Poder social: definición y tipos

A veces lo hacemos: damos por sentado el poder social y el hecho de que determinadas personas ejerzan su influencia y control sobre nosotros. Comprender en qué se basa nos ayudará e evitarlo y también a no ejercerla.
Poder social: definición y tipos
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Un profesor tiene poder respecto a sus alumnos. Los padres lo tienen sobre sus hijos. Un jefe cuenta con poder sobre sus empleados. Los políticos lo tienen y abusan a menudo de él. El poder social está presente en todos los ámbitos de la vida. Ciertas profesiones cuentan con mayor poder social que otras. Ahora bien, pero… ¿qué es realmente poder? 

Es la capacidad de ejercer un dominio hegemónico sobre uno y/o varios individuos. Es también la habilidad de influir sobre uno y/o varios individuos e indicar la autoridad suprema reconocida en una sociedad. Como vemos, la definición del poder es tan amplia como difusa. En la historia han existido diferentes definiciones, teorías y tipologías del poder, por lo que para comprenderlo es mejor conocer algunas de las más aceptadas.

Así, uno de los primeros en hablarnos del poder fue Friedrich Nietzsche (2005). Él entendía la voluntad de poder como una ambición. Casi al mismo tiempo, Max Weber lo definía como la oportunidad o posibilidad existente en una relación social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.

Posteriormente, desde el marxismo, varios autores estudiaron este concepto. Más cerca de nuestra época, un filósofo francés, Michel Foucault, elaboró uno de los análisis más amplios sobre el poder.

Aunque han existido más autores, estos han sido algunos de los que más relevancia han tenido, sin olvidar los trabajos sobre el poder social que han surgido desde la psicología.

“Quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan a todo poder”

-Max Weber-

Llave grande ejerciendo poder sobre llaves pequeñas

El poder social y Max Weber

El poder social y su impacto en cada uno de nuestros contextos es un factor que siempre ha interesado a la comunidad científica. Así, estudios como el llevado a cabo por el psicólogo Leonard Pickman y publicado en el Journal of Applied Social Psychology, nos revelan algo interesante.

Hay personas que ven legítima la posición de poder de unas figuras respecto a otras. Es como si en nuestro interior existiera ya esa asunción, la de que algunas figuras tienen derecho a ostentar una mayor influencia y control sobre los demás.

Max Weber fue uno de los pensadores más importantes del siglo XX y quienes primero abordaron este tema. Aunque su campo de estudio es muy variado, sus trabajos sobre el área del poder son sin duda los más destacados.

Para Weber, el poder social significa “la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad (Weber, 2005)”.

El poder y la dominación

El poder implica la capacidad potencial de imponer la voluntad y se puede manifestar de diferentes formas. Mientras que la dominación, entendida como una forma de mandato-obediencia, sería la forma más lograda de expresar el poder.

Dentro de la dominación existen diferentes tipos. Uno de los más importantes sería la legitimidad, la cual es la creencia en la validez de un orden o de una relación social determinada. Las formas de la legitimidad en la dominación son tres (Weber, 2007):

  • La dominación legal racional: “se basa en la creencia en la legalidad del ordenamiento establecido y del derecho a dar órdenes por parte de quienes tengan la competencia para ejercer la dominación según ese ordenamiento”.
  • Dominación tradicional: “se basa en la creencia usual en el carácter sagrado de tradiciones existentes desde siempre y en la legitimidad de los componentes para ejercer la autoridad en virtud de esas tradiciones”.
  • La dominación carismática: “se basa en la entrega extraordinaria de santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona y del ordenamiento creado o revelado por esta persona”.
Piezas de ajedrez como ejemplo de poder social

Marxismo

Según Karl Marx “el movimiento político de la clase obrera tiene como objetivo final la toma del poder político (carta a Bolte, 292 de noviembre de 1871)”. Cuando se trata de la conquista del poder social, la lucha política de clases es la base.

Además, está por encima de otras formas de lucha de clases como la económica o la ideológica. Aunque según Marx, los cambios en la base económica pueden influir en la toma del poder, las prácticas políticas van a tener mayor peso (Sánchez Vázquez, 2014).

  • No obstante, Marx no realizó una teoría del poder. Pero sí da a entender que “el poder político, hablando propiamente, es la violencia organizada de una clase para la opresión de otra (Marx y Engels, 2011)”.
  • Por ello, posteriores marxistas profundizaron más en las teorías del poder social. Por ejemplo, para Antonio Gramsci (1977) el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modelo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del estado.
  • Dicho poder está dado fundamentalmente por la “hegemonía” cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación.

Michel Foucault

Foucault defendía que el poder se encuentra en todos los sitios, porque no proviene de ningún sitio. Por tanto, el poder no podría ser localizado en una institución o estado y la idea marxista de tomar el poder no sería posible. El poder es una relación de fuerzas que se da en una sociedad en un momento determinado.

Así, el poder, al ser resultado de relaciones de poder, está en todas partes. Y los sujetos no pueden ser considerados independientes de estas relaciones.

Foucault, dando la vuelta a las anteriores concepciones del poder, se pregunta ¿cómo pueden las relaciones de poder producir reglas de derecho que a su vez producen discursos de verdad? Aunque el poder, el derecho y la verdad se retroalimentan, el poder mantiene siempre cierta influencia preponderante sobre el derecho y la verdad.

Cámaras grabando a chicas

Aunque Foucault analiza el poder en diversos contextos y épocas, una de las concepciones más importantes es la de biopoder (Foucault, 2000). El biopoder es una práctica de los estados modernos por la cual controlan a la población.

El poder moderno, según el análisis de Foucault, se codifica en las prácticas sociales y en el comportamiento humano a medida que el sujeto gradualmente acepta las regulaciones sutiles y las expectativas del orden social.

Con el biopoder se da paso a una regularización biológica de la vida. Un clásico ejemplo lo encontramos en los psiquiátricos y en las cárceles y juzgados, los cuales definen las normas por las cuales una parte de la población se aparta de la sociedad (Foucault, 2002).

El poder social en la psicología

Dentro de la psicología social, John French y Bertram Raven (1959) propusieron cinco formas de poder. Sobre estas cinco formas se asentarían los recursos sobre los que se apoyan los que ejercitan el poder. Tales formas de poder son las siguientes:

  • El poder legítimo: poder de un individuo o grupo gracias a la posición relativa y obligaciones del jefe dentro de una organización o sociedad. El poder legitimado confiere a quien lo ejerce una autoridad formal delegada.
  • Poder de referencia: capacidad de ciertos individuos para persuadir o influir a otros. Está basado en el carisma y las habilidades interpersonales del que ostenta el poder. Aquí la persona sometida al poder toma como modelo al portador de poder y trata de actuar como él.
  • El poder experto: deriva de las habilidades o pericia de algunas personas y de las necesidades que la organización o la sociedad tienen de estas habilidades. Al contrario de las otras categorías, este tipo de poder es usualmente muy específico y limitado al área particular en la cual el experto está cualificado.
  • Poder de recompensa: depende de la capacidad del líder de otorgar recompensas materiales. Se refiere a cómo el individuo puede dar a otros como recompensa algún tipo de beneficios, como: tiempo libre, regalos, promociones, incrementos de sueldo o de responsabilidad.
  • El poder de coacción: se basa en la capacidad para imponer castigos por parte de quien lo ostenta. Puede asimilarse a la capacidad de eliminar o no dar recompensas y tiene su fuente en el deseo de quien se somete a él de obtener recompensas con valor, pero bajo la forma negativa del temor a perderlas. Ese miedo es lo que, en último término, asegura la efectividad de ese tipo de poder.
Mano cortando el paso del efecto dominó

Investigaciones psicológicas sobre el poder social

Dentro de la psicología experimental también se ha abordado el tema del poder. Entre los descubrimientos más destacados resalta la tendencia de que cuanto más poder tiene un individuo o colectivo, menos se considera la perspectiva de los demás, lo que implica que los poderosos tienen menos empatía.

Asimismo, se ha evidenciado que las personas poderosas también tienen más probabilidades de actuar. Por ejemplo, son más propensas a eliminar cualquier estímulo que les moleste del entorno en comparación con las personas menos poderosas. Otras investigaciones también han documentado el efecto del espectador, el cual refleja que las personas poderosas tienen tres veces más probabilidades de ofrecer ayuda a un “extraño en apuros”.​

Por otro lado, un estudio sugirió que las personas poderosas: generan ideas creativas que son menos influenciados por ejemplos sobresalientes; expresan actitudes que se ajustan menos a las opiniones manifestadas por otros; y están más influenciadas por su propia orientación de valor social en relación con la reputación de un oponente negociador.

Conclusión

Como se ha visto, las concepciones del poder social han sido diversas y se han visto muy influenciadas por la época. Desde una concepción del poder como dominación sobre una persona se ha pasado a entender el poder como una compleja red de relaciones.

Esta concepción del poder, más vigente, nos indica que siempre estamos inmiscuidos en relaciones de poder. Cada interacción que realizamos se va a caracterizar por las diferencias de poder existentes. Por ello, ser consciente del poder social es un primer paso para evitar su influencia y para no ejercerla.


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  • Foucault, Michel (2002). Historia de la Locura en la Época Clásica I. México: Fondo de Cultura Económica. Foucault, Michel (1979). Microfísica del poder. Barcelona: Las Ediciones de La Piqueta. Foucault, Michel (2000). Defender la sociedad. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. French, John and Raven, Bertram (1959). The bases of social power. En Studies in Social Power, D. Cartwright, Ed., pp. 150-167. Ann Arbor, MI: Institute for Social Research. Gramsci, Antonio (1977). Antología. México: Siglo XXI. Marx, Karl y Engels, Friedrich (2011). Manifiesto comunista. Madrid: Alianza Editorial. Nietzsche, Friedrich Wilhelm (2005). Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie. Madrid: Valdemar. Sánchez Vázquez, Adolfo (2014). Entre la realidad y la utopía. Ensayo sobre política, moral y socialismo. México: Fondo de Cultura Económica. Weber, Max (2005). Economía y sociedad. México: Fondo de cultura económica. Weber Max (2007). Sociología del poder. Los tipos de dominación. Madrid: Alianza Editorial

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