Promueve lo que te encanta, en vez de atacar lo que no te gusta
Solemos quejarnos en exceso de las cosas que no nos gustan y fantaseamos con cómo nos gustaría que hubieran sido o serán… tenemos ese vicio. Sin darnos cuenta, la mayoría de nosotros dirige su foco de atención hacia aquello que le desagrada, le gustaría cambiar o no comparte. Así, nuestro campo de visión y atención, se convierte en un detector de cosas negativas.
–¡Que mal me queda este vestido!; no tenía que haberme cortado el pelo; quizás, sino hubiera hecho ese comentario me hubiesen seleccionado; no me gusta esta comida; ¡vaya día que llevo!; solo me pasan cosas malas; ¡qué aburrimiento!; no cuentan conmigo…
Pero, ¿dónde quedan las cosas positivas, aquellas que nos encantan y nos dejan un buen sabor de boca? Parece que nos olvidamos de ellas con más facilidad…
Enfócate en lo que te agrada
Si realmente nos fijásemos en todo aquello que hemos conseguido, en los detalles de nuestro día a día (que están ahí a la vista, aunque seamos nosotros los que los ocultemos bajo nuestra negatividad), miraríamos a la vida con otra chispa… ¿Lo has probado alguna vez?
Te animo a que lo compruebes y te dejes de tantos lamentos y quejas, realmente no sirven para nada y más si nos lo repetimos tantas veces… con una sola ya basta, si te decides a cambiarlos y pones tus estrategias en marcha. Sino la otra opción es aceptarlos y continuar.
Aunque de una manera u otra, hoy te propongo algo diferente: tan solo por un día, fíjate en aquello que te encanta, que te gusta y te hace sacar esa sonrisa.
Y no, no me digas que no hay nada, ni que tu vida es aburrida o que no sales de la rutina, pues aun en ella, existen increíbles gestos, sensaciones, situaciones y personas fascinantes. Tan solo tienes que comprobarlo.
Engaña a tu mente y comienza a utilizar otra estrategia. Enfócate en lo que te agrada, en lo que te encanta, en lo que te conmueve y fascina.
Puedes llevarlo a cabo en cualquier ámbito de tu vida como en tu trabajo, tu relación de pareja, la relación con tus hijos o amigos, y sobre todo, por favor, contigo mismo/a. No hace falta esperar a una ocasión especial, puedes comenzar desde ya mismo.
Cambia tu perspectiva y conócete más
Cambiar tu foco de atención de lo negativo, lo que te falta o te desagrada hacia lo que te encanta, al principio te costará. Es normal, tantos años con la predilección de fijarte en lo que no te gusta, en los errores o fallos, que tu mente te reconducirá a lo que está acostumbrada, lo has convertido en un hábito. Pero es cuestión de tiempo, de esfuerzo y de ganas.
Además, obtendrás el beneficio de conocerte un poco más a ti mismo ¿o no te ha pasado alguna vez, que ni siquiera sabes con exactitud qué es lo que te gusta, pero sí a la perfección lo que no? Pues, ¡Atrévete a descubrirlo y a descubrirte!
Fijándote en las cosas que no te gustan durante tanto tiempo lo único que puedes conseguir es disminuir tu autoestima si son en relación contigo, perder la confianza y el interés por los demás si tiene algo que ver con ellos o incluso, disminuir tus ganas de vivir o perder el sentido de tu vida.
Al final terminarás creyéndotelo tanto, que no habrá nada más a tu alrededor. Mejor dicho no te fijarás en nada más, aunque estés rodeado de cosas agradables… Por lo tanto, ¿qué te agrada de ti?, ¿qué te agrada de los demás?, ¿qué te agrada de la vida?, ¿qué te agrada de tu relación de pareja?
Sorpréndete enfocándote en aquellas cosas que te gustan y te hacen sacar una sonrisa.
Una vez detectadas, empieza a promoverlas, a creer en ellas, a detener tu atención cuando sucedan en tu día a día. Porque se gana mucho más cuando promovemos aquello que nos encanta, que cuando atacamos lo que no nos gusta y sino, compruébalo…