecen.
“La única persona que esta educada es la que ha aprendido cómo aprender y cambiar”.
-Carl Rogers-
Así es como se entiende la orientación educativa en la actualidad. Sin duda, con medios y bien llevada a la práctica, será una excelente ayuda para el desarrollo de los niños. De nosotros depende su éxito.