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Síndrome de Amok: el peligroso trastorno con impulsos homicidas

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El Amok es un raro fenómeno psicológico que combina aislamiento, estallidos violentos y amnesia, y que la ciencia entiende hoy como una condición con raíces biológicas, emocionales y sociales.
Síndrome de Amok: el peligroso trastorno con impulsos homicidas
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez

Última actualización: 27 octubre, 2025

¿Puede alguien perder el control por completo y después no recordar nada de lo que hizo? Esto es lo que ocurre en el síndrome de Amok, un fenómeno psicológico poco común, pero muy serio, en el que la persona puede volverse extremadamente violenta y tener impulsos homicidas repentinos.

Este desorden fue descrito por primera vez en el sudeste asiático, especialmente en Malasia e Indonesia. De hecho, se pensaba que era algo cultural, exclusivo de esas regiones. Hoy sabemos que puede darse en cualquier parte del mundo. Te contamos cuáles son las causas de este síndrome, sus síntomas y las posibles consecuencias si no se trata a tiempo.

Características del trastorno Amok

Los ataques repentinos y violentos de esta condición se caracterizan por una fase inicial en la que la persona puede aislarse, deprimirse o mostrarse emocionalmente apagada.

Acto seguido, se produce un estallido súbito de violencia en el que el individuo ataca de forma indiscriminada a quienes están cerca. Hay descontrol e impulsividad, no distingue a quién va a atacar.

El episodio finaliza con amnesia. Esta pérdida de memoria puede estar relacionada con varias causas, como sentirse desconectado de la realidad, una intoxicación (por alcohol o drogas, que no son la raíz del síndrome, pero se consideran desencadenantes) o alguna alteración en el cerebro. Por eso, es fundamental que un médico evalúe el caso para llegar a un diagnóstico preciso. Además, en ocasiones, después del estallido ocurre el suicidio.

Causas de este síndrome

Las causas del síndrome Amok no son del todo claras. Algunos autores consideran que puede aparecer en contextos sociales específicos, pero con raíces emocionales que todos compartimos. No obstante, a lo largo de la historia se han propuesto varios factores:

  • Psicológicos: traumas, trastornos de personalidad, emociones reprimidas o fragilidad emocional.
  • Sociales y culturales: situaciones de humillación, venganza, presión social o incluso motivos políticos se consideran detonantes.
  • Biológicos: enfermedades como epilepsia, malaria o incluso consumo de drogas como opio o cannabis fueron señalados como desencadenantes en diferentes épocas.

¿Cómo se puede detectar a tiempo?

Es difícil predecir los episodios de Amok, pero hay señales de alerta como: cambios de comportamiento bruscos, periodos de depresión profunda, manifestaciones de venganza, odio o pérdida de control y las conductas autodestructivas o consumo abusivo de drogas.

Sin embargo, si una persona evidencia estos síntomas, no significa siempre que desarrollará el síndrome, ya que estos mismos signos pueden estar presentes en afecciones como el trastorno de estrés postraumático, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, entre otras. En cualquier caso, se recomienda buscar ayuda profesional urgente.


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¿Existe tratamiento o prevención?

Aunque síndrome de Amok puede manifestarse de forma repentina y extrema, hay estrategias que pueden reducir el riesgo. Por esto, la detección temprana y la atención psicológica o psiquiátrica son indispensables. Los tratamientos incluyen la psicoterapia individual, la terapia cognitivo-conductual y la terapia familiar o grupal.

La prevención se centra en tratar a tiempo condiciones como la depresión o la psicosis, prestar atención al consumo de drogas y alcohol, fortalecer redes de apoyo social y familiar, y garantizar que las personas en riesgo tengan un seguimiento profesional.

El trastorno Amok nos obliga a repensar cómo abordamos el dolor silencioso. No todas las personas anuncian sus molestias con claridad, y no toda violencia surge de la maldad; a veces, puede ser resultado de una mente que colapsa sin red de apoyo. Parte de la prevención abarca construir entornos donde las emociones pueden expresarse sin juicio y acudir a un profesional de salud para evitar complicaciones.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Imai, H., Ogawa, Y., Okumiya, K., & Matsubayashi, K. (2018). Amok: A mirror of time and people. A historical review of literature. History of Psychiatry, 29(1), 3–18. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0957154X18803499?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%20%200pubmed

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