¿Por qué discuten las parejas?

¿Cómo se relacionan las discusiones con la satisfacción en una pareja? Para intentar responder a esta pregunta, nos basamos en dos nuevos estudios realizados por un equipo de investigadores de Bélgica y publicados en la Journal of Family Therapy.
¿Por qué discuten las parejas?
Cristina Roda Rivera

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Roda Rivera.

Última actualización: 15 febrero, 2020

Por qué discuten las parejas, y no sobre qué, es la pregunta que intentaremos responder en este artículo. Si has mantenido al menos una relación larga, es probable que conozcas lo que supone discutir en este contexto. Ya sabrás que los pareceres diferentes no indican, necesariamente, que no estás con la persona adecuada. Así, el conflicto es una parte inevitable de cualquier relación humana de larga duración.

Involucramos a nuestra pareja en la parte más íntima de nuestra vida, lo que puede generar roces y discusiones intensas. Al mismo tiempo, la frecuencia y la intensidad de estos desencuentros tienen mucho que con cómo de satisfecho se siente cada uno de los miembros con la relación.

Los besos y abrazos se prefieren a las discusiones. Que de repente una noche encantadora se transforme en una velada de palabras ira y sentimientos heridos. Ahora bien, si somos tan reacios a discutir con nuestra pareja, ¿por qué lo hacemos?

Dos nuevos estudios realizados por un equipo de investigadores de Bélgica, publicados en la Journal of Family Therapy, proporcionan algunas respuestas. Gaëlle Vanhee y sus colegas se centraron en estudiar el papel de las necesidades no satisfechas como variable predictora del bajo grado de satisfacción en una pareja.

Pareja enfadada en vacaciones

Necesidades insatisfechas que conducen al conflicto

El estudio investigó si la frustración por necesidades no satisfechas de los miembros de la pareja estaba asociada con el conflicto de la relación (frecuencia, temas, patrones de comunicación en las discusiones). Las medidas de autoinforme fueron completadas por 230 parejas heterosexuales. Los resultados revelaron que:

  • La frustración se asocia con lo insatisfechos que están los miembros de una pareja con su relación, con qué frecuencia se inician conflictos y cómo se comunican durante los conflictos. Sin embargo, no está tan relacionado con la con la cantidad de temas en los que puede haber conflicto.
  • El nivel de frustración por la insatisfacción de varias necesidades importantes es lo más relevante.
  • La necesidad de superar la frustración, tanto de uno como otro miembro de la pareja, juega un papel en la insatisfacción y el conflicto.
  • En la mayoría de conclusiones, no se encontraron diferencias de género. En cambio, si se encontraron en cuanto a cómo la frustración afecta la comunicación del conflicto.

Por qué discuten las parejas: necesidades de apego, aceptación, apoyo, autonomía y competencia no atendidas

¿Cómo es que las necesidades insatisfechas generan un mayor conflicto y una comunicación más pobre en las parejas? Los autores del estudio afirman que tener necesidades insatisfechas en una relación conduce a sentimientos negativos, que a su vez promueven conflictos.

Los investigadores encontraron que las parejas peleaban significativamente más cuando no se satisfacían las siguientes necesidades:

 Necesidad de apego en las parejas

Tenemos la necesidad de una conexión segura con las personas importantes en nuestras vidas. Nuestro estilo de apego tiende a desarrollarse temprano en la vida, en función de nuestra relación con nuestros cuidadores principales.

Esa plantilla luego influirá (y se verá influenciada por) nuestras experiencias en las relaciones posteriores, incluso con nuestra pareja. Satisfacer las necesidades de apego de los demás es una de las mejores maneras de construir una asociación satisfactoria y duradera. Las relaciones que se sienten seguras son más satisfactorias, más íntimas y es menos probable que terminen.

Necesidad de aceptación

Cualquier relación es mejor cuando nos sentimos fundamentalmente aceptados por la otra persona. La aceptación no significa aprobación universal. Podríamos rechazar enérgicamente ciertas elecciones que hace la persona y, aun así, aceptarlas como son.

Los parejas están en un lugar particularmente poderoso para practicar la aceptación, porque nos han visto en nuestros peores momento, sin el filtro de aceptabilidad social que ponemos para el resto del mundo. Ser aceptado con todos los defectos nos dice mucho sobre el interés y el compromiso de mi pareja para que la relación salga adelante.

Necesidad de apoyo

La mayoría de nosotros no estaríamos satisfechos simplemente sabiendo que nuestra pareja nos acepta; también queremos saber que le gusta de nosotros. Necesitamos sentir una sensación de calidez y afecto, no solo un “acepto tus muchos defectos”, sino un “eres mejor de lo que crees”.

La calidez de una pareja puede ayudar a una persona a comenzar a desarrollar sentimientos más positivos hacia sí misma, lo que lleva a un “círculo virtuoso” en el que realmente se convierte en una mejor pareja, lo que a su vez hace que a su pareja esté más contenta.

Necesidad de autonomía

Según la “teoría de autodeterminación de Richard Ryan y Edward Deci“, una de las necesidades humanas fundamentales es ser el agente de nuestras propias acciones. Necesitamos sentir que tenemos cierto control sobre lo que hacemos y que estamos creando nuestras propias vidas.

No es sorprendente que Vanhee y sus coautores descubrieran que las personas estaban más insatisfechas con sus relaciones cuando se sentían demasiado controladas y menos autónomas. Además, encontraron patrones de comunicación menos saludables cuando las parejas (particularmente los hombres) carecían de un sentido de autonomía.

Necesidad de competencia

Según la investigación de Deci y Ryan, también necesitamos sentir que somos buenos en lo que hacemos; tener ese sentido de competencia está relacionado con todo tipo de resultados positivos, incluida una mejor salud mental.

Al igual que con nuestra necesidad de autonomía, Vanhee y sus colegas descubrieron que un menor sentido de competencia en la relación (para la pareja masculina) se asociaba con una peor comunicación.

Pareja enfadada en el sofá

Las discusiones y la necesidad de aceptación

Ser criticados y rechazados por nuestra pareja no satisface nuestra necesidad de aceptación, lo que puede generar vergüenza y tristeza. Con frecuencia, estas respuestas emocionales primarias no se expresan directamente y pueden transformarse en las emociones secundarias, como la ira y la indignación.

Estas emociones pueden generar una comunicación negativa entre los miembros de una pareja, lo que lleva a una escalada en el conflicto, ya que ambos se ven a sí mismos como la parte perjudicada cuyas necesidades se ignoran.

Vanhee y sus colegas señalaron que se necesita más investigación para confirmar el patrón “Emoción primaria → Emoción secundaria → Conflicto”. Lo que queda claro de la investigación existente es que las necesidades frustradas en una relación conducen a emociones negativas y esas emociones conducen a peleas.


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