¿Qué esconden los amores imposibles?

Todos hemos tenido un amor imposible en nuestra vida y eso no está mal. El problema viene cuando constantemente nos enamoramos de personas que no nos corresponden. Veámoslo en detalle.
¿Qué esconden los amores imposibles?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 06 agosto, 2023

¿Te ha ocurrido alguna vez? ¿Te has enamorado de alguien que no podía ser? Ya sea porque ya estaba con otra persona, por excesiva diferencia de edad, por la no correspondencia, etc… Por las razones que sean, pero de una persona catalogada como imposible. Estos son algunos de los casos de los amores imposibles.

Que ocurra alguna vez es algo normal porque lo inalcanzable suele ser atractivo, y sobre todo en la adolescencia suele pasar. Como el típico alumno que se enamora de la profe. Pero el problema vendría cuando siempre nos enamoramos de personas que no pueden ser, ahí ya no estaríamos hablando de mala suerte sino de que inconscientemente lo estamos buscando.

Cuando inconscientemente buscamos amores imposibles, hay un problema detrás

3 Tipos de amores imposibles

1. El amor fantasma

Se trata de idealizar a una persona, atribuyéndole las características con las que siempre hemos soñado. Se le llama fantasma porque en realidad esta persona no es como nos pensamos, sino que nos engañamos y creemos que es exactamente como nos gustaría que fuera, así que nos enamoramos de algo que no existe.

pareja idealizándose

En términos psicoanalíticos se le llama también amor anaclítico, que significa que escogemos amar a alguien en concreto porque posee los rasgos de alguien muy influyente en la niñez que satisfacía nuestras necesidades.

Es como cuando, por ejemplo, inconscientemente, nos enamoramos de alguien parecido a nuestra figura paterna/materna. Se trataría de satisfacer una necesidad de protección.

En este caso cuando la persona se dé cuenta de que en realidad el ser amado no era como se pensaba, se desencantará y defraudará, entonces volverá a poner los pies en el suelo y dejará de idealizar y ya verá los defectos de la persona que al principio no veía por la ceguera idealizadora.

2. El amor narcisista

Cuando se busca a alguien parecido a nosotros o con los rasgos que a nosotros nos gustaría alcanzar. Es como una especie de egoísmo exagerado donde nos creemos que somos superiores y queremos encontrar a alguien igual.

Estas personas están siempre buscando a la persona ideal y nunca les parece nadie lo suficientemente bueno para ellos. Encontrar a alguien igual a uno resulta muy complicado, ya que somos seres únicos, por ello quien va en busca de este tipo de amor no suele encontrarlo.

Al final, esta persona acaba desencantada, coleccionando fracasos amorosos y experiencias con múltiples parejas. Puede terminar sola.

3. El amor difícil

Es aquel donde es muy complicado que se pudiera concretar ese amor. Ejemplos: un profesor y un alumno, una diferencia de edad significativa, un gay de otro heterosexual, un paciente de un médico, fijarnos en personas casadas o seriamente comprometidas, etc….

Habitualmente este tipo de amor es atrayente porque es difícil, pero si se consiguiera podría ser que se perdiera el interés, ya que suele tratarse de una atracción física pasajera, digamos que suele tratarse más de algo pasional que emocional.

mujer teniendo un orgasmo

Los amores imposibles se denominan así porque llevan implícito el conflicto

Estos tres tipos de amores estarían catalogados como “imposibles” porque suelen crear conflictos, el primero porque al idealizar a la otra persona tarde o temprano nos decepcionaremos cuando veamos que no es como pensábamos, el segundo porque jamás encontraremos a alguien igual a nosotros y el tercero porque es muy difícil conseguirlo y si se consiguiera raramente funcionaría a largo plazo.

Según la psicología psicoanalítica, cuando nos enamoramos de imposibles es por el complejo de Edipo no resuelto, en los primeros años de la niñez nos enamoramos del padre o la madre aún sabiendo que no es correcto, dependiendo cómo se resuelva y el trato que nos dieron nuestros padres ante esa situación, podríamos quedar estancados siempre en enamorarnos de personas que no pueden ser.

¿Qué podemos hacer para escoger mejor?

Lo primero es preguntarnos ¿por qué nos atraen personas inalcanzables?, ¿tengo miedo a comprometerme y fijándome en imposibles no tengo que pasar por ello?, hay personas que entrar en la intimidad amorosa les supone estrés, miedos, peligro, entonces fijándose en imposibles disfrutan del amor idílico pero al no poder ser concretado se sienten seguros en su zona cómoda.

Otra pregunta para la búsqueda de la raíz del problema podría ser: ¿estoy buscando suplir una carencia de la niñez? Por ejemplo , si hemos tenido una madre autoritaria y recta que nos ha valorado poco, inconscientemente volvemos a fijarnos en alguien inalcanzable para revivir la etapa de la niñez y conseguir que esta vez si nos hagan caso o nos den algo emocional que nos faltó.

mujer pensando en amor platónico

Lo esencial es encontrar la respuesta al motivo por el cual no nos fijamos en personas más alcanzables. El motivo más extendido suele ser el no estar preparados para embarcarnos en una relación amorosa, por inseguridades y miedos, ya que, las relaciones de pareja no son un camino de rosas, sino que conlleva un grado de implicación y responsabilidad alto.

Los amores imposibles pueden darse fruto de una carencia en la niñez o de un miedo al compromiso

Entonces enamorándonos de personas que no pueden ser, disfrutamos de los sentimientos, soltamos la adrenalina, soñamos, somos felices engañándonos a nosotros mismos por un rato, pero muy en el fondo, nos aterraría que nos correspondiera porque el amor idílico es muy bonito pero enfrentarse a la realidad asusta.

Antes de encontrar pareja hay que trabajar sobre uno mismo

Si uno no se siente bien consigo mismo, no estará preparado para estar con otra persona. Estos conflictos con uno mismo suelen ser el motivo por el cual muchas personas inconscientemente están siempre sumidas en líos amorosos que no pueden concretarse.

¿Quién no conoce a alguien que nunca ha tenido pareja estable y vive de ilusiones, imposibles e idealizaciones? Si nos fijamos bien y analizamos, seguro encontramos que esa persona tiene problemas personales.

Lo ideal sería trabajar sobre la autoestima y aceptación propia. Una vez ya nos sentimos bien con nosotros mismos ,nos queremos y nos aceptamos con nuestros defectos incluidos, ya estaríamos preparados para embarcarnos en una relación de pareja y seguramente ya escogeríamos mejor a los posibles candidatos para compartir nuestra vida.


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